viernes, 6 de marzo de 2015

Soñadores.









En el país de USA, El Instituto Correccional del Oeste de Georgia (también conocido simplemente como la Prisión) un inmenso establecimiento penitenciario ubicado en el condado de Georgia, las torres de vigilancia por su parte estaban ubicadas dentro de este vallado y sirven para ofrecer una visión panorámica de los alrededores. Rodeado de imponentes alambradas y con instalaciones que permanecieron en su mayoría intactas tras el inicio del apocalipsis, este lugar se convirtió en la mejor opción que los supervivientes pudieron conseguir para resistir al inminente aumento de los muertos vivientes en el mundo.

La prisión fue una gran instalación correccional situada en la zona rural de Georgia, que se encontraba en su mayoría rodeada por un frondoso bosque. Estaba completamente acordonado por un doble cercado y por varias torres de vigilancia, mientras que en su interior estaba compuesto por varios edificios, bloques de celdas y patios de concreto. En la parte posterior existía además un gran patio de campo abierto al que los supervivientes supieron sacarle mucho provecho con el paso del tiempo.

Por una de las colinas adyacentes cruzaba una vieja vía férrea y además existía un arroyo en uno de los costados, de donde los supervivientes conseguían agua. El edificio también contaba con una gran cafetería ubicada detrás del bloque C, así como con su propia biblioteca, armería y enfermería.

El grupo de Rick se refugiaba aquí, hace unos días terminaron de “limpiar” por completo el Bloque C o al menos eso creían, de caminantes, todos tomando una celda individual como “habitación”, su lucha interminable contra el apocalipsis de zombies parecía no tener fin, querían seguir vivos, pero para ello tenían que luchar, ya que el sueño de todos, ahora, era solamente eso; Sobrevivir. Ese era el sueño de Carl Grimes, hijo mayor de Rick y Lori Grimes, después de la terrible muerte de su madre, el único hijo mayor de los Grimes, habia desarrollado una personalidad distinta a la que tenía a tan solo sus diez años, de ese niño sentimental y valiente, paso a ser una persona amoral y fría, matando sin piedad a quien consideraba una amenaza, pero la vida de este joven sobreviviente iba a “cambiar” por así decirlo, un giro iba dar, que al parecer no se podrá evitar.

Era una mañana, que por mucha suerte, tranquila, todos los integrantes del grupo se ocupaban de los “deberes”; Maggie y Glenn, hacían guardia en las torres de vigilancia de la prisión, Beth y Carol se encargaban de los deberes “hogareños”; Cocinar, lavar y atender a la bebe Judith, Daryl y Rick ocupados cargando las armas y equipo de “defensa”  y el medico; Hershel, se encontraba recostado, ya que anteriormente recibió una mordida y tuvieron que apuntarle el pie, ahora necesitaba reposo.

Carl, el chico que tuvo que lidiar y adaptarse a esta nueva “vida” descontrolada y peligrosa, aquel niño que tuvo que dispararle a su madre para que no se zombificara ,tenía que ser fuerte y concentrarse solo en “sobrevivir” como le decía su padre, se encontraba sentado en su celda ,mirando su pistola que sostenía en sus manos portando en su cabeza ese sombrero marrón tan importante, regalo por parte de su padre Rick, mirando fijamente el arma, era tanto el silencio que había que podía escuchar sus propios pensamientos, recordando las últimas palabras de su madre :”Hijo tienes que ser fuerte, yo sé que puedes contra este gran mundo por que eres; fuerte, inteligente y valiente, por favor cuida mucho a tu padre, si crees que lo que harás es lo correcto, hazlo y si crees que lo que harás no es correcto no lo hagas, eres mi querido hijo y te quiero. “ Sin soltar ni una sola lagrima ya, con ese semblante serio al parecer permanente, respiro profundamente  tratando de controlarse, controlar sus emociones, su silencio fue interrumpido por unos gritos que provenían no muy lejos del Bloque C, salió corriendo de su celda, llegando donde estaban Daryl y Rick donde cargaban sus armas dispuestos a irse, al parecer no fue el único que escucho los gritos.

 

—¿Qué ocurre, que fueron esos gritos? —cuestiono con el ceño fruncido guardando su arma en el bolsillo de su pantalón.

—No es nada Hijo—Se giró su padre a verlo— Quédate aquí, Daryl y yo, regresaremos más tarde—salieron disparados a investigar, puesto que podría ser que alguien, había entrado a la prisión, con la intención de adueñársela.

—Tch —chasqueo molesto el joven de cabello castaño, que su padre no lo deje ayudar le molestaba, ya que según él, podía contra esas situaciones o ayudar.

 

Habían quedado solo él y Beth con su hermanita menor en el cuarto principal, Beth sentada en una silla dormía a Judith, estando cercas de ahí pudo notar el enfado de Carl, era demasiado obvio cuando se enojaba, el joven de cabello castaño, tomo una de las sillas del comedor y se sentó frunciendo el ceño y mirando al suelo, Beth al terminar de dormir a la bebe Judith, se sentó enfrente de él, en su centro había una pequeña mesa, la rubia lo miro con serenidad y con esa voz tan tranquila le hablo

 

—Carl.

—Sin voltear a verla respondió— ¿Qué?

—No te molestes con tu padre, el solo quiere protegerte—lo miro algo intranquila.

—Yo puedo cuidarme solo, odio que nunca me deja ayudarlos, estoy harto —mascullo molesto.

—Si pero es tu padre y debes obedecerlo —le respondió tranquilamente.

—Iré a ver qué pasa y no se te ocurra seguirme  o detenerme ¿sí? —Sin responderle se puso de pie y camino en dirección a los pasillos.

—¡Carl.. —lo llamo Beth— ¿A dónde vas? ten cuidado!

—Ignorando sus palabras el chico armado corrió por el pasillo principal que era para entrar o salir del Bloque C, para luego ir a paso lento.

 

Con la pistola en sus manos poniéndose en guardia con ella, Carl empezó a recorrer el largo pasillo saco una pequeña linterna que guardaba en su bolsillo de la camiseta para dar un poco de luz, ya que la oscuridad le complicaba ver por donde caminaba se dejaba guiar por lo que escuchaba, al llegar al final del corredor, con sus azulados ojos pudo ver una puerta oxidada, donde se escuchaban los gritos y disparos, definitivamente ahí es donde proviene todo ese ruido, con esas agallas que se cargaba, abrió la puerta de una patada, viendo como su padre y Daryl peleaban contra unos caminantes estaban siendo atacados junto con un pequeño grupo de tres personas; una mujer rubia ,un hombre con barba con cabello negro  y una niña rubia, Rick noto la presencia de Carl, al verlo que también estaba disparando a cierta distancia .

 

—¡Carl! —Hablo el líder — ¿Qué haces aquí? ¡Vete! —quiso acercarse pero otro caminante lo tomo por sorpresa pero le disparo, sí que eran una molestia.

 

Daryl disparaba con sus flechas al mismo tiempo que las reciclaba, eran demasiados, Carl  se adentro más, esquivado los ataques de los come-carne, vio a la niña rubia a punto de ser mordida, ella solo grito aterrada, Carl se interpuso y le disparo en la cabeza y a otros tres que estaban ahí muy cercas de ellos

 

—¿Estas bien? —le pregunto a la rubia acercándose.

—S-si —asintió, mirándolo con sus grandes ojos color verde Jade, brillaban.

 

En ese momento parecía que el tiempo se había detenido, Carl quedo inmóvil no podía dejar de verla, los ojos de esa chica, ella hacia lo mismo ¿Qué era? ¿Impresión? ¿Admiración? Quien sabe pero por parte de Carl esos ojos verdes brillaban con profundidad, era como ver la vida misma, el bosque, la naturaleza, con solo ver  sus orbes, esto fue interrumpido por el ruido de un disparo que paso muy cercas de castaño, casi le daban.

 

 

—¡Carl, llévate a la mujer y a la niña lejos de aquí! —le grito Daryl.

—Si —respondió el joven, llevándose a la señora y a su hija, lograron salir de ahí.

 

Después de unos minutos lograron acabar con todos los caminantes que los atacaban, al parecer Rick ya conocía a esa familia; Víctor, asi se llama el hombre que fue atacado junto con su esposa e hija, era un viejo amigo del líder del grupo, hacia a tiempo que no se veían, Rick lo salvo y lo adentro al Bloque C, mientras él hablaba con su viejo amigo, Daryl le hablo por atrás murmurándole al oído.

 

—¿Lo conoces Rick?

—Claro —le respondió en voz casi inaudible— Tranquilo es un amigo mío, es inofensivo.

 

Llegaron donde estaban los demás, a excepción de Maggie y Glenn, la pequeña familia se sentó en unas sillas, mientras que el grupo los observo

 

—Rick ¿Quiénes son? —le pregunto Carol recargada en la pared.

—¿Los conoces? —cuestiono algo inconforme Beth.

—Daryl y Carl quedaron callados

—Fueron atacados—Respondió Rick— Tranquilos yo los conozco, Víctor es un viejo amigo.

—¡Si! —Respondió el señor pelinegro — Muchas gracias por salvarnos, me llamo Víctor Collins y estamos en deuda con ustedes.

—De verdad, muchas gracias— Hablo la esposa con un rostro tranquilo.

—Para eso estamos —Respondió Rick sonriendo.

—No nos deben nada —les contesto Daryl serio— ¿Y cómo lograron entrar?

—Ah —hablo el Sr.collins—Entramos aquí ayer por la madrugada, las puertas traseras estaban abiertas, pensábamos que era seguro, eso fue hasta que nos atacaron esos come-carne.

—Nosotros los llamamos “Caminantes”  —hablo Carol seria.

 

—Qué bueno que nadie fue mordido —dijo Beth sonriendo.

 

 

 

Hubo unos segundos de silencio hasta que la hija de los Collins, cerró los ojos con fuerza, tirándose al piso y les hacía reverencia.

 

 

—¡¡Gracias, muchas gracias, haremos todo lo que nos digan, son nuestros salvadores!! —gritaba mientras hacia reverencia.

 

 

 

En cierta forma fue gracioso, Rick, Carol y Beth no aguantaron la risa y se rieron, Carl la miraba con cara de ¿Qué? Y Daryl sonrió una pizca, la Sra.Collins se tocó la cien, algo avergonzada levantando a su hija del suelo.

 

 

 

—Discúlpenla, solo esta agradecida —comento riendo un poco y sentando a la chica rubia en una silla.

 

—No, está bien —respondió Rick— Fue algo gracioso.

 

—Ella es mi única hija —la señalo Víctor— Jade Collins y discúlpenla puede ser un poco exagerada.

 

—Papa —le hablo Jade a su padre— Eso y más tenemos que hacer para que nos quedemos.

 

—No —hablo entre risas Rick— No es necesario, pueden quedarse, tienes nuestro a poyo Víctor, pueden quedarse con el bloque D, está despejado de caminantes, quédense todo el tiempo que quieran.

 

—Oh, gracias amigo, prometo que no les causaremos problemas —afirmo seguro el hombre pelinegro.

 

—Eso lo veremos —contesto Carl retirándose de a su celda.

 

—La chica rubia de ojos verdes lo vio irse, recordó que él fue el que la salvo de que la mordieran, tenía que darle las gracias.

 

 

Eran las 5:00pm,casi atardeciendo, la familia Collins se encontraba comiendo en las mesas de la cafetería que estaba detrás del Bloque C de la prisión, aunque no estaban muy lejos de este, al terminar de comer unas latas que conservaban comida,la Sra.Collins, preparaba sus nuevas “habitaciones”, que eran celdas pero contaban con su propia cama y baño, Víctor quería ir a hablar con Rick para saber si necesitaban ayuda en algo y su única hija se encontraba sentada en una mesa pequeña de la cafetería, la pequeña señorita, abrió su mochila rosa que cargaba siempre con ella, sacando su violín algo sucio y rasgado pero funcionaba a la perfección su padre al verlo, hizo un gesto de fastidio.

 

 

 

—Jade, ya te he dicho que lo botaras, no sirve para nada, además ya no funciona—La miro con desaprobación.

 

—Si funciona papa y no es inútil, esto es lo que me mantiene tranquila casi siempre, sabes que también escribo poemas ¿Por qué no dices nada sobre eso? —lo miro desafiante la rubia.

 

—Por que escribir no tiene nada de malo, solo necesitas una hoja y un lápiz, pero esto, ocupa mucho espacio y es inservible en todo el sentido de la palabra niña —Frunció el ceño molesto.

 

—La música no es un estorbo, la música es lo que mantiene mi cordura —le enseño su violín y lo abrazo cerrando sus ojos.

 

—La miro con extrañeza— Hija, estás loca —concluyo tocándose la frente y cerrando sus ojos.

 

—Rio dulcemente— Creo que las mejores personas, lo estamos ¿no? —lo miro directamente a los ojos.

 

—Eh,s-si lo que digas —desvió la mirada algo incómodo, esa mirada que poseía la joven, era muy penetrante e hipnotizadora— Bueno, iré a hablar con mi amigo Rick, para saber si necesitan ayuda en algo —se puso de pie y se retiró.

.

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Pasaron los minutos, el pelinegro regreso en efecto, necesitaban ayuda, Víctor se fue junto con Daryl a matar algunos caminantes que empezaban a pasar la primera verja, la Sra.Collins, ayudaba a Beth y Carol en la cocina.

Jade, la hija de estos dos británicos, no le gustaba que le dijeran que hacer, estaba educada para obedecer solo a sus padre, así que ellos eran los que tenían que pasarle la tarea, más sin embargo no hacía a veces exactamente lo que hacía, era un espíritu muy libre, hacia lo que sentía que tenía que hacer, su madre le dijo que fuera recolectar pepino, de las siembras que ya había dado frutos, no la mandaban a cosas relacionada con los “caminantes” ya que sabían que era muy joven, débil y sensible, salió de la prisión, pasando la tercera verja, sus botas estilo vaquero, pisaban el césped algo crecido y manchado de sangre, llevaba un suéter algo largo color blanco tejido, una falda rosa y unas medias negras, llevaba consigo una canasta cargándola en su hombro derecho, al llegar empezó a cortar con cuidado los pepinos ya maduros y los introducía en su canasta.

No muy lejos de ahí, estaban Rick y su único hijo varón, este no portaba su sombrero marrón como todos los días ya que para él era muy especial como para usarlo de “granjero” ,alimentaban a los cerdos que estaban encerrados en cerdas de madera, al terminar de alimentarlos, ambos se recargaron en una cerda y conversaban tranquilos.

 

 

 

 

—Mira papa —le señalo Carl a un cerdo dormido.

 

—¿No crees que “violeta” tiene que comer con los demás? —se giró a verlo.

 

—Carl —con su mirada enfrente—Ya te he dicho que no les pongas nombres, recuerda que en el futuro no muy lejano serán nuestra comida. —concluyo y se giró a verlo serio.

 

—Ya lo sé, solo pensaba que.. —Callo por unos segundos— Olvídalo, ya entendí —concluyo.

 

 

El adulto de cabello ligeramente rizado, giro su mirada al área de “cultivo” ,notando a la joven rubia recolectando pepino, Rick giro su mirada a Carl y dijo

 

 

—Esa niña, ¿fue a la que salvaste de una caminante verdad? —sonrió leve.

 

—Ah—reacciono desinteresado—Si, es que tú sabes, no podemos permitir que alguien muera si podemos aun detenerlos —hablo tranquilo y mirando a la chica de lejos.

 

—Así es —asintió girando su mirada para verlo y le palmeo la espalda— Bien hecho.

 

—Gracias —sonrió muy levemente el joven de cabello castaño—Pero  ¿de verdad confías en ellos?—

—Claro, Víctor es mi amigo, yo conozco a su familia, vi a su hija desde que era una bebe, claro tu no la conocías por que estabas igual, tienen la misma edad.

—No confió en ella, es muy extraña.

—Aun no la conoces bien, date el tiempo y veras que son de confianza —sonrió leve mirando a la niña rubia de lejos—Bueno, creo que hemos terminado aquí —miro a su hijo— ¿Por qué no le ayudas a Jade? solo quiero que la vigiles, puede aparecer un “caminante” y si necesitas ayuda entonces házmelo saber,  ¿podrás?   

—¿Confías en mí? —lo miro serio.

—Claro —lo miro impresionado.

—Entonces, no dudes de que si puedo con esto —desvió la mirada y se fue en camino acercándose al área de cultivos.

 

Solo lo vio irse, por suerte no estaban muy alejados de la prisión, Carl, camino hasta llegar donde estaba la rubia, la cual tarareaba una canción, mientras hacia la cosecha, estando a sus espaldas, el joven hablo siendo directo.

 

—Te vigilare, por si se acerca un caminante —dijo poniéndose de lado y sacando su arma, mirando para los lados.

—Oh ¡Hola! —lo saludo sonriendo—

—Hola —respondió con la pistola en sus manos.

—detuvo sus acciones y se concentró en verlo sonriendo— Me llamo Jade Collins y ¿tu?

—Carl Grimes

—Carl…que bonito nombre —lo pronuncio melodiosamente y rio dulcemente— Quiero darte las gracias por..a verme salvado de ese caminante.

—No fue la gran cosa, aquí todos nos cuidamos entre si

—Se ve que son muy unidos

—Al parecer si —contesto acercándose más, mirándola de pies a cabeza, su ropa algo manchada de tierra, su cabello dorado ondulado pero algo alborotado, su bello rostro un poco descuidado a un que sin ninguna imperfección, pero con esos grandes ojos verdes, que brillaban con mucha vida, era como una pequeña muñeca de porcelana descuidada, era muy hermosa, las manos del chico empezaron a temblar, bajando un poco el arma y miraba hacia los lados, estaba temblando, sin saber él, el ¿Por qué? — B-bueno ¿ya terminaste con eso?

—Ah si ya casi —sonrió y continuó su labor.

—Te ayudo —respondió directamente guardando su arma en el bolsillo del pantalón y se acercó a imitar sus acciones.

—Gracias Carl —muy cercas de él, ella quiso alcanzar una rama con fruto pero estaba más abajo de ellos, casi a sus pies, en un intento de tratar de alcanzarla se agacho estirando su brazo todo lo que pudo y tomo la rama jalándola hasta romperla, con el impulso, se levantó y choco con la cabeza del joven, ambos golpeados —¡Ah! —Grito espantada tocándose la zona dañada y miro al castaño—Lo lamento Carl.

—Ten más cuidado —la regaño tocándose la cabeza pero sin hacer ni un gesto de molestia.

—Enserio perdón ¿te duele? —se acercó a tocarle la cabeza con una mano.

—Temblando y algo nervioso le aparto la mano con cuidado pero conservando su semblante serio— Estoy bien, estoy bien —desvió la mirada.

 

Terminando de esa labor, el castaño de ojos  azules  acompañaba a la jovencita a dejar la canasta con Carol, pero la rubia vio los cerdos comiendo afuera de lo que parecía un Establo y al rededor cerdas de madera, llevándose la canasta junto con ella y corrió dando pequeños saltitos a verlos

 

—¡Waaa que lindos! —corrió como una niña alegre, emocionada se asomó poniendo cara de asombro—¿Puedo ponerles nombres?

—No, mi papa ha dicho que son comida.

—¿Enserio?  —rio dulcemente—Es una lástima, yo amo a los animales, son nuestros amigos también—lo miro—Oh bueno pero eso no quiere decir que los tratemos como comida ¿o sí? —le sonrió.

—¿Qué? —confundido.

—La rubia se asomó nuevamente y le hablo a un cerdito que estaba cercas— Sr.Cerdo no se enfade con nosotros, solo que tenemos que alimentarnos de alguna manera —lo miro con compasión, abriendo la puertita, dejando la canasta en el suelo y adentrándose a tocar al animal.

—¿Qué, hablas con los animes, espera estás loca? —la miro con extrañeza.

—Sr.Cerdo,usted vale mucho..  —le hablaba la jovencita al animal mientras lo acariciaba.

 

Carl se quedó boquiabierto mirando la “extraña “escena y escuchando.

 

—Todos ustedes —miro a los demás cerditos y acariciaba al que tenía enfrente— Valen mucho, no porque pueden ser alimento, sino porque siguen vivos en este peligroso y oscuro mundo, son una vida, por que seguir vivo aquí es un milagro.

 

¿Cómo podía hablar así con un animal que pronto seria su comida? Tanta sensibilidad y calidez que la joven de ojos verdes tenía con cualquier ser vivo, hizo Carl la viera como una completa extraña, se adentró y la saco con un brazo de ahí.

 

—Oye, no puedes abrir la puerta, se pueden salir ¿en que estabas pensando?

—En hacer lo que tenía que hacer. —se soltó del agarre sonriéndole  y tomo la canasta retirándose.

 

Esas palabras resonaron en su mente, el joven no entendió nada pero de algún modo lo hizo pensar, Jade era la primer chica que conocía que fuera tan alegre aun cuando están en una situación difícil, con sabiduría aun siendo tan joven, pasaron los días, de nuevo les dieron una tarea juntos, esta vez a recolectar plantas medicinales, algo que necesitaba Hershel, ahora no estaban solos sino que iba Daryl con par de jóvenes ,caminando atrás de ellos como si fuera su guarda espaldas, recorriendo ahora un poco el bosque, Carl llevaba su sombrero puesto y armado como de costumbre, Daryl igual estaba armado, menos Jade, quien solo llevaba una bolsa para guardar  lo que ocuparan y su mochila rosa cargando su violín.

Se detuvieron cercas de un rio, en este día hacía calor, pero tenían que hacer sus “deberes” cada uno, eso no los iba a detener, Jade se puso de rodillas en el césped a buscar una planta, basándose en la descripción que les dio  el médico, Carl le ayudaba y Daryl recargado en un árbol  solo esperaba vigilando y fumando un cigarrillo, la joven rubia buscaba la típica manzanilla, tarareando y sonriendo con sus labios cerrados

 

Manzanilla, manzanilla, manzanilla ¿Dónde estás? —cantaba muy bajo, casi no se escuchaba, con esa voz dulce, buscando con sus manos la encontró y emocionada lo tomo en sus manos—¡Ah, aquí esta! Lo guardo en la bolsa.

—Bien, solo falta el Romero —hablo Carl serio, ya quería irse, buscando con sus manos, la encontró y la guardo en la bolsa.

 

En eso se acercaron varios caminantes, Daryl fue el que actuó rápido, comenzó a dispararle con sus flechas, Carl se puso de pie y se colocó frente a Jade, comenzó a dispararles, la chica solo se impresiono y observaba

 

—¡Carl, aleja a Jade de aquí! —le ordeno el joven de brazos fuertes mientras seguía disparando.

 

El castaño tomo a la chica de un brazo y la llevo detrás de un árbol, ahí se sentaron y Carl disparaba desde ahí, la rubia estaba asustada, sabía que esos al lograr morderte, mueres, no quería morir, Jade amaba la vida y se aferraba a ello, siendo impulsiva con una mano agarro la camisa del joven, apretándola con sus manos, casi derramando lágrimas, pero nunca salieron, Carl sintió el agarre y se giró a verla

 

—Tranquila, vas a vivir, por qué no dejare que te hagan daño —le sonrió leve y siguió disparando.

 

¿Qué fue eso? ¿Acaso leyó su mente, sabía lo que estaba pensando? Tal vez, pero el corazón de Jade se aceleró, latía tan rápido, sus mejillas se enrojecieron, ¿era por el clima? Claro que no, era por un sentimiento que estaba naciendo dentro de ella ¿Qué era? No lo tenía idea, pero en ese momento en su estómago sintió mariposas, cuando volvió en sí, la pelea había terminado, Daryl se acercó a ellos preocupado.

 

—¿Están bien? —les cuestiono asomándose atrás del árbol

—Si —respondió muy seguro Carl.

—Bien, será mejor que nos vallamos —dicho esto empezó a caminar el “arquero”.

—el castaño se puso de pie e imito al adulto, a cuatro pasos dio la vuelta y miro a Jade aun sentada— ¡Jade, es hora de irse!

—A-ah,s-si —respondió apenas y se puso de pie caminando aun lado del chico— Tengo hambre —comento y saco de su mochila un paquete de galletas— ¿Quieren? —les ofreció a los dos mientras caminaban.

—No gracias, mejor más tarde —respondió Daryl viéndola de reojo y siguió caminando.

—¿Y tú Carl? —le sonrió, girándose para verlo y le mostro el paquete de galletas.

—No tengo hambre —dijo y adelanto un poco el paso, se escuchó el rugido de su estómago reclamando comida, esto hizo que Jade soltara una pequeña risa y Daryl se rio descaradamente de él, Carl algo apenado la miro—Bueno…tal vez un poco.

—Puedes tomas las que quieras —le sonrió y se acercó.

—Carl miro el paquete y tomo una galleta— Gracias  —apenas y sonrió.

—De nada —sus ojos expresaban emoción, los cerró y sonrió mostrando sus dientes.

 

Cuando llegaron a la prisión, entregaron las plantas al médico del grupo, Carol tendía ropa recargándola en una verja pequeña que era parte de la entrada de unas escaleras para bajar, al ver a Jade, de inmediato le encargo entregar varia ropa que estaba “limpia” y seca, entregándosela en sus manos.

 

—Ten entrega esto —le indico y señalo cual era de quien.

 

—¡Si! —respondió sonriendo y se retiró.

 

—Hay que bueno que es obediente, ya estoy harta de ver tanta ropa —soltó un suspiro y continuo su labor.

 

La joven rubia casi terminaba de entregar la ropa a las celdas correspondientes, todo era ropa de mujer, solo al final encontró camisetas que eran como de hombre,  al fijarse muy bien, esa ropa era de Carl, algo nerviosa llego a su celda y la “puerta” estaba abierta.

 

—Carl, aquí está tu ropa y ….—no termino su frase ya que vio al joven sin camisa y con su cabello húmedo, él se giró a verla sin inmutarse

 

—¿Jade? —apenas y reacciono.

—¡¡¡¡¡AAHHHHH!!!!!!  —soltó un grito, un grito que resonó en todo el bloque C , se cubrió los ojos sonrojada y dejo caer las camisetas en el suelo.

—Hey,¿esa es mi ropa?  —pregunto y de inmediato lo recogió.

—¡¡N-no vi n-nada, no vi nada, no vi nada!! —sin descubrirse los ojos, sonrojada como una cereza.

—¿Qué te ocurre? —pregunto confundido, en eso llego su padre, al escuchar el grito de la rubia.

—¿Qué pasa? —Vio a Jade asustada, avergonzada y luego a su hijo— Ah ¡Carl! —Le señalo su parte desnuda— Ponte una camiseta —lo regaño algo molesto.

—Bueno, pero no sé por qué tanto escándalo —metió su mano entre las camisetas y entre ellas, se equivocó sacando un bóxer, sin querer, enseñándolo.

—La rubia apenas se había quitado las manos y abriendo los ojos, vio la ropa interior del joven, volvió a gritar y se fue corriendo sonrojada.

— ¡Ah! —Reacciono apenas el chico y escondió la prenda enseguida— Fue un accidente papa —se justificó.

—Carl, hay señoritas aquí, no puedes estar por ahí sin camisa —negó con su cabeza.

—Regresaba de lavarme y … ah olvídalo, no volverá a pasar —lo miro serio y bajo la mirada avergonzado.

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.

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Al día siguiente, todos se encontraban desayunando, durante eso Rick les conto a todos lo que había pasado con la ropa de Carl, al mismo tiempo en que todos rieron a carcajadas, Carl quedo indignado justificándose de que fue un accidente, mas sin embargo trato de no darle mucha importancia, la verdad es que le pareció muy gracioso la reacción de la joven rubia, al parecer era muy inocente o al menos eso le dijo Daryl, el chico de cabello castaño había terminado de comer, caminaba por los pasillos de más al fondo, por la biblioteca se escuchó una melodía, de un violín, muy cercas, abrió la puerta siendo silencioso, entrando dando unos cuantos pasos, estaba Jade sentada en el suelo tocando, Carl cerro sus ojos escuchando la música, hacía mucho tiempo que no escuchaba algo que no fueran  disparos o los gritos de los caminantes, respiraba el viento que salía de las ventanas abiertas, solo concentrándose en escuchar ,por un instante sentía que de verdad volaba,como atrapado en un sueño, abrió sus orbes azules y visualizo la figura delgada de la rubia, el chico se acercó a ella lentamente.

 

—Así que aquí estabas—se acercó y le toco el hombro.

—Se detuvo y lo miro sonrojada— Ah, Carl —sonrió embelesada—Disculpa por haber entrado a tu celda sin avisar

—Ya paso eso, olvídalo—desvió la mirada— Tu…emm..¿No has desayunado?

—Ah, claro y cuando termine, vine aquí a tocar un poco —lo miro feliz.

—Bien.

—Bajo la mirada para luego alzarla— Carl..

—¿Qué pasa? —estando de pie miro abajo.

—Daryl dice que no es nada pero…gracias por cuidarme.

—Jade — se sentó a su lado y la miro— No tienes que decir gracias cada que te salvemos el pellejo.

—Rio dulcemente cubriéndose con una mano, para luego verlo—Es que la vida vale mucho Carl, por eso cuando salgo viva de algo, doy Gracias —le sonrió.

— ¿A sí? Bueno, supongo que tienes razón, tenemos suerte de estar vivos —se recargo con sus dos brazos y miro el violín de la chica rubia— Tocas muy bien Jade…¿La conservaste hasta ahora? —señalo el instrumento.

—Sí, mi Padre dice que no sirve para nada, pero tocar el violín, me tranquiliza.

—Te entiendo —saco de su bolsillo del pantalón un pequeño librito— Yo leo historietas, eso me tranquiliza y me entretiene—la enseño y se la entregó en sus manos.

—Oh que genial, yo a veces escribo poemas o historias cortas que se me ocurren de vez en cuando, por eso estaba aquí, buscaba algo que me interesara, una inspiración, pero el clima era tan agradable que me deje llevar  tocando mi violín —sonrió y miro la historieta con asombro.

—¿Encerio,también te gusta leer? —le sonrió leve, como disfrutaba de su compañía, podía hablar con alguien de su misma edad, lo hacía sentirse completo, el leía historietas y ella tocaba música, pero también escribía, podían ser cosas contrarias, pero por alguna razón, se sentía completo con ella, a los dos les gustaba escapar de la realidad aunque fuera unos instantes.

—Carl, quiero aprender a defenderme —declaro la joven decidida.

—¿A qué te refieres?

—A saber usar un.. —Trago saliva nerviosa— Un arma

—Ah esto —saco la pistola de su otro bolsillo.

—Si eso — miro el arma asustada.

—Oh, eso es fácil —comento algo altanero— Si quieres puedo enseñarte a usarla

—Si, por favor —suplico.

—Bueno —se puso de pie y ayudo a la rubia a pararse—Pero antes le avisare a tus padres que te encontré.

.

.

Ya estaba por atardecer, Carl y Jade estaban por la entrada de la prisión, tomaron a un caminante para practicar, Jade trataba de dispararle justo en la cabeza, por su pesto él come-carne estaba tras una verja, solo podía tirar tres veces y este era su ultimo tiro, el castaño se acercó a ella por detrás.

 

 

—Es que antes de disparar no debes soltar el gatillo —le explicaba señalándole las partes de la pistola, casi abrazándola—No pierdas de vista al objetivo, tienes que perderles el miedo, justo en la cabeza es donde debes disparar.

—Uh —sonrojada— Bueno, lo intentare —apuntando al caminante tiro del gatillo y fallo.

—Uhh mal tiro —exclamo algo divertido, le quito la pistola y apunto al caminante disparándole en la cabeza.

—Miro sorprendida.

—Se giró a verla—Gane.

—Rio dulcemente— Déjame intentarlo esta vez no fallare.

—De acuerdo — le entrego la pistola.

—Poniendo toda su atención en la cabeza del caminante, disparo y esta vez si lo logro, pero no fue preciso, le dio en el cuello, pero consiguió matarlo y se giro a verlo— ¡¡Ganee!! —emocionada.

—N-noo eso no cuenta —casi haciendo berrinche— Ya no estabamos jugando —dijo indignado.

—¿Entonces cuando ganare yo el juego? —le pregunto inocentemente.

—Cuando logres matar más de 10 caminantes y —pensaba— Y me tienes que salvar el pellejo de ser mordido —quería ponérselo difícil, él sabía que no iba a pasar nunca.

—Ah,¿ es enserio? Bueno, algún día, yo te salvare y podre ser fuerte como tú—le sonrió y brincaba emocionada.

—Solo rio un poco.

—Pero de todos modos ¡Le di, le di! —grito emocionada, dando pequeños saltitos, sí que era escandalosa cuando se emocionaba, pero contagiaba su interminable alegría.

—Bien hecho —la felicito Carl, colocándose a un lado de ella y sonriendo muy levemente, girándose para verla.

—¡Todo es gracias a ti Carl ¡—dio un brinco y lo abrazo, por el impulso ambos cayeron al suelo—¡Gracias, gracias, gracias! —exclamaba sin dejar de abrazarlo.

—Ah..de nada —apenas pronuncio, la sentía muy cercas, ahora que lo piensa nunca había sido abrazado por una mujer además de su madre, pero se sentía diferente a comparación de un abrazo maternal, este era muy calido,extraño pero agradable, sintió su pecho salir, sin corresponderle quedo casi en shock hasta que reacciono— Tranquila Jade, no fue nada —le repitió apartándola suavemente, quedando sentados.

—Rio algo avergonzada—Lo siento…¡Ah sí! —Se acercó más y lo encaro—¡Carl, la próxima vez, yo te protegeré y ayudare a todos en una dura pelea, como agradecimiento por todo ,lo prometo!—alzo su puño con determinación y sus ojos muy brillosos.

—No dijo nada, solo la miro algo sorprendido.

.

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Pasaron los días y las cosas eran igual, todos se ocupaban de sus deberes como cada día, Carl y Jade los mandaban hacer tareas juntos, en una de ellas, Víctor los acompaño ,fueron atacados nuevamente por caminantes y durante la “pelea” el sombrero favorito de Carl, se rompió un poco, por a ver protegido nuevamente a Jade, ella se disculpó pero el castaño solo dijo: “Olvídalo, fue mi culpa” pero si estaba molesto, aun así no podía negar que disfrutaba de su compañía, se habían hecho grandes amigos, pero dentro de ellos estaba naciendo algo más, no lo sabían pero lo que sentían era mutuo, eran amigos y tenían sus diferencias; Carl era tan imprudente y frio mientras que Jade era aunque no lo demostrara; consciente y muy cálida, por eso es que estaban tan complementados.

Después paso lo peor que pudo haberle pasado a Jade Collins, su padre Víctor, fue mordido por un caminante, durante una misión, Rick se disculpó miles de veces con ella y su madre ,el casi llorando pues era su amigo de hace ya tiempo, Hershel les había dado la noticia, la chica de cabellos dorados no lo podía creer, durante ese momento no pudo derramar lágrimas, estaba confundida pero al ver el cuerpo de su padre desmallado por el dolor, no le quedo duda de que lo habían mordido y era el momento de “matarlo por completo” antes de que se zombificara,la madre de la rubia no podía hacerlo, se encontraban en el bloque C  todos alrededor de los Collins, Hershel toco el hombro de la Sr.Collins.

 

—Sé que es difícil pero…—bajo la mirada— Es necesario hacerlo.

—Yo lo hare —hablo Jade seria.

 

Todos se quedaron callados, Hershel observo a la joven, la vio decidida.

 

—Si está segura entonces —saco el cuchillo— Puedes hacerlo —se acercó entregándoselo en las manos.

—Pero antes me gustaría despedirme —dijo y el medico asintió, la Sra.Collin ya se había despedido de su esposo Maggie y Carol la consolaban, todos se retiraron, excepto Carl, quién se escondió detrás de la puerta con un semblante serio.

 

La señorita de rostro angelical pero con sus ojos tristes, se acercó al cuerpo desmallado de Víctor, su padre, con el cuchillo en una de sus pequeñas manos, se acercó lentamente a “despedirse” de él.

 

—Papá —le hablo tratando de contener su llanto, ese nudo en la garganta se notaba en su dulce voz— Tenias razón, creo que en este mundo siempre se van las personas buenas, como tú, pero creo que por algo tenía que pasar —se acercó tocando la mejilla del hombre— Creo que era tiempo de que te fueras, que ya no dependiera de ti ¿verdad? S-sé que no estoy sola, tengo mamá y te prometo que la protegeré, encontramos a buenas personas como tú dijiste , estaremos bien.

 

Carl escuchaba esas cálidas palabras de la rubia a su difunto padre, sabe que lo que tiene que hacer es duro, estaba sintiendo mucha compasión y comprensión por ella, mas sin embargo en su rostro no lo expresaba,se asomó un poco y siguió escuchando

 

 

—Aunque recientemente odiabas el violín, antes de que pasara todo esto, te gustaba escucharme tocarlo —rio un poco recordando— Te prometo que de algún modo seremos felices, seguiré viva…Papá te quiero —cerro sus ojos y le dio un pequeño beso en la frente  y al momento de que separo sus pequeños labios clavó el cuchillo en el centro de la cabeza, sacándolo y salpicándose de sangre, se tiro al suelo y esas lagrimas que fueron por mucho tiempo retenidas ,salieron de sus orbes verdes, como le dolía esa perdida, se tocaba el pecho y  lloraba en el suelo sola.

 

 

El castaño de ojos azules, vio y escucho todo, se sentía muy mal viendo a la pequeña rubia llorar, apoyada en rodillas en el suelo, queriendo dar pasos para entrar ¿Por qué quería entrar?, quería consolarla, ¿Tenía que hacerlo? trago saliva y cerrando sus ojos para luego abrirlos dio media vuelta y se marchó, pasando a un lado donde estaban Maggie y Carol consolando a la Sra.Collins, no pudo hacerlo, no pudo abrir su corazón y acercarse a consolarla, ¿Por qué, que era lo que le temía? ¿Fue un cobarde o de verdad era frio? Quién sabe.

El cuerpo de Víctor Collins fue enterrado por el patio trasero de la prisión, dándole un último adiós, Rick se despidió de su viejo amigo, la Sra.Collins de su esposo, Jade de su padre y los demás de un buen compañero.

La rubia después de unos cuantos días, permanecía triste por la muerte de su padre, lloro varios días sin tener ningún consuelo de nadie, todos preferían dejarla sola incluso su madre no podía apoyarla, era muy débil, ella estaba igual, pero continuaba ayudando y ella igual, tratando de mantener esa sonrisa, pero era muy difícil,poco a poco Jade  sabía que era lo que sentía por Carl, eso  la hacía feliz, le gustaba sentir eso, en efecto estaba enamorada de él y como era un sentimiento nuevo, le parecía divertido, el sueño de su padre era que ellas sobrevivieran y así lo quería cumplir a toda costa.

 Carl era más inseguro y sobre todas la cosas; Terco, no entendía muy bien esas cosas relacionadas al romance, las mujeres nunca le llamaron la atención, sin embargo no podía negar que le “gustaba” Beth pero ella lo ve como un hermano, Jade lo hacia confundirse y dudar de sus sentimientos por Beth, eso lo hacía enojar, en el comedor  estaba solo Daryl, que al parecer descansaba después de una tarea que le fue otorgada con otros del grupo, se durmió ahí sentado en una silla, como estaba solo, el joven castaño aprovecho para hablar de “hombre a hombre” Carl se acercó y le toco el hombro haciendo que este reaccionara

 

—Ah, eres tu —despertó y se giró a verlo— ¿Y tú sombrero?

—Esta algo roto, pero lo reparare.

—Oh, bueno ¿Qué quieres, por qué mierda me despiertas? —le cuestiono algo enojado.

—Daryl tengo algo que preguntarte—bajo la mirada serio.

—¿Qué pasa? —lo miro confundido.

—¿Qué sabes tú de las chicas? —le pregunto siendo directo y mirándolo de pie.

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En otra parte de la prisión, precisamente en el bloque D, se encontraba Jade en su “habitación” junto con Beth, eran amigas, mientras la rubia de mayor edad, cargaba a la bebe Judith, tratando de dormirla, Jade cocía el sombrero, de ese chico que le había robado sus sueños, sus pensamientos, su corazón.

 

—¿Ya te sientes mejor Jade? —Le pregunto preocupada por lo de su perdida.

—Claro, mi padre no hubiera querido que estuviera triste —respondió sonriendo leve mientras cosía.

—Rick de nuevo te pide disculpas, se siente culpable por que en la “misión”  fue con él y…

—Descuida, dile que no se preocupe, era amigo de mi padre —bajo la mirada seria y tartamudeo— C-conociéndolo sé que hizo lo que pudo para..tratar de salvarlo.

—Ya veo —la miro y cambio de tema, no quería verla triste— ¿Cómo conseguiste el sombrero? —rio algo divertida Beth sentada en el suelo y en sus brazos acurrucando a la bebé.

—Entre a la habitación de Carl, hace unos minutos, sin que nadie se diera cuenta, sé que él dijo que no tenía que hacer nada pero, tengo que arreglarlo, fue mi culpa que se rompiera —cocía el objeto con una leve sonrisa, en partes se picaba con la aguja, ya llevaba varias cortadas en sus dedos.

—Ten cuidado Jade —le aconsejo Beth mirándola— ¿Pero por qué lo haces, acaso…te gusta Carl?

—¡¡¿¿Ehh!!?? —Grito impresionada poniéndose más roja que una cereza—

—Shh, no grites asustas a Judith —la regaño Beth y meneaba a Judith pues nuevamente comenzó a llorar.

—Lo siento — se disculpó y acercándose a la bebe en brazos— No, no Judith  no llores mira, mira — le hablaba a la bebe, saco su violín empezando a tocar y Beth la miro con una sonrisa, comenzando ella a cantar, después Judith nuevamente se durmió—

— Gracias Jade, ayudaste a arrullarla.

— Es lo menos que podía hacer — sonrió y continuo cociendo.

— ¿Y bien? No has respondido mi pregunta — le recordó  Beth.

— Ah,s-si es que tu pregunta fue… —detuvo sus acciones, desvió la mirada avergonzada cubriéndose la cara con sus pequeñas y pálidas manos.

—Rio— Lo sabía, Jade eres muy obvia ¿Por qué no se lo dices?

—Por qué.. —Bajo la mirada— No puedo, además él es…muy frio, a veces actúa indiferente con migo, no lo entiendo, pero sé que está molesto conmigo porque su sombrero se rompió —triste.

—Es un poco intimidante pero es un buen chico Jade, debes de comprenderlo, ha sufrido mucho —acostó a Judith en unas cobijas en el suelo y se acercó a la rubia de ojos verdes—Tienes que decírselo.

—Ya lo pensé mucho y le confesare lo que siento, pero lo hare cuando le entregue el sombrero —continuo cociendo.

—Bueno, creo que es buena idea, se pondrá feliz cuando sepa que esta como nuevo —le toco el hombro como “apoyándola” y le sonrió.

 

Paso apenas un minuto y la chica de ojos color verde Jade, término de “reparar” el sombrero marrón, con una sonrisa se puso de pie y miro a Beth decidida.

 

—Ahora vuelvo —tomo aire y lo exhaló mirando a la bebe dormida— Adiós Judith, cosita hermosa — pronuncio con melodía despidiéndose de Judith.

—Suerte —respondió Beth despidiéndose.

 

Jade recorría el pasillo principal para entrar directamente al Bloque C, siendo silenciosa, escucho voces, una de ellas era de Carl sin duda, se puso a un lado de la puerta de entrada, cuidando de que no la vieran, su corazón empezó a latir, ¿Este trataba de advertirle algo?

Daryl con ese semblante serio miro al castaño para luego responder su pregunta

 

 

—Reacciono sorprendido— Vaya, me extraña que preguntes  eso,amm bueno —se rasco la nuca y lo miro— La mujeres son algo complicadas ¿sí? No importa lo que hagas nunca las tendrás conformes y satisfechas.

—¿De verdad? —se cuestionó.

—Si…te lo digo por experiencia, pero ¿Por qué preguntas eso Carl?

—Ah —se puso nervioso— P-por nada —frunció el ceño y dio media vuelta— Mejor me voy

—¿Te gusta Jade?

 

La rubia detrás de la puerta abrió sus ojos como plato y una sonrisa se dibujó en su rostro ¿será cierto? Continúo escuchando.

 

 

—Quedo paralizado y luego se giró— Pues…—bajo la mirada—

—Carl —rio algo divertido— A mí no me engañas, se cómo la miras.

—Estas equivocado, no estoy seguro de lo que siento pero no puedo dejar de pensar….en Jade.

—Oh —reacciono con sarcasmo—Pensé que te gustaba Beth —comento divertido.

—¿Qué, quien te dijo eso? D-digo, ah, pues si me gusta ,¿sabes qué? ¡Olvida lo que te pregunte, siempre me ha gustado Beth y siempre me gustara! —casi grito, molesto dio media vuelta para salir de ahí.

 

 

La rubia sintió una apuñalada en el corazón, sentía que se destruía por dentro, Carl gustaba de Beth y sonó muy seguro de sus palabras, empezó a derramar lágrimas, escuchando los fuertes pasos del Castaño aproximándose a la puerta, decidió correr, pero dejó caer el sombreo marrón en el suelo, el joven al llegar a la entrada vio su objeto más preciado en el suelo, algo confundido lo recogió dándose cuenta de que estaba “reparado” con una leve sonrisa se lo coloco en la cabeza preguntándose >>¿Quién lo a habrá arreglado?<< sin tener respuesta se retiró del lugar hiendo a su celda individual.

Jade corrió por los pasillos topándose con Hershel, este noto algo raro en la rubia.

 

 

—¿Qué ocurre Jade?  —le cuestiono viendo sus orbes verdes cristalinos.

—¡Nada! —lo hizo a un lado y continuo corriendo.

 

Solo la vio irse, quedo algo preocupado, no se veía bien, sin decir o pensar algo más continuo su camino.

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Al llegar a su celda, por fortuna no estaba ya Beth ni la bebe, se encerró, recostándose en su cama y comenzó a llorar desaguándose con su almohada, aunque Jade fuera una chica alegre y dulce también era extremadamente sensible y algo torpe, no podía creer el gran dolor que se sentía al no ser correspondida, no sabía si odiar a Beth o envidiarla, ¿Pero qué piensa? claro que no la podía odiar por algo como eso , Jade no era así, lo que si tenía seguro es que él no la quería, ¿Cómo pudo ser tan estúpida y pensar que el podía gustarle? Jade era una chica que se la pasaba en las nubes, volando y soñando, con esto y la trágica muerte de su padre, tal vez era tiempo de volver a la “realidad” de cómo está la situación, ser fuerte, olvidarse de su “amor”, ignorar sus sentimientos y concentrarse en solo sobrevivir.

Pasaron los días y todos notaban el cambio de Jade, era más callada, casi no comía y por las noches tocaba su violín en su celda, su madre le preguntaba si estaba bien, ella decía ;”Tengo que estarlo”, Carl por su parte no le dio importancia, ya no se comunicaba con ella, se preguntaba que le pasaba pero su indecisión no le permitió acercarse a ella y preguntarle, Beth se preocupó, ya que al parecer todos los dejaron pasar, incluso Rick, ella podía ver en los ojos de la rubia un sufrimiento horrible, ¿Pero que era, acaso le paso algo con Carl? Deicidio visitarla a su “habitación” esta vez sin Judith, estaba en estos momentos al cuidado de Carol, la joven de tez blanca, llego tocando un poco para que Jade escuchara, la melodía del violín paro y la reja fue abierta.

 

—¿Qué quieres? —la miro con melancolía.

—Jade…estoy preocupada por ti ¿Qué te pasa? —le cuestiono, miro sus dedos vendados, su apariencia descuidada, sus ojos un poco rojos, seguramente lloro.

—No es nada —desvió la mirada— Por favor, quiero estar sola.

—¿Te dijo algo malo Carl? Por favor dime

—¡Largo! —grito y cerro la cerca con fuerza junto con una manta.

 

Beth frunció el ceño, era obvio que Carl tiene la culpa, conociéndolo, dio media vuelta y se fue a buscarlo, busco por todos lados que se le ocurrían, al no ver señales de él adentro, lo encontró afuera, cercas de una verja, al parecer vigilando, la rubia se acercó girándolo y encarándolo, se calmó, no quería gritarle.

 

—Hey,¿Que le hiciste a Jade? — le cuestiono.

—¿Qué? Yo no le hecho nada a Jade

—Carl, ha estado triste y seria, encerrándose en su celda durante casi una semana, a nadie parece importarle ni si quiera a sus padres, son muy despreocupados, pero a mí sí, es mi amiga, Jade es una buena chica y no mece que esté sufriendo —le hablo muy seria.

—Lo hace para llamar la atención, yo no hecho nada.

—Claro que sí, tú debiste a ver hecho algo

—No hice nada —le dio la espalda y miraba hacia afuera.

—¿Por qué no vas a preguntarle  que tiene? —siguió hablando.

—Por qué no me interesa, no ha hecho nada por mí para que yo vaya a consolarla de lo que sea que tiene.

—¿Nada? Jade fue la que coció el sombrero que llevas puesto —respondió algo molesta.

—Se giró a verla sorprendido— ¿Qué?

—Si ,no sabía cocer, antes de hacerlo, practico con una tela, se lastimo mucho las manos y dedos, hasta le salió sangre y me sorprende que aún puede seguir tocando el violin,teniendo los dedos lastimados.

—No le di permiso de tocar mi sombrero —dijo serio

—¿Qué no entiendes? Hizo algo bueno por ti y no lo reconoces, estas muy mal Carl.

—>>¿Sera que escucho de lo que hable con Daryl?<< se preguntó—Dile que gracias —la miro serio.

—Carl…algo le paso, tú debes ser la razón, de por qué esta así…sé que no lo admitirás pero Daryl y yo estamos seguros de que te gusta Jade —se acercó tranquila.

—¡Eso no es verdad! —hizo cara de asco.

—Así ¿Por qué?

—Porque —miraba hacia los lados como buscando algo y luego la vio—….T-tu.—se trabo.

—¿Por qué, que?

—Porque…porque tú me gustas —desvió la mirada inseguro.

—Abrió sus ojos sorprendida y lo observo seria, hubo silencio, Beth miro detenidamente al joven castaño, mentía— Carl, no digas eso, sé que mientes.

— ¿Cómo lo sabes?

—Lo veo, por favor ve a hablar con Jade, dale las gracias personalmente ¿sí? —le palmeo el hombro y se retiró.

—Bajo la mirada avergonzado, claro que mintió, se sentía mal, Jade escucho lo que le dijo a Daryl pero ¿Por qué se sentía mal al respecto? Tal vez si le gustaba o tal vez no.

 

Fue a buscar un consejo de su padre y este al igual que Beth le dijo que fuera personalmente a darle las gracias, Carl sin más iba en camino a la celda Jade, algo serio, molesto ¿Por qué tenía que darle las gracias? Lo que había hecho no era la gran cosa y no se lo pidió, entonces ¿Por qué lo hizo? ¿Era acaso tonta? Estaba muy enojado, tan confundido que simplemente se dejó llevar por sus impulsos y su imprudencia, caminado a pasos pesados  llegando hasta la celda de la rubia, toco tres veces y la “puerta” se abrió, Jade se asomó para luego volver a cerrarla, Carl molesto golpeo la puerta varias veces, hasta que la chica la abrió y salió.

 

—¿Qué quieres? —le pregunto cruzándose de brazos.

—Por tu culpa Beth está molesta conmigo ¿Qué planeas con esta actuación? —le cuestiono apuntándola.

—¿Actuación? Claro que no estoy actuando idiota —le respondió molesta, no estaba de humor.

—Abrió sus ojos algo sorprendido, era la primera vez que la escuchaba y veía molesta— Me está culpando por lo que te pasa, yo no tengo nada que ver

—¿A no? Si lo que escuche fue…—se trabo y callo desviando la mirada.

—¿Qué? —le cuestiono.

—Nada.

—¿Qué escuchaste?

—E-escuche tu conversación con Daryl,¿Te gusta Beth? —le cuestiono y bajo la mirada seria.

—Impresionado desvió la mirada— Y…y ¿Qué si me gusta? —termino sonando seguro.

—¿Cómo qué y qué? No tienes idea de lo mal que me siento por eso —lo miro sonrojada.

—No mientas, no estas actuando de dolida por eso.

—No miento.

—¿Entonces, que tiene que ver de lo que le dije a Daryl?

—¿Qué no entiendes idiota?  —Comenzó a gritar, cerrando sus ojos y tocándose el pecho—¡¡Me hace sentir mal, me rompe el corazón saberlo porque te amo!!

—Abrió sus ojos, sus brazos temblaban, impactado y tartamudeo— M-mientes….no mientas Jade eso no es verdad..estas triste por lo de tu padre

—¡Si, también por eso, se me juntaron dos cosas horribles ¿Entonces como no quieres que me ponga triste? Si tuve que “matar” a mi propio padre! Me hace sentir mal, no quería hacerlo pero tenía, no soy un monstruo, pero me siento como uno Carl!—derramando lágrimas.

—Tienes que ignorar esa culpa que sientes, en este nuevo mundo, a veces tienes que hacer cosas horribles, todavía tengo ese pensamiento, yo también soy un monstruo  —la miro— Porque yo también tuve que matar a mi Madre, así que deja de estar “sufriendo”, tu padre ya no está aquí, tienes que aprender a defenderte sola, a luchar, aquí la única meta ya es sobrevivir —la regaño.

—Abrió sus ojos asustada, que duras y frías palabras, tan propias de él, se sentía aún más destrozada por dentro.

 

 

 Cuando de pronto vieron como todos salían de sus celdas mientras el líder les  gritaba que salieran a tomar sus armas, al parecer los caminantes estaban rompiendo la primera verja, olvidándose de lo que iba a hacer tomo su arma y se dirigió a las afueras de la prisión, Carl miro a Jade por unos segundos y esta solo tenía la mirada al suelo, chasqueo y salió de la celda, dejandola sola, la chica rubia vio como paso su madre preocupada y la detuvo

 

 

—No mama, no vallas, es peligroso —le advirtió.

—Pero hija…

—Quédate aquí por favor, no quiero que te pase nada, por favor,no quiero volver a perder a nadie más —le suplico con sus orbes verdes cristalinos.

—Bueno —bajo la mirada asustada.

—Iré a ayudarlos

—No, hija puedes correr peligro.

—Descuida —camino a la salida y se giró para verla sonriéndole— Tengo la voluntad y fuerza de mi padre —dicho esto se giró y corrió saliendo.

 

Quedo callada y rezaba para que su hija llegara con vida, era tan miedosa, decidió quedarse dentro de la celda de su hija.

.

.

El joven de cabello castaño, llego donde todos estaban disparando y otros con cuchillos clavándoselos en la cabeza a los come-carne, eran demasiados como más de treinta, Carl comenzó a disparar acercándose más a la primera verja, sin detenerse, Maggie y Glenn atacaban con cuchillos, los padres de Jade con el arma AK-47, Carol y Beth con escopetas,Hershel igual, Rick con una calibre 22 y Daryl les disparaba con sus flechas.

El chico del sombrero, por un momento se preguntó por Jade, ya que no la veía por ahí con los demás ¿le habrá pasado algo? Se estaba preocupando de verdad ,tal vez los caminantes ya la mordieron, no lo sabe, noto que la primera verja de protección se estaba rompiendo, los come-carne empujaban y empujaban, con su peso, estaban logrando que se rompiera, se les estaban terminando las municiones, necesitaban ir por mas, lograron eliminar a muchos pero a un quedaban unos veinte cuando mucho, casi todos se fueron para recargar, solo se quedó Carl, Rick, Daryl y Beth, el joven castaño dejo de disparar, para buscar con la mirada a la joven rubia, pero nada, se empezó a ponerse nervioso

 

—¡Papa! —lo llamo preocupado—¿ Donde esta Jade?

—¿Jade? —se giró a verlo recordándola— No lo se

—Tch…—desvió la mirada.

 

 

El joven castaño giro su mirada y vio a Jade por una esquina de la entrada, al parecer vio todo, Carl noto que la rubia  abrió una de las salidas “secretas” por una verja, saliendo del lado derecho de la prisión, cargando su mochila rosa y su violín, ¿Qué estaba haciendo, escapar?  Quien sabe, pero algunos caminantes la escucharon correr y se estaba acercando a ella.

 

 — ¡Jade!  —grito Carl asustado y corrió en dirección a la salida para seguirla.

 

—¡Carl! —lo llamo su padre y este le hizo caso omiso.

 

Los demás ya habían vuelto, notando la escena, todos, absolutamente todos vieron como esa joven rubia se colocó a un lado de la manada de caminantes, alzo un brazo sosteniendo el arco y con la otra, la caja de resonancia, comenzando a tocar, con mucha fuerza, apasionadamente y rápido.

Todos se cuestionaban ¿Qué estaba haciendo?

 

—¿Por qué no se va?, la van a morder —comento Maggie.

—Hay que ayudarla —hablo Glenn.

—No —les respondió Rick— Creo que sé lo que planea.

—Es muy lista —concluyo Daryl y los demás quedaron confundidos.

 

Rick miro la escena, poniéndola a ella a prueba y por primera vez dejando la confianza completamente en su hijo, por supuesto que no duraría mucho para que mandara la orden que de dispararan los demás, Carl vio que la melodía del violín, hizo que los come-carne se alejaran de la verja, todos fueron atraídos por la música que se escuchaba tan fuerte, llena de odio y coraje, eso se podía sentir en la melodía.

 Carl abrió sus ojos como plato, contemplando, estaba paralizado, como esa niña que era tan miedosa y sensible  llego a hacer esto, enfrentarlos así como así, Jade empezó a caminar rápido, los estaba alejando de la prisión, el castaño reacciono y siguió a los caminantes que lo ignoraban por completo, todos seguían a Jade, esta no parecía asustada, en su mirada se veía el odio, el coraje, seguramente por lo que le hicieron a su padre , sus orbes verdes vieron a Carl, ella frunció el ceño y estando ya como a nueve metros lejos de ahí, de su mochila saco rápidamente dos mini-granadas, que guardo hasta la fecha, sacándoles el seguro y las lanzo a los come-carne, estas explotaron junto con ellos, salpicando carne y tripas podridas, ella manchándose de sangre, pero no le importo, aun que quedaron varios, Rick sorprendido dio la orden de disparar, Carl se había alejado de las explosiones ,viendo que quedaban ya muy pocos y estaban siendo ya aniquilados por los demás que se salieron de la prisión para que las balas los alcanzaran, un caminante llego a espaldas del joven de ojos azules, Rick le advirtió

 

— ¡Carl, detrás de ti! —le grito y sin dejar de disparar corrió hacia a el, tratando de llegar a tiempo.

 

El castaño se giró y el caminante se le echó encima, siendo obviamente más pesado que él,  logro derribarlo y trataba de morderle el brazo ,la pistola resbalo de sus manos y trato de recuperarla al mismo tiempo que detenía la intención del caminante, pocos segundos él caminante recibió un balazo en la cabeza, se salvó, Rick se dejó caer al suelo cansado y aliviado, el chico hizo a un lado al caminante y tomo su pistola girándose a ver quién disparo ,fue Jade, lo miro seria, los demás habían acabado con los que quedaban, la rubia se acercó a él lentamente colocando el violín a su espalda y sosteniéndolo con un brazo.

 

—Carl  —lo llamo con un semblante serio.

—Jade — la miro Carl cautivado.

—la rubia alzo su mano y le tiro una bofetada en la mejilla a Carl con un semblante serio.

—¿Eh? —apenas y reacciono tocando su mejilla un poco enrojecida, sorprendido, quedo mudo.

—Gane —pronuncio la rubia y sonrió mostrando sus dientes.

—El chico abrió sus ojos como plato sorprendido, lo había olvidado, ese momento en el que..

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—Es que antes de disparar no debes soltar el gatillo —le explicaba señalándole las partes de la pistola, casi abrazándola—No pierdas de vista al objetivo, tienes que perderles el miedo, justo en la cabeza es donde debes disparar.

—Uh —sonrojada— Bueno, lo intentare —apuntando al caminante tiro del gatillo y fallo.

—Uhh mal tiro —exclamo algo divertido, le quito la pistola y apunto al caminante disparándole en la cabeza.

—Miro sorprendida.

—Se giró a verla—Gane.

—Rio dulcemente— Déjame intentarlo esta vez no fallare.

—De acuerdo — le entrego la pistola.

—Poniendo toda su atención en la cabeza del caminante, disparo y esta vez sí lo logro, pero no fue precicio,le dio en el cuello, pero consiguió matarlo y se giró a verlo— ¡¡Ganee!! —emocionada.

—N-noo eso no cuenta —casi haciendo berrinche— Ya no estaba jugando —dijo indignado.

—¿Entonces cuando ganare yo el juego? —le pregunto inocentemente.

—Cuando logres matar más de 10 caminantes y —pensaba— Y me tienes que salvar el pellejo de ser mordido —quería ponérselo difícil, según él sabía que no iba a pasar nunca.

—Ah, ¿es enserio? bueno ¡algún día yo te salvare y seré fuerte como tú —le sonrió y brincaba emocionada.

—Solo rio un poco.

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Recordó la “apuesta” y esa bofetada, sintió como si había pasado en cámara lenta, esta vez ella “Gano”, Jade lo miro con desdén, cargando su violín con su mochila en la espalda, dijo

 

— La próxima vez, obedece a tu padre Carl, casi te muerden — dijo viéndolo de pies a cabeza y se retiró con una sonrisa.

—¡Carl! —Se acercó su padre a su hijo y lo abrazo— ¿Estas bien?

—Si…—bajo la mirada— Gracias a…—frunció el ceño— Estoy bien papa.

—Qué alivio —se alejó  le sonrió leve.

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.

Paso un día ,lograron reparar la verja casi destruida, Rick dejo que Jade y su madre se quedaran permanentemente en su equipo ya que habían demostrado ambas, en diferentes ámbitos sus habilidades para un equipo ,Carl se había ido con Hershel un poco alejado de la prisión por el bosque, ya que habían cultivado una planta que daba tomates rojos, la tierra en esa área era muy fértil por eso decidieron cultivar las semillas ahí, ahora solo el medico se encargaba de cosechar los frutos, mientras que Carl hacia guardia con la pistola en sus manos y apuntando a todos lados,secoriandose de que no apareciera un caminante.

 

—No tienes que estar aquí Carl, pude venir aquí solo —le comento Hershel mientras recolectaba.

—Tenia que hacerlo, no hay problema —lo miro tranquilo para luego mirar el suelo, había sol, en la tierra había una tenue luz verde, se agacho a escarbar, quería saber ¿Qué era? Era muy curioso, con sus dedos toco algo que se sentía como una piedrita, le quito la tierra—¿Qué es esto? —hablo en voz alta y Hershel logro escuchar.

—Se asomó— Ah es una piedra Jade, no había visto una en años, es raro que aparezcan por estar tierras, tienes suerte muchacho.

—Sonrió leve e impresionado miraba la pequeña piedra de color verde— Este color —miro la piedra como si fuera lo más interesante del mundo— Tiene el mismo color que los ojos de Jade.

—Si es verdad —comento Hershel.

—Si, se lo daré a ella, estoy seguro que le gustara —dijo sin pensar que el medico escuchaba.

—¿Un regalo? —le pregunto.

—Ah —reacciono avergonzado— Bueno, si solo es para agradecerle por ayudarnos ayer, con….con lo de los caminantes —hizo una mueca de susto, sin querer pensó en esa chica.

—Lo miro conmovido— Si quieres dárselo será mejor que lo pulas un poco —se acercó y le palmeo un poco la espalda.

—Si, lo hare —le sonrió muy levemente.

.

.

Carl había quedado fascinado con la idea de regalarle algo a Jade, para darle las gracias por haberlo salvado, que ironía ¿no? Ahora él quería darle las gracias, Beth le aconsejo que hiciera un collar con la piedra, ya que Carl solo iba a dárselo así, con ayuda de la rubia lograron incrustar la pequeña piedrita a una cadenita pequeña para hacerlo como collar, ya que Beth le dijo al joven castaño que a la mujeres les gustaban la joyería.

Estaba atardeciendo, era el momento perfecto, Carl iba muy decidido a entregarle el lindo collar a Jade, su corazón latía muy rápido, sus manos temblaban, sentía mariposas en el estómago pero por dentro se sentía feliz, si en efecto, estaba enamorado de ella, después de todo lo que paso apenas se había dado cuenta, la rubia se encontraba por la entrada de la prisión mirando el atardecer, llevaba su mochila rosa pero el hijo mayor de los Grimes, le restó importancia, se acercó a ella y la llamo.

 

—Jade.

—Se giró a verlo con serenidad— ¿Carl?

—Y-yo —bajo la mirada un poco y se acomodó su sombrero— Quiero agradecerte por lo que hiciste por nosotros.

—Bueno tenía que ayudarlos, les debía al menos eso, de las tantas veces que tú y los demás me salvaron a mí y a mi madre. —le respondió y tomo su mochila caminando a la entrada de la prisión.

—¿A dónde vas?

—Por mi madre, les avisare que ya nos vamos.

—¿Qué, te vas de la prisión?

—Sí, ya no quiero estar más aquí — dijo y comenzó a caminar.

— Le siguió los pasos— ¿Pero qué piensan hacer saliendo de aquí?, halla afuera la cosa no está fácil

— ¿Y? ese es mi problema ¿Por qué de pronto te preocupas por mí?

— Quedo mudo, estaba sorprendido, parece que se le formo un poco de carácter después de lo vivido—No puedo dejar que se vallan.

—¿Por qué? —se giró a verlo con una leve sonrisa.

—Porque, si te vas yo.. — la miro y empezó a temblar.

—Estarás feliz, ya lo se

—No, yo..digo  — se acercó— Tu ganaste ahora el “juego” —soltó una pequeña risa.

—Si —sonrió— Esta vez yo te salve el pellejo, admítelo — Dijo divertida

—La miro sorprendido y poco a poco una sonrisa se dibujó en sus labios, soltó una risa— Si creo que me lo salvaste Jade, gracias  pero ¿Por qué la bofetada?

—Te lo merecías, corrías peligro y no obedeciste a tu padre, solo querías lucirte ¿no es asi? — respondió tranquila.

—No es eso, si no que después de un largo tiempo, tengo miedo de..—la tomo de la mano y la miro a los ojos.

—Todos tenemos miedos Carl, por eso debemos enfrentarlos.

—Tenía miedo de perderte —respondió sin inmutarse ni titubeos.

—Pero si.. —Sonrojada— No soy nada tuyo.

—Si lo eres, antes mi sueño era solo sobrevivir, seguir con esto hasta que acabara todo pero —la miro directamente a los ojos— Mi deber ahora es cuidarte—término siendo directo y la abrazo.

—Sonrió levemente complacida, cerró sus ojos correspondiendo el abrazo.

—Perdóname por no haberte consolado cuando se fue tu padre, Jade, fui un cobarde.

—E-esta bien —derramando lágrimas— Mi padre nos dejó, en ese momento me sentía tan sola, desconsolada y triste, con la esperanza de que algún día, la vida me sonriera de nuevo —respondía entre sollozos pero no dejaba de sonreír—

—No quiero verte llorar jamás Jade, hare que así sea—continuo sonriendo muy sutil  y se alejó lentamente de ella, saco el collar de su bolsillo entregándoselo en sus manos— Toma.

—¿Es para mí? —lo miro con asombro.

—Solo asintió con la cabeza.

—¡¡¡Ah!!! Esta hermoso gracias Carl —sus gritos agudos resonaron el lugar, varios lograron escuchar tal escandalo— ¡Ahh es una piedra jade!! —grito viendo el collar tan divino.

—Si, combina con tus ojos ¿no? Pensé que te gustaría —la miro de pies a cabeza con un rostro inexpresivo.

—¡¡Ah, Carl, Carl, te amo, te amo!! — grito y se cubrió la boca avergonzada.

—¿Qué? —Reacciono como asustado— ¿Hablas enserio?

—Si —admitió sin sentir vergüenza ya.

—Rio levemente— Yo también —dijo siendo directo y la tomo de la mano.

—volvió a gritar escandalosamente y se lanzó a abrazarlo, pegando su mejilla con la de el.

 

Se dejó abrazar sintiéndose apenado y poco a poco sus mejillas se enrojecieron pero aun teniendo su semblante serio sintiendo como la rubia acariciaba su mejilla con la de él, Glenn y Maggie bajaron de las torres de vigilancia y vieron la escena, al acercarse comentaron.

 

— ¿Qué esos no son Carl y Jade? —cuestiono la mujer de cabello corto, tomo a su esposo del brazo— sonrió.

—Ahí esta Jade, con razón se escuchaba tanto escándalo —dijo Glenn algo sorprendido y rio un poco.

 

En eso salió Daryl,Beth y su líder, ¿Cómo no escuchar los grito de alegría de la rubia, Jade era demasiado armoniosa, acercándose a los cuatro.

 

—Beth y yo somos novios —declaro Daryl y todos voltearon a excepción de los más jóvenes.

—¿Enserió?  —pregunto sorprendido Rick.

—No lo puedo creer —comento Glenn.

—Hay que decirle a los demás —dijo Maggie sorprendida pero feliz por su hermana, corrió adentro y llevándose a Glenn consigo.

—Vaya Daryl—hablo el líder— Nunca pensé que tú y Beth.. —fue interrumpido.

—Pues créelo hombre  ¿Tienes algún problema? —le pregunto algo agresivo Daryl.

—Beth solo sonrió amablemente y sonrojada.

—No, tranquilo está bien —dijo el líder y le palmeo en la espalda a su “hermano”.

—Rick —le hablo Beth— Tu hijo, parece que Jade ha sido la razón de porque se escucha su risa —le dijo emocionada y apunto a la pareja más joven.

—El líder se giró y quedo boquiabierto— ¡CARL! —le hablo muy sorprendido.

 

El chico reacciono asustado y aparto a Jade, girándose a ver a su padre

—¿Qué pasa papá? —lo miro algo asustado.

—Se acercó a ambos y los abrazo— Disfruten por favor, cada momento ¿si?

—Claro —contesto Jade sonriendo y correspondiendo el abrazo.

—Carl —le hablo el hombre a su hijo.

—¿Si?

—Quiero que rías y seas feliz, disfruta de tu vida hijo, cada momento —se alejó de ellos y los miro conmovido.

—Lo hare —se giro a ver Jade sin soltar su mano— Junto con ella —sonrió.

—Y Jade —pronuncio tranquilo el líder y se dirigió a la chica.

—¿Si Sr.Grimes? —sonriendo.

—Gracias por a verle devuelto la risa y la alegría a Carl.

—No, no fui yo —negó con su cabeza— Es solo que ahora Carl, está disfrutando de su vida y la vida se disfruta más junto  con los seres que amas.

—Es verdad —Rick sonrió y se retiró lentamente, junto con la pareja de atrás.

 


 

La rubia de ojos color verde jade, salto abrazándolo y junto sus labios con los de él, cerro sus ojos sonrojada y feliz,si,era muy atrevida e impulsiva en ese aspecto, Carl abrió sus ojos como plato, quedando en shock,poco a poco la abrazo por la cintura y se aferró a ella, dejándose llevar, cayo rendido ante ella, era como ver un cubo de hielo siendo derretido por los cálidos y amarillos rayos del sol, se sentía como lo más extraño del mundo, pero también lo más maravilloso, se enamoró completamente de ella y sin darse cuenta, enamorarse, era algo que nunca había experimentado y mucho menos sentido, incluso en esta guerra de “el más fuerte sobrevive” ,su sueño anterior era solo sobrevivir, seguir vivo, incluso después de perder a seres queridos, de pasar su niñez con guerras y viendo muertes, su adolescencia al parecer iba ser igual solo que ahora estaba completo, ahora tenia una razón mas y muy importante para seguir viviendo, proteger su nuevo sueño.

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4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. :) hola,gracias por leer,no es un fanfic, es un ONE SHOT y no tiene continuación un One shot es una breve historia que solo se escribe una vez COMO UN CUENTO mas o menos :3 igual gracias por leer espero y te halla gustado SALUDOS (Y)

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    2. De nada!! podrias hacer una historia de chandler riggs???

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    3. jaja mm no,de hecho solo tenia inspiración para hacer esta pequeña historia,que espero y te halla gustado :) igual gracias por leer

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