En el país de USA, El Instituto Correccional del Oeste de
Georgia (también conocido simplemente como la Prisión) un inmenso
establecimiento penitenciario ubicado en el condado de Georgia, las torres de
vigilancia por su parte estaban ubicadas dentro de este vallado y sirven para
ofrecer una visión panorámica de los alrededores. Rodeado de imponentes
alambradas y con instalaciones que permanecieron en su mayoría intactas tras el
inicio del apocalipsis, este lugar se convirtió en la mejor opción que los supervivientes
pudieron conseguir para resistir al inminente aumento de los muertos vivientes
en el mundo.
La prisión fue una gran instalación correccional situada en
la zona rural de Georgia, que se encontraba en su mayoría rodeada por un
frondoso bosque. Estaba completamente acordonado por un doble cercado y por
varias torres de vigilancia, mientras que en su interior estaba compuesto por
varios edificios, bloques de celdas y patios de concreto. En la parte posterior
existía además un gran patio de campo abierto al que los supervivientes
supieron sacarle mucho provecho con el paso del tiempo.
Por una de las colinas adyacentes cruzaba una vieja vía
férrea y además existía un arroyo en uno de los costados, de donde los
supervivientes conseguían agua. El edificio también contaba con una gran
cafetería ubicada detrás del bloque C, así como con su propia biblioteca,
armería y enfermería.
El grupo de Rick se refugiaba aquí, hace unos días
terminaron de “limpiar” por completo el Bloque C o al menos eso creían, de caminantes,
todos tomando una celda individual como “habitación”, su lucha interminable
contra el apocalipsis de zombies parecía no tener fin, querían seguir vivos, pero
para ello tenían que luchar, ya que el sueño de todos, ahora, era solamente
eso; Sobrevivir. Ese era el sueño de Carl Grimes, hijo mayor de Rick y Lori
Grimes, después de la terrible muerte de su madre, el único hijo mayor de los
Grimes, habia desarrollado una personalidad distinta a la que tenía a tan solo
sus diez años, de ese niño sentimental y valiente, paso a ser una persona
amoral y fría, matando sin piedad a quien consideraba una amenaza, pero la vida
de este joven sobreviviente iba a “cambiar” por así decirlo, un giro iba dar, que
al parecer no se podrá evitar.
Era una mañana, que por mucha suerte, tranquila, todos los
integrantes del grupo se ocupaban de los “deberes”; Maggie y Glenn, hacían
guardia en las torres de vigilancia de la prisión, Beth y Carol se encargaban
de los deberes “hogareños”; Cocinar, lavar y atender a la bebe Judith, Daryl y
Rick ocupados cargando las armas y equipo de “defensa” y el medico; Hershel, se encontraba
recostado, ya que anteriormente recibió una mordida y tuvieron que apuntarle el
pie, ahora necesitaba reposo.
Carl, el chico que tuvo que lidiar y adaptarse a esta nueva
“vida” descontrolada y peligrosa, aquel niño que tuvo que dispararle a su madre
para que no se zombificara ,tenía que ser fuerte y concentrarse solo en
“sobrevivir” como le decía su padre, se encontraba sentado en su celda ,mirando
su pistola que sostenía en sus manos portando en su cabeza ese sombrero marrón
tan importante, regalo por parte de su padre Rick, mirando fijamente el arma, era
tanto el silencio que había que podía escuchar sus propios pensamientos, recordando
las últimas palabras de su madre :”Hijo tienes que ser fuerte, yo sé que puedes
contra este gran mundo por que eres; fuerte, inteligente y valiente, por favor
cuida mucho a tu padre, si crees que lo que harás es lo correcto, hazlo y si
crees que lo que harás no es correcto no lo hagas, eres mi querido hijo y te quiero.
“ Sin soltar ni una sola lagrima ya, con ese semblante serio al parecer
permanente, respiro profundamente
tratando de controlarse, controlar sus emociones, su silencio fue interrumpido
por unos gritos que provenían no muy lejos del Bloque C, salió corriendo de su
celda, llegando donde estaban Daryl y Rick donde cargaban sus armas dispuestos
a irse, al parecer no fue el único que escucho los gritos.
—¿Qué ocurre, que fueron esos gritos? —cuestiono con el ceño
fruncido guardando su arma en el bolsillo de su pantalón.
—No es nada Hijo—Se giró su padre a verlo— Quédate aquí, Daryl
y yo, regresaremos más tarde—salieron disparados a investigar, puesto que
podría ser que alguien, había entrado a la prisión, con la intención de
adueñársela.
—Tch —chasqueo molesto el joven de cabello castaño, que su
padre no lo deje ayudar le molestaba, ya que según él, podía contra esas
situaciones o ayudar.
Habían quedado solo él y Beth con su hermanita menor en el cuarto
principal, Beth sentada en una silla dormía a Judith, estando cercas de ahí
pudo notar el enfado de Carl, era demasiado obvio cuando se enojaba, el joven
de cabello castaño, tomo una de las sillas del comedor y se sentó frunciendo el
ceño y mirando al suelo, Beth al terminar de dormir a la bebe Judith, se sentó
enfrente de él, en su centro había una pequeña mesa, la rubia lo miro con
serenidad y con esa voz tan tranquila le hablo
—Carl.
—Sin voltear a verla respondió— ¿Qué?
—No te molestes con tu padre, el solo quiere protegerte—lo
miro algo intranquila.
—Yo puedo cuidarme solo, odio que nunca me deja ayudarlos, estoy
harto —mascullo molesto.
—Si pero es tu padre y debes obedecerlo —le respondió
tranquilamente.
—Iré a ver qué pasa y no se te ocurra seguirme o detenerme ¿sí? —Sin responderle se puso de
pie y camino en dirección a los pasillos.
—¡Carl.. —lo llamo Beth— ¿A dónde vas? ten cuidado!
—Ignorando sus palabras el chico armado corrió por el
pasillo principal que era para entrar o salir del Bloque C, para luego ir a
paso lento.
Con la pistola en sus manos poniéndose en guardia con ella, Carl
empezó a recorrer el largo pasillo saco una pequeña linterna que guardaba en su
bolsillo de la camiseta para dar un poco de luz, ya que la oscuridad le
complicaba ver por donde caminaba se dejaba guiar por lo que escuchaba, al
llegar al final del corredor, con sus azulados ojos pudo ver una puerta
oxidada, donde se escuchaban los gritos y disparos, definitivamente ahí es
donde proviene todo ese ruido, con esas agallas que se cargaba, abrió la puerta
de una patada, viendo como su padre y Daryl peleaban contra unos caminantes
estaban siendo atacados junto con un pequeño grupo de tres personas; una mujer
rubia ,un hombre con barba con cabello negro
y una niña rubia, Rick noto la presencia de Carl, al verlo que también
estaba disparando a cierta distancia .
—¡Carl! —Hablo el líder — ¿Qué haces aquí? ¡Vete! —quiso
acercarse pero otro caminante lo tomo por sorpresa pero le disparo, sí que eran
una molestia.
Daryl disparaba con sus flechas al mismo tiempo que las reciclaba,
eran demasiados, Carl se adentro más, esquivado
los ataques de los come-carne, vio a la niña rubia a punto de ser mordida, ella
solo grito aterrada, Carl se interpuso y le disparo en la cabeza y a otros tres
que estaban ahí muy cercas de ellos
—¿Estas bien? —le pregunto a la rubia acercándose.
—S-si —asintió, mirándolo con sus grandes ojos color verde
Jade, brillaban.
En ese momento parecía que el tiempo se había detenido, Carl
quedo inmóvil no podía dejar de verla, los ojos de esa chica, ella hacia lo
mismo ¿Qué era? ¿Impresión? ¿Admiración? Quien sabe pero por parte de Carl esos
ojos verdes brillaban con profundidad, era como ver la vida misma, el bosque,
la naturaleza, con solo ver sus orbes, esto
fue interrumpido por el ruido de un disparo que paso muy cercas de castaño, casi
le daban.
—¡Carl, llévate a la mujer y a la niña lejos de aquí! —le
grito Daryl.
—Si —respondió el joven, llevándose a la señora y a su hija,
lograron salir de ahí.
Después de unos minutos lograron acabar con todos los
caminantes que los atacaban, al parecer Rick ya conocía a esa familia; Víctor,
asi se llama el hombre que fue atacado junto con su esposa e hija, era un viejo
amigo del líder del grupo, hacia a tiempo que no se veían, Rick lo salvo y lo
adentro al Bloque C, mientras él hablaba con su viejo amigo, Daryl le hablo por
atrás murmurándole al oído.
—¿Lo conoces Rick?
—Claro —le respondió en voz casi inaudible— Tranquilo es un
amigo mío, es inofensivo.
Llegaron donde estaban los demás, a excepción de Maggie y
Glenn, la pequeña familia se sentó en unas sillas, mientras que el grupo los
observo
—Rick ¿Quiénes son? —le pregunto Carol recargada en la
pared.
—¿Los conoces? —cuestiono algo inconforme Beth.
—Daryl y Carl quedaron callados
—Fueron atacados—Respondió Rick— Tranquilos yo los conozco,
Víctor es un viejo amigo.
—¡Si! —Respondió el señor pelinegro — Muchas gracias por
salvarnos, me llamo Víctor Collins y estamos en deuda con ustedes.
—De verdad, muchas gracias— Hablo la esposa con un rostro
tranquilo.
—Para eso estamos —Respondió Rick sonriendo.
—No nos deben nada —les contesto Daryl serio— ¿Y cómo
lograron entrar?
—Ah —hablo el Sr.collins—Entramos aquí ayer por la
madrugada, las puertas traseras estaban abiertas, pensábamos que era seguro,
eso fue hasta que nos atacaron esos come-carne.
—Nosotros los llamamos “Caminantes” —hablo Carol seria.
—Qué bueno que nadie fue mordido —dijo Beth sonriendo.
Hubo unos segundos de silencio hasta que la hija de los
Collins, cerró los ojos con fuerza, tirándose al piso y les hacía reverencia.
—¡¡Gracias, muchas gracias, haremos todo lo que nos
digan, son nuestros salvadores!! —gritaba mientras hacia reverencia.
En cierta forma fue gracioso, Rick, Carol y Beth no
aguantaron la risa y se rieron, Carl la miraba con cara de ¿Qué? Y Daryl sonrió
una pizca, la Sra.Collins se tocó la cien, algo avergonzada levantando a su
hija del suelo.
—Discúlpenla, solo esta agradecida —comento riendo un
poco y sentando a la chica rubia en una silla.
—No, está bien —respondió Rick— Fue algo gracioso.
—Ella es mi única hija —la señalo Víctor— Jade Collins y
discúlpenla puede ser un poco exagerada.
—Papa —le hablo Jade a su padre— Eso y más tenemos que
hacer para que nos quedemos.
—No —hablo entre risas Rick— No es necesario, pueden
quedarse, tienes nuestro a poyo Víctor, pueden quedarse con el bloque D, está
despejado de caminantes, quédense todo el tiempo que quieran.
—Oh, gracias amigo, prometo que no les causaremos
problemas —afirmo seguro el hombre pelinegro.
—Eso lo veremos —contesto Carl retirándose de a su celda.
—La chica rubia de ojos verdes lo vio irse, recordó que él
fue el que la salvo de que la mordieran, tenía que darle las gracias.
Eran las 5:00pm,casi atardeciendo, la familia Collins se
encontraba comiendo en las mesas de la cafetería que estaba detrás del Bloque C
de la prisión, aunque no estaban muy lejos de este, al terminar de comer unas
latas que conservaban comida,la Sra.Collins, preparaba sus nuevas “habitaciones”,
que eran celdas pero contaban con su propia cama y baño, Víctor quería ir a
hablar con Rick para saber si necesitaban ayuda en algo y su única hija se
encontraba sentada en una mesa pequeña de la cafetería, la pequeña señorita, abrió
su mochila rosa que cargaba siempre con ella, sacando su violín algo sucio y
rasgado pero funcionaba a la perfección su padre al verlo, hizo un gesto de
fastidio.
—Jade, ya te he dicho que lo botaras, no sirve para nada,
además ya no funciona—La miro con desaprobación.
—Si funciona papa y no es inútil, esto es lo que me
mantiene tranquila casi siempre, sabes que también escribo poemas ¿Por qué no
dices nada sobre eso? —lo miro desafiante la rubia.
—Por que escribir no tiene nada de malo, solo necesitas
una hoja y un lápiz, pero esto, ocupa mucho espacio y es inservible en todo el sentido de la palabra niña —Frunció el ceño molesto.
—La música no es un estorbo, la música es lo que mantiene
mi cordura —le enseño su violín y lo abrazo cerrando sus ojos.
—La miro con extrañeza— Hija, estás loca —concluyo
tocándose la frente y cerrando sus ojos.
—Rio dulcemente— Creo que las mejores personas, lo
estamos ¿no? —lo miro directamente a los ojos.
—Eh,s-si lo que digas —desvió la mirada algo incómodo, esa
mirada que poseía la joven, era muy penetrante e hipnotizadora— Bueno, iré a
hablar con mi amigo Rick, para saber si necesitan ayuda en algo —se puso de pie
y se retiró.
.
.
Pasaron los minutos, el pelinegro regreso en efecto,
necesitaban ayuda, Víctor se fue junto con Daryl a matar algunos caminantes que
empezaban a pasar la primera verja, la Sra.Collins, ayudaba a Beth y Carol en
la cocina.
Jade, la hija de estos dos británicos, no le gustaba que
le dijeran que hacer, estaba educada para obedecer solo a sus padre, así que
ellos eran los que tenían que pasarle la tarea, más sin embargo no hacía a veces
exactamente lo que hacía, era un espíritu muy libre, hacia lo que sentía que tenía
que hacer, su madre le dijo que fuera recolectar pepino, de las siembras que ya
había dado frutos, no la mandaban a cosas relacionada con los “caminantes” ya
que sabían que era muy joven, débil y sensible, salió de la prisión, pasando la
tercera verja, sus botas estilo vaquero, pisaban el césped algo crecido y
manchado de sangre, llevaba un suéter algo largo color blanco tejido, una falda
rosa y unas medias negras, llevaba consigo una canasta cargándola en su hombro
derecho, al llegar empezó a cortar con cuidado los pepinos ya maduros y los introducía
en su canasta.
No muy lejos de ahí, estaban Rick y su único hijo varón, este
no portaba su sombrero marrón como todos los días ya que para él era muy
especial como para usarlo de “granjero” ,alimentaban a los cerdos que estaban
encerrados en cerdas de madera, al terminar de alimentarlos, ambos se
recargaron en una cerda y conversaban tranquilos.
—Mira papa —le señalo Carl a un cerdo dormido.
—¿No crees que “violeta” tiene que comer con los demás?
—se giró a verlo.
—Carl —con su mirada enfrente—Ya te he dicho que no les
pongas nombres, recuerda que en el futuro no muy lejano serán nuestra comida.
—concluyo y se giró a verlo serio.
—Ya lo sé, solo pensaba que.. —Callo por unos segundos— Olvídalo,
ya entendí —concluyo.
El adulto de cabello ligeramente rizado, giro su mirada
al área de “cultivo” ,notando a la joven rubia recolectando pepino, Rick giro
su mirada a Carl y dijo
—Esa niña, ¿fue a la que salvaste de una caminante
verdad? —sonrió leve.
—Ah—reacciono desinteresado—Si, es que tú sabes, no
podemos permitir que alguien muera si podemos aun detenerlos —hablo tranquilo y
mirando a la chica de lejos.
—Así es —asintió girando su mirada para verlo y le palmeo
la espalda— Bien hecho.
—Gracias —sonrió muy levemente el joven de cabello castaño—Pero ¿de verdad confías en ellos?—
—Claro, Víctor es mi amigo, yo conozco a su familia, vi a su
hija desde que era una bebe, claro tu no la conocías por que estabas igual,
tienen la misma edad.
—No confió en ella, es muy extraña.
—Aun no la conoces bien, date el tiempo y veras que son de
confianza —sonrió leve mirando a la niña rubia de lejos—Bueno, creo que hemos
terminado aquí —miro a su hijo— ¿Por qué no le ayudas a Jade? solo quiero que
la vigiles, puede aparecer un “caminante” y si necesitas ayuda entonces házmelo
saber, ¿podrás?
—¿Confías en mí? —lo miro serio.
—Claro —lo miro impresionado.
—Entonces, no dudes de que si puedo con esto —desvió la
mirada y se fue en camino acercándose al área de cultivos.
Solo lo vio irse, por suerte no estaban muy alejados de la
prisión, Carl, camino hasta llegar donde estaba la rubia, la cual tarareaba una
canción, mientras hacia la cosecha, estando a sus espaldas, el joven hablo
siendo directo.
—Te vigilare, por si se acerca un caminante —dijo poniéndose
de lado y sacando su arma, mirando para los lados.
—Oh ¡Hola! —lo saludo sonriendo—
—Hola —respondió con la pistola en sus manos.
—detuvo sus acciones y se concentró en verlo sonriendo— Me
llamo Jade Collins y ¿tu?
—Carl Grimes
—Carl…que bonito nombre —lo pronuncio melodiosamente y rio
dulcemente— Quiero darte las gracias por..a verme salvado de ese caminante.
—No fue la gran cosa, aquí todos nos cuidamos entre si
—Se ve que son muy unidos
—Al parecer si —contesto acercándose más, mirándola de pies
a cabeza, su ropa algo manchada de tierra, su cabello dorado ondulado pero algo
alborotado, su bello rostro un poco descuidado a un que sin ninguna imperfección,
pero con esos grandes ojos verdes, que brillaban con mucha vida, era como una
pequeña muñeca de porcelana descuidada, era muy hermosa, las manos del chico
empezaron a temblar, bajando un poco el arma y miraba hacia los lados, estaba
temblando, sin saber él, el ¿Por qué? — B-bueno ¿ya terminaste con eso?
—Ah si ya casi —sonrió y continuó su labor.
—Te ayudo —respondió directamente guardando su arma en el
bolsillo del pantalón y se acercó a imitar sus acciones.
—Gracias Carl —muy cercas de él, ella quiso alcanzar una
rama con fruto pero estaba más abajo de ellos, casi a sus pies, en un intento
de tratar de alcanzarla se agacho estirando su brazo todo lo que pudo y tomo la
rama jalándola hasta romperla, con el impulso, se levantó y choco con la cabeza
del joven, ambos golpeados —¡Ah! —Grito espantada tocándose la zona dañada y
miro al castaño—Lo lamento Carl.
—Ten más cuidado —la regaño tocándose la cabeza pero sin
hacer ni un gesto de molestia.
—Enserio perdón ¿te duele? —se acercó a tocarle la cabeza
con una mano.
—Temblando y algo nervioso le aparto la mano con cuidado
pero conservando su semblante serio— Estoy bien, estoy bien —desvió la mirada.
Terminando de esa labor, el castaño de ojos azules acompañaba a la jovencita a dejar la canasta
con Carol, pero la rubia vio los cerdos comiendo afuera de lo que parecía un
Establo y al rededor cerdas de madera, llevándose la canasta junto con ella y
corrió dando pequeños saltitos a verlos
—¡Waaa que lindos! —corrió como una niña alegre, emocionada se
asomó poniendo cara de asombro—¿Puedo ponerles nombres?
—No, mi papa ha dicho que son comida.
—¿Enserio? —rio
dulcemente—Es una lástima, yo amo a los animales, son nuestros amigos también—lo
miro—Oh bueno pero eso no quiere decir que los tratemos como comida ¿o sí? —le sonrió.
—¿Qué? —confundido.
—La rubia se asomó nuevamente y le hablo a un cerdito que
estaba cercas— Sr.Cerdo no se enfade con nosotros, solo que tenemos que
alimentarnos de alguna manera —lo miro con compasión, abriendo la puertita,
dejando la canasta en el suelo y adentrándose a tocar al animal.
—¿Qué, hablas con los animes, espera estás loca? —la miro
con extrañeza.
—Sr.Cerdo,usted vale mucho..
—le hablaba la jovencita al animal mientras lo acariciaba.
Carl se quedó boquiabierto mirando la “extraña “escena y
escuchando.
—Todos ustedes —miro a los demás cerditos y acariciaba al
que tenía enfrente— Valen mucho, no porque pueden ser alimento, sino porque
siguen vivos en este peligroso y oscuro mundo, son una vida, por que seguir
vivo aquí es un milagro.
¿Cómo podía hablar así con un animal que pronto seria su
comida? Tanta sensibilidad y calidez que la joven de ojos verdes tenía con
cualquier ser vivo, hizo Carl la viera como una completa extraña, se adentró y
la saco con un brazo de ahí.
—Oye, no puedes abrir la puerta, se pueden salir ¿en que
estabas pensando?
—En hacer lo que tenía que hacer. —se soltó del agarre
sonriéndole y tomo la canasta
retirándose.
Esas palabras resonaron en su mente, el joven no entendió
nada pero de algún modo lo hizo pensar, Jade era la primer chica que conocía
que fuera tan alegre aun cuando están en una situación difícil, con sabiduría
aun siendo tan joven, pasaron los días, de nuevo les dieron una tarea juntos,
esta vez a recolectar plantas medicinales, algo que necesitaba Hershel, ahora
no estaban solos sino que iba Daryl con par de jóvenes ,caminando atrás de
ellos como si fuera su guarda espaldas, recorriendo ahora un poco el bosque,
Carl llevaba su sombrero puesto y armado como de costumbre, Daryl igual estaba
armado, menos Jade, quien solo llevaba una bolsa para guardar lo que ocuparan y su mochila rosa cargando su
violín.
Se detuvieron cercas de un rio, en este día hacía calor, pero
tenían que hacer sus “deberes” cada uno, eso no los iba a detener, Jade se puso
de rodillas en el césped a buscar una planta, basándose en la descripción que
les dio el médico, Carl le ayudaba y
Daryl recargado en un árbol solo
esperaba vigilando y fumando un cigarrillo, la joven rubia buscaba la típica
manzanilla, tarareando y sonriendo con sus labios cerrados
—♫ Manzanilla, manzanilla, manzanilla ¿Dónde estás? ♫
—cantaba muy bajo, casi no se escuchaba, con esa voz dulce,
buscando con sus manos la encontró y emocionada lo tomo en sus manos—¡Ah, aquí
esta! Lo guardo en la bolsa.
—Bien, solo falta el Romero —hablo Carl serio, ya quería irse,
buscando con sus manos, la encontró y la guardo en la bolsa.
En eso se acercaron varios caminantes, Daryl fue el que actuó
rápido, comenzó a dispararle con sus flechas, Carl se puso de pie y se colocó
frente a Jade, comenzó a dispararles, la chica solo se impresiono y observaba
—¡Carl, aleja a Jade de aquí! —le ordeno el joven de brazos
fuertes mientras seguía disparando.
El castaño tomo a la chica de un brazo y la llevo detrás de
un árbol, ahí se sentaron y Carl disparaba desde ahí, la rubia estaba asustada,
sabía que esos al lograr morderte, mueres, no quería morir, Jade amaba la vida
y se aferraba a ello, siendo impulsiva con una mano agarro la camisa del joven,
apretándola con sus manos, casi derramando lágrimas, pero nunca salieron, Carl
sintió el agarre y se giró a verla
—Tranquila, vas a vivir, por qué no dejare que te hagan daño
—le sonrió leve y siguió disparando.
¿Qué fue eso? ¿Acaso leyó su mente, sabía lo que estaba
pensando? Tal vez, pero el corazón de Jade se aceleró, latía tan rápido, sus
mejillas se enrojecieron, ¿era por el clima? Claro que no, era por un
sentimiento que estaba naciendo dentro de ella ¿Qué era? No lo tenía idea, pero
en ese momento en su estómago sintió mariposas, cuando volvió en sí, la pelea
había terminado, Daryl se acercó a ellos preocupado.
—¿Están bien? —les cuestiono asomándose atrás del árbol
—Si —respondió muy seguro Carl.
—Bien, será mejor que nos vallamos —dicho esto empezó a
caminar el “arquero”.
—el castaño se puso de pie e imito al adulto, a cuatro pasos
dio la vuelta y miro a Jade aun sentada— ¡Jade, es hora de irse!
—A-ah,s-si —respondió apenas y se puso de pie caminando aun
lado del chico— Tengo hambre —comento y saco de su mochila un paquete de
galletas— ¿Quieren? —les ofreció a los dos mientras caminaban.
—No gracias, mejor más tarde —respondió Daryl viéndola de
reojo y siguió caminando.
—¿Y tú Carl? —le sonrió, girándose para verlo y le mostro el
paquete de galletas.
—No tengo hambre —dijo y adelanto un poco el paso, se escuchó
el rugido de su estómago reclamando comida, esto hizo que Jade soltara una
pequeña risa y Daryl se rio descaradamente de él, Carl algo apenado la
miro—Bueno…tal vez un poco.
—Puedes tomas las que quieras —le sonrió y se acercó.
—Carl miro el paquete y tomo una galleta— Gracias —apenas y sonrió.
—De nada —sus ojos expresaban emoción, los cerró y sonrió
mostrando sus dientes.
Cuando llegaron a la prisión, entregaron las plantas al médico
del grupo, Carol tendía ropa recargándola en una verja pequeña que era parte de
la entrada de unas escaleras para bajar, al ver a Jade, de inmediato le encargo
entregar varia ropa que estaba “limpia” y seca, entregándosela en sus manos.
—Ten entrega esto —le indico y señalo cual era de quien.
—¡Si! —respondió sonriendo y se retiró.
—Hay que bueno que es obediente, ya estoy harta de ver tanta
ropa —soltó un suspiro y continuo su labor.
La joven rubia casi terminaba de entregar la ropa a las
celdas correspondientes, todo era ropa de mujer, solo al final encontró
camisetas que eran como de hombre, al fijarse
muy bien, esa ropa era de Carl, algo nerviosa llego a su celda y la “puerta”
estaba abierta.
—Carl, aquí está tu ropa y ….—no termino su frase ya que vio
al joven sin camisa y con su cabello húmedo, él se giró a verla sin inmutarse
—¿Jade? —apenas y reacciono.
—¡¡¡¡¡AAHHHHH!!!!!! —soltó
un grito, un grito que resonó en todo el bloque C , se cubrió los ojos
sonrojada y dejo caer las camisetas en el suelo.
—Hey,¿esa es mi ropa?
—pregunto y de inmediato lo recogió.
—¡¡N-no vi n-nada, no vi nada, no vi nada!! —sin descubrirse
los ojos, sonrojada como una cereza.
—¿Qué te ocurre? —pregunto confundido, en eso llego su
padre, al escuchar el grito de la rubia.
—¿Qué pasa? —Vio a Jade asustada, avergonzada y luego a su
hijo— Ah ¡Carl! —Le señalo su parte desnuda— Ponte una camiseta —lo regaño algo
molesto.
—Bueno, pero no sé por qué tanto escándalo —metió su mano
entre las camisetas y entre ellas, se equivocó sacando un bóxer, sin querer, enseñándolo.
—La rubia apenas se había quitado las manos y abriendo los
ojos, vio la ropa interior del joven, volvió a gritar y se fue corriendo
sonrojada.
— ¡Ah! —Reacciono apenas el chico y escondió la prenda
enseguida— Fue un accidente papa —se justificó.
—Carl, hay señoritas aquí, no puedes estar por ahí sin
camisa —negó con su cabeza.
—Regresaba de lavarme y … ah olvídalo, no volverá a pasar —lo
miro serio y bajo la mirada avergonzado.
.
.
.
Al día siguiente, todos se encontraban desayunando, durante
eso Rick les conto a todos lo que había pasado con la ropa de Carl, al mismo
tiempo en que todos rieron a carcajadas, Carl quedo indignado justificándose de
que fue un accidente, mas sin embargo trato de no darle mucha importancia, la
verdad es que le pareció muy gracioso la reacción de la joven rubia, al parecer
era muy inocente o al menos eso le dijo Daryl, el chico de cabello castaño
había terminado de comer, caminaba por los pasillos de más al fondo, por la
biblioteca se escuchó una melodía, de un violín, muy cercas, abrió la puerta
siendo silencioso, entrando dando unos cuantos pasos, estaba Jade sentada en el
suelo tocando, Carl cerro sus ojos escuchando la música, hacía mucho tiempo que
no escuchaba algo que no fueran disparos
o los gritos de los caminantes, respiraba el viento que salía de las ventanas
abiertas, solo concentrándose en escuchar ,por un instante sentía que de verdad
volaba,como atrapado en un sueño, abrió sus orbes azules y visualizo la figura
delgada de la rubia, el chico se acercó a ella lentamente.
—Así que aquí estabas—se acercó y le toco el hombro.
—Se detuvo y lo miro sonrojada— Ah, Carl —sonrió embelesada—Disculpa
por haber entrado a tu celda sin avisar
—Ya paso eso, olvídalo—desvió la mirada— Tu…emm..¿No has
desayunado?
—Ah, claro y cuando termine, vine aquí a tocar un poco —lo
miro feliz.
—Bien.
—Bajo la mirada para luego alzarla— Carl..
—¿Qué pasa? —estando de pie miro abajo.
—Daryl dice que no es nada pero…gracias por cuidarme.
—Jade — se sentó a su lado y la miro— No tienes que decir
gracias cada que te salvemos el pellejo.
—Rio dulcemente cubriéndose con una mano, para luego
verlo—Es que la vida vale mucho Carl, por eso cuando salgo viva de algo, doy
Gracias —le sonrió.
— ¿A sí? Bueno, supongo que tienes razón, tenemos suerte de
estar vivos —se recargo con sus dos brazos y miro el violín de la chica rubia—
Tocas muy bien Jade…¿La conservaste hasta ahora? —señalo el instrumento.
—Sí, mi Padre dice que no sirve para nada, pero tocar el violín,
me tranquiliza.
—Te entiendo —saco de su bolsillo del pantalón un pequeño
librito— Yo leo historietas, eso me tranquiliza y me entretiene—la enseño y se
la entregó en sus manos.
—Oh que genial, yo a veces escribo poemas o historias cortas
que se me ocurren de vez en cuando, por eso estaba aquí, buscaba algo que me
interesara, una inspiración, pero el clima era tan agradable que me deje
llevar tocando mi violín —sonrió y miro
la historieta con asombro.
—¿Encerio,también te gusta leer? —le sonrió leve, como
disfrutaba de su compañía, podía hablar con alguien de su misma edad, lo hacía
sentirse completo, el leía historietas y ella tocaba música, pero también escribía,
podían ser cosas contrarias, pero por alguna razón, se sentía completo con
ella, a los dos les gustaba escapar de la realidad aunque fuera unos instantes.
—Carl, quiero aprender a defenderme —declaro la joven
decidida.
—¿A qué te refieres?
—A saber usar un.. —Trago saliva nerviosa— Un arma
—Ah esto —saco la pistola de su otro bolsillo.
—Si eso — miro el arma asustada.
—Oh, eso es fácil —comento algo altanero— Si quieres puedo
enseñarte a usarla
—Si, por favor —suplico.
—Bueno —se puso de pie y ayudo a la rubia a pararse—Pero
antes le avisare a tus padres que te encontré.
.
.
Ya estaba por atardecer, Carl y Jade estaban por la entrada
de la prisión, tomaron a un caminante para practicar, Jade trataba de
dispararle justo en la cabeza, por su pesto él come-carne estaba tras una verja,
solo podía tirar tres veces y este era su ultimo tiro, el castaño se acercó a
ella por detrás.
—Es que antes de disparar no debes soltar el gatillo —le
explicaba señalándole las partes de la pistola, casi abrazándola—No pierdas de
vista al objetivo, tienes que perderles el miedo, justo en la cabeza es donde
debes disparar.
—Uh —sonrojada— Bueno, lo intentare —apuntando al caminante
tiro del gatillo y fallo.
—Uhh mal tiro —exclamo algo divertido, le quito la pistola y
apunto al caminante disparándole en la cabeza.
—Miro sorprendida.
—Se giró a verla—Gane.
—Rio dulcemente— Déjame intentarlo esta vez no fallare.
—De acuerdo — le entrego la pistola.
—Poniendo toda su atención en la cabeza del caminante, disparo
y esta vez si lo logro, pero no fue preciso, le dio en el cuello, pero consiguió
matarlo y se giro a verlo— ¡¡Ganee!! —emocionada.
—N-noo eso no cuenta —casi haciendo berrinche— Ya no estabamos
jugando —dijo indignado.
—¿Entonces cuando ganare yo el juego? —le pregunto
inocentemente.
—Cuando logres matar más de 10 caminantes y —pensaba— Y me
tienes que salvar el pellejo de ser mordido —quería ponérselo difícil, él sabía
que no iba a pasar nunca.
—Ah,¿ es enserio? Bueno, algún día, yo te salvare y podre
ser fuerte como tú—le sonrió y brincaba emocionada.
—Solo rio un poco.
—Pero de todos modos ¡Le di, le di! —grito emocionada, dando
pequeños saltitos, sí que era escandalosa cuando se emocionaba, pero contagiaba
su interminable alegría.
—Bien hecho —la felicito Carl, colocándose a un lado de ella
y sonriendo muy levemente, girándose para verla.
—¡Todo es gracias a ti Carl ¡—dio un brinco y lo abrazo, por
el impulso ambos cayeron al suelo—¡Gracias, gracias, gracias! —exclamaba sin
dejar de abrazarlo.
—Ah..de nada —apenas pronuncio, la sentía muy cercas, ahora
que lo piensa nunca había sido abrazado por una mujer además de su madre, pero
se sentía diferente a comparación de un abrazo maternal, este era muy calido,extraño
pero agradable, sintió su pecho salir, sin corresponderle quedo casi en shock
hasta que reacciono— Tranquila Jade, no fue nada —le repitió apartándola suavemente,
quedando sentados.
—Rio algo avergonzada—Lo siento…¡Ah sí! —Se acercó más y lo
encaro—¡Carl, la próxima vez, yo te protegeré y ayudare a todos en una dura
pelea, como agradecimiento por todo ,lo prometo!—alzo su puño con determinación
y sus ojos muy brillosos.
—No dijo nada, solo la miro algo sorprendido.
.
.
Pasaron los días y las cosas eran igual, todos se ocupaban
de sus deberes como cada día, Carl y Jade los mandaban hacer tareas juntos, en
una de ellas, Víctor los acompaño ,fueron atacados nuevamente por caminantes y
durante la “pelea” el sombrero favorito de Carl, se rompió un poco, por a ver
protegido nuevamente a Jade, ella se disculpó pero el castaño solo dijo:
“Olvídalo, fue mi culpa” pero si estaba molesto, aun así no podía negar que
disfrutaba de su compañía, se habían hecho grandes amigos, pero dentro de ellos
estaba naciendo algo más, no lo sabían pero lo que sentían era mutuo, eran
amigos y tenían sus diferencias; Carl era tan imprudente y frio mientras que
Jade era aunque no lo demostrara; consciente y muy cálida, por eso es que
estaban tan complementados.
Después paso lo peor que pudo haberle pasado a Jade Collins,
su padre Víctor, fue mordido por un caminante, durante una misión, Rick se
disculpó miles de veces con ella y su madre ,el casi llorando pues era su amigo
de hace ya tiempo, Hershel les había dado la noticia, la chica de cabellos
dorados no lo podía creer, durante ese momento no pudo derramar lágrimas,
estaba confundida pero al ver el cuerpo de su padre desmallado por el dolor, no
le quedo duda de que lo habían mordido y era el momento de “matarlo por
completo” antes de que se zombificara,la madre de la rubia no podía hacerlo, se
encontraban en el bloque C todos
alrededor de los Collins, Hershel toco el hombro de la Sr.Collins.
—Sé que es difícil pero…—bajo la
mirada— Es necesario hacerlo.
—Yo lo hare —hablo Jade seria.
Todos se quedaron callados, Hershel
observo a la joven, la vio decidida.
—Si está segura entonces —saco el
cuchillo— Puedes hacerlo —se acercó entregándoselo en las manos.
—Pero antes me gustaría
despedirme —dijo y el medico asintió, la Sra.Collin ya se había despedido de su
esposo Maggie y Carol la consolaban, todos se retiraron, excepto Carl, quién se
escondió detrás de la puerta con un semblante serio.
La señorita de rostro angelical
pero con sus ojos tristes, se acercó al cuerpo desmallado de Víctor, su padre,
con el cuchillo en una de sus pequeñas manos, se acercó lentamente a
“despedirse” de él.
—Papá —le hablo tratando de
contener su llanto, ese nudo en la garganta se notaba en su dulce voz— Tenias
razón, creo que en este mundo siempre se van las personas buenas, como tú, pero
creo que por algo tenía que pasar —se acercó tocando la mejilla del hombre—
Creo que era tiempo de que te fueras, que ya no dependiera de ti ¿verdad? S-sé
que no estoy sola, tengo mamá y te prometo que la protegeré, encontramos a
buenas personas como tú dijiste , estaremos bien.
Carl escuchaba esas cálidas
palabras de la rubia a su difunto padre, sabe que lo que tiene que hacer es
duro, estaba sintiendo mucha compasión y comprensión por ella, mas sin embargo
en su rostro no lo expresaba,se asomó un poco y siguió escuchando
—Aunque recientemente odiabas el violín,
antes de que pasara todo esto, te gustaba escucharme tocarlo —rio un poco
recordando— Te prometo que de algún modo seremos felices, seguiré viva…Papá te
quiero —cerro sus ojos y le dio un pequeño beso en la frente y al momento de que separo sus pequeños
labios clavó el cuchillo en el centro de la cabeza, sacándolo y salpicándose de
sangre, se tiro al suelo y esas lagrimas que fueron por mucho tiempo retenidas
,salieron de sus orbes verdes, como le dolía esa perdida, se tocaba el pecho
y lloraba en el suelo sola.
El castaño de ojos azules, vio y
escucho todo, se sentía muy mal viendo a la pequeña rubia llorar, apoyada en
rodillas en el suelo, queriendo dar pasos para entrar ¿Por qué quería entrar?,
quería consolarla, ¿Tenía que hacerlo? trago saliva y cerrando sus ojos para
luego abrirlos dio media vuelta y se marchó, pasando a un lado donde estaban
Maggie y Carol consolando a la Sra.Collins, no pudo hacerlo, no pudo abrir su
corazón y acercarse a consolarla, ¿Por qué, que era lo que le temía? ¿Fue un
cobarde o de verdad era frio? Quién sabe.
El cuerpo de Víctor Collins fue
enterrado por el patio trasero de la prisión, dándole un último adiós, Rick se
despidió de su viejo amigo, la Sra.Collins de su esposo, Jade de su padre y los
demás de un buen compañero.
La rubia después de unos cuantos días, permanecía triste por
la muerte de su padre, lloro varios días sin tener ningún consuelo de nadie,
todos preferían dejarla sola incluso su madre no podía apoyarla, era muy débil,
ella estaba igual, pero continuaba ayudando y ella igual, tratando de mantener
esa sonrisa, pero era muy difícil,poco a poco Jade sabía que era lo que sentía por Carl, eso la hacía feliz, le gustaba sentir eso, en
efecto estaba enamorada de él y como era un sentimiento nuevo, le parecía
divertido, el sueño de su padre era que ellas sobrevivieran y así lo quería
cumplir a toda costa.
Carl era más inseguro
y sobre todas la cosas; Terco, no entendía muy bien esas cosas relacionadas al romance,
las mujeres nunca le llamaron la atención, sin embargo no podía negar que le
“gustaba” Beth pero ella lo ve como un hermano, Jade lo hacia confundirse y
dudar de sus sentimientos por Beth, eso lo hacía enojar, en el comedor estaba solo Daryl, que al parecer descansaba después
de una tarea que le fue otorgada con otros del grupo, se durmió ahí sentado en
una silla, como estaba solo, el joven castaño aprovecho para hablar de “hombre
a hombre” Carl se acercó y le toco el hombro haciendo que este reaccionara
—Ah, eres tu —despertó y se giró a verlo— ¿Y tú sombrero?
—Esta algo roto, pero lo reparare.
—Oh, bueno ¿Qué quieres, por qué mierda me despiertas? —le
cuestiono algo enojado.
—Daryl tengo algo que preguntarte—bajo la mirada serio.
—¿Qué pasa? —lo miro confundido.
—¿Qué sabes tú de las chicas? —le pregunto siendo directo y
mirándolo de pie.
.
En otra parte de la prisión, precisamente en el bloque D, se
encontraba Jade en su “habitación” junto con Beth, eran amigas, mientras la
rubia de mayor edad, cargaba a la bebe Judith, tratando de dormirla, Jade cocía
el sombrero, de ese chico que le había robado sus sueños, sus pensamientos, su
corazón.
—¿Ya te sientes mejor Jade? —Le pregunto preocupada por lo
de su perdida.
—Claro, mi padre no hubiera querido que estuviera triste —respondió
sonriendo leve mientras cosía.
—Rick de nuevo te pide disculpas, se siente culpable por que
en la “misión” fue con él y…
—Descuida, dile que no se preocupe, era amigo de mi padre —bajo
la mirada seria y tartamudeo— C-conociéndolo sé que hizo lo que pudo
para..tratar de salvarlo.
—Ya veo —la miro y cambio de tema, no quería verla triste— ¿Cómo
conseguiste el sombrero? —rio algo divertida Beth sentada en el suelo y en sus
brazos acurrucando a la bebé.
—Entre a la habitación de Carl, hace unos minutos, sin que
nadie se diera cuenta, sé que él dijo que no tenía que hacer nada pero, tengo
que arreglarlo, fue mi culpa que se rompiera —cocía el objeto con una leve sonrisa,
en partes se picaba con la aguja, ya llevaba varias cortadas en sus dedos.
—Ten cuidado Jade —le aconsejo Beth mirándola— ¿Pero por qué
lo haces, acaso…te gusta Carl?
—¡¡¿¿Ehh!!?? —Grito impresionada poniéndose más roja que una
cereza—
—Shh, no grites asustas a Judith —la regaño Beth y meneaba a
Judith pues nuevamente comenzó a llorar.
—Lo siento — se disculpó y acercándose a la bebe en brazos—
No, no Judith no llores mira, mira — le
hablaba a la bebe, saco su violín empezando a tocar y Beth la miro con una
sonrisa, comenzando ella a cantar, después Judith nuevamente se durmió—
— Gracias Jade, ayudaste a arrullarla.
— Es lo menos que podía hacer — sonrió y continuo cociendo.
— ¿Y bien? No has respondido mi pregunta — le recordó Beth.
— Ah,s-si es que tu pregunta fue… —detuvo sus acciones,
desvió la mirada avergonzada cubriéndose la cara con sus pequeñas y pálidas
manos.
—Rio— Lo sabía, Jade eres muy obvia ¿Por qué no se lo dices?
—Por qué.. —Bajo la mirada— No puedo, además él es…muy frio,
a veces actúa indiferente con migo, no lo entiendo, pero sé que está molesto
conmigo porque su sombrero se rompió —triste.
—Es un poco intimidante pero es un buen chico Jade, debes de
comprenderlo, ha sufrido mucho —acostó a Judith en unas cobijas en el suelo y
se acercó a la rubia de ojos verdes—Tienes que decírselo.
—Ya lo pensé mucho y le confesare lo que siento, pero lo
hare cuando le entregue el sombrero —continuo cociendo.
—Bueno, creo que es buena idea, se pondrá feliz cuando sepa
que esta como nuevo —le toco el hombro como “apoyándola” y le sonrió.
Paso apenas un minuto y la chica de ojos color verde Jade, término
de “reparar” el sombrero marrón, con una sonrisa se puso de pie y miro a Beth decidida.
—Ahora vuelvo —tomo aire y lo exhaló mirando a la bebe
dormida— Adiós Judith, cosita hermosa — pronuncio con melodía despidiéndose de
Judith.
—Suerte —respondió Beth despidiéndose.
Jade recorría el pasillo principal para entrar directamente
al Bloque C, siendo silenciosa, escucho voces, una de ellas era de Carl sin duda,
se puso a un lado de la puerta de entrada, cuidando de que no la vieran, su
corazón empezó a latir, ¿Este trataba de advertirle algo?
Daryl con ese semblante serio miro al castaño para luego
responder su pregunta
—Reacciono sorprendido— Vaya, me extraña que preguntes eso,amm bueno —se rasco la nuca y lo miro— La
mujeres son algo complicadas ¿sí? No importa lo que hagas nunca las tendrás
conformes y satisfechas.
—¿De verdad? —se cuestionó.
—Si…te lo digo por experiencia, pero ¿Por qué preguntas eso
Carl?
—Ah —se puso nervioso— P-por nada —frunció el ceño y dio
media vuelta— Mejor me voy
—¿Te gusta Jade?
La rubia detrás de la puerta abrió sus ojos como plato y una
sonrisa se dibujó en su rostro ¿será cierto? Continúo escuchando.
—Quedo paralizado y luego se giró— Pues…—bajo la mirada—
—Carl —rio algo divertido— A mí no me engañas, se cómo la
miras.
—Estas equivocado, no estoy seguro de lo que siento pero no
puedo dejar de pensar….en Jade.
—Oh —reacciono con sarcasmo—Pensé que te gustaba Beth
—comento divertido.
—¿Qué, quien te dijo eso? D-digo, ah, pues si me gusta
,¿sabes qué? ¡Olvida lo que te pregunte, siempre me ha gustado Beth y siempre
me gustara! —casi grito, molesto dio media vuelta para salir de ahí.
La rubia sintió una apuñalada en el corazón, sentía que se destruía
por dentro, Carl gustaba de Beth y sonó muy seguro de sus palabras, empezó a
derramar lágrimas, escuchando los fuertes pasos del Castaño aproximándose a la puerta,
decidió correr, pero dejó caer el sombreo marrón en el suelo, el joven al
llegar a la entrada vio su objeto más preciado en el suelo, algo confundido lo recogió
dándose cuenta de que estaba “reparado” con una leve sonrisa se lo coloco en la
cabeza preguntándose >>¿Quién lo a habrá arreglado?<< sin tener
respuesta se retiró del lugar hiendo a su celda individual.
Jade corrió por los pasillos topándose con Hershel, este
noto algo raro en la rubia.
—¿Qué ocurre Jade?
—le cuestiono viendo sus orbes verdes cristalinos.
—¡Nada! —lo hizo a un lado y continuo corriendo.
Solo la vio irse, quedo algo preocupado, no se veía bien,
sin decir o pensar algo más continuo su camino.
.
Al llegar a su celda, por fortuna no estaba ya Beth ni la bebe,
se encerró, recostándose en su cama y comenzó a llorar desaguándose con su
almohada, aunque Jade fuera una chica alegre y dulce también era extremadamente
sensible y algo torpe, no podía creer el gran dolor que se sentía al no ser correspondida,
no sabía si odiar a Beth o envidiarla, ¿Pero qué piensa? claro que no la podía
odiar por algo como eso , Jade no era así, lo que si tenía seguro es que él no
la quería, ¿Cómo pudo ser tan estúpida y pensar que el podía gustarle? Jade era
una chica que se la pasaba en las nubes, volando y soñando, con esto y la trágica
muerte de su padre, tal vez era tiempo de volver a la “realidad” de cómo está
la situación, ser fuerte, olvidarse de su “amor”, ignorar sus sentimientos y
concentrarse en solo sobrevivir.
Pasaron los días y todos notaban el cambio de Jade, era más callada,
casi no comía y por las noches tocaba su violín en su celda, su madre le
preguntaba si estaba bien, ella decía ;”Tengo que estarlo”, Carl por su parte
no le dio importancia, ya no se comunicaba con ella, se preguntaba que le
pasaba pero su indecisión no le permitió acercarse a ella y preguntarle, Beth
se preocupó, ya que al parecer todos los dejaron pasar, incluso Rick, ella
podía ver en los ojos de la rubia un sufrimiento horrible, ¿Pero que era, acaso
le paso algo con Carl? Deicidio visitarla a su “habitación” esta vez sin Judith,
estaba en estos momentos al cuidado de Carol, la joven de tez blanca, llego
tocando un poco para que Jade escuchara, la melodía del violín paro y la reja
fue abierta.
—¿Qué quieres? —la miro con melancolía.
—Jade…estoy preocupada por ti ¿Qué te pasa? —le cuestiono,
miro sus dedos vendados, su apariencia descuidada, sus ojos un poco rojos,
seguramente lloro.
—No es nada —desvió la mirada— Por favor, quiero estar sola.
—¿Te dijo algo malo Carl? Por favor dime
—¡Largo! —grito y cerro la cerca con fuerza junto con una
manta.
Beth frunció el ceño, era obvio que Carl tiene la culpa,
conociéndolo, dio media vuelta y se fue a buscarlo, busco por todos lados que
se le ocurrían, al no ver señales de él adentro, lo encontró afuera, cercas de
una verja, al parecer vigilando, la rubia se acercó girándolo y encarándolo, se
calmó, no quería gritarle.
—Hey,¿Que le hiciste a Jade? — le cuestiono.
—¿Qué? Yo no le hecho nada a Jade
—Carl, ha estado triste y seria, encerrándose en su celda
durante casi una semana, a nadie parece importarle ni si quiera a sus padres,
son muy despreocupados, pero a mí sí, es mi amiga, Jade es una buena chica y no
mece que esté sufriendo —le hablo muy seria.
—Lo hace para llamar la atención, yo no hecho nada.
—Claro que sí, tú debiste a ver hecho algo
—No hice nada —le dio la espalda y miraba hacia afuera.
—¿Por qué no vas a preguntarle que tiene? —siguió hablando.
—Por qué no me interesa, no ha hecho nada por mí para que yo
vaya a consolarla de lo que sea que tiene.
—¿Nada? Jade fue la que coció el sombrero que llevas puesto
—respondió algo molesta.
—Se giró a verla sorprendido— ¿Qué?
—Si ,no sabía cocer, antes de hacerlo, practico con una tela,
se lastimo mucho las manos y dedos, hasta le salió sangre y me sorprende que
aún puede seguir tocando el violin,teniendo los dedos lastimados.
—No le di permiso de tocar mi
sombrero —dijo serio
—¿Qué no entiendes? Hizo algo
bueno por ti y no lo reconoces, estas muy mal Carl.
—>>¿Sera que escucho de lo
que hable con Daryl?<< se preguntó—Dile que gracias —la miro serio.
—Carl…algo le paso, tú debes ser
la razón, de por qué esta así…sé que no lo admitirás pero Daryl y yo estamos
seguros de que te gusta Jade —se acercó tranquila.
—¡Eso no es verdad! —hizo cara de
asco.
—Así ¿Por qué?
—Porque —miraba hacia los lados
como buscando algo y luego la vio—….T-tu.—se trabo.
—¿Por qué, que?
—Porque…porque tú me gustas —desvió
la mirada inseguro.
—Abrió sus ojos sorprendida y lo
observo seria, hubo silencio, Beth miro detenidamente al joven castaño, mentía—
Carl, no digas eso, sé que mientes.
— ¿Cómo lo sabes?
—Lo veo, por favor ve a hablar
con Jade, dale las gracias personalmente ¿sí? —le palmeo el hombro y se retiró.
—Bajo la mirada avergonzado,
claro que mintió, se sentía mal, Jade escucho lo que le dijo a Daryl pero ¿Por
qué se sentía mal al respecto? Tal vez si le gustaba o tal vez no.
Fue a buscar un consejo de su
padre y este al igual que Beth le dijo que fuera personalmente a darle las gracias,
Carl sin más iba en camino a la celda Jade, algo serio, molesto ¿Por qué tenía
que darle las gracias? Lo que había hecho no era la gran cosa y no se lo pidió,
entonces ¿Por qué lo hizo? ¿Era acaso tonta? Estaba muy enojado, tan confundido
que simplemente se dejó llevar por sus impulsos y su imprudencia, caminado a
pasos pesados llegando hasta la celda de
la rubia, toco tres veces y la “puerta” se abrió, Jade se asomó para luego volver
a cerrarla, Carl molesto golpeo la puerta varias veces, hasta que la chica la
abrió y salió.
—¿Qué quieres? —le pregunto
cruzándose de brazos.
—Por tu culpa Beth está molesta
conmigo ¿Qué planeas con esta actuación? —le cuestiono apuntándola.
—¿Actuación? Claro que no estoy
actuando idiota —le respondió molesta, no estaba de humor.
—Abrió sus ojos algo sorprendido,
era la primera vez que la escuchaba y veía molesta— Me está culpando por lo que
te pasa, yo no tengo nada que ver
—¿A no? Si lo que escuche fue…—se
trabo y callo desviando la mirada.
—¿Qué? —le cuestiono.
—Nada.
—¿Qué escuchaste?
—E-escuche tu conversación con
Daryl,¿Te gusta Beth? —le cuestiono y bajo la mirada seria.
—Impresionado desvió la mirada—
Y…y ¿Qué si me gusta? —termino sonando seguro.
—¿Cómo qué y qué? No tienes idea
de lo mal que me siento por eso —lo miro sonrojada.
—No mientas, no estas actuando de
dolida por eso.
—No miento.
—¿Entonces, que tiene que ver de
lo que le dije a Daryl?
—¿Qué no entiendes idiota? —Comenzó a gritar, cerrando sus ojos y
tocándose el pecho—¡¡Me hace sentir mal, me rompe el corazón saberlo porque te
amo!!
—Abrió sus ojos, sus brazos
temblaban, impactado y tartamudeo— M-mientes….no mientas Jade eso no es
verdad..estas triste por lo de tu padre
—¡Si, también por eso, se me
juntaron dos cosas horribles ¿Entonces como no quieres que me ponga triste? Si
tuve que “matar” a mi propio padre! Me hace sentir mal, no quería hacerlo pero tenía,
no soy un monstruo, pero me siento como uno Carl!—derramando lágrimas.
—Tienes que ignorar esa culpa que
sientes, en este nuevo mundo, a veces tienes que hacer cosas horribles, todavía
tengo ese pensamiento, yo también soy un monstruo —la miro— Porque yo también tuve que matar a
mi Madre, así que deja de estar “sufriendo”, tu padre ya no está aquí, tienes
que aprender a defenderte sola, a luchar, aquí la única meta ya es sobrevivir
—la regaño.
—Abrió sus ojos asustada, que
duras y frías palabras, tan propias de él, se sentía aún más destrozada por
dentro.
Cuando de pronto vieron como todos salían de
sus celdas mientras el líder les gritaba
que salieran a tomar sus armas, al parecer los caminantes estaban rompiendo la
primera verja, olvidándose de lo que iba a hacer tomo su arma y se dirigió a
las afueras de la prisión, Carl miro a Jade por unos segundos y esta solo tenía
la mirada al suelo, chasqueo y salió de la celda, dejandola sola, la chica
rubia vio como paso su madre preocupada y la detuvo
—No mama, no vallas, es peligroso
—le advirtió.
—Pero hija…
—Quédate aquí por favor, no
quiero que te pase nada, por favor,no quiero volver a perder a nadie más —le
suplico con sus orbes verdes cristalinos.
—Bueno —bajo la mirada asustada.
—Iré a ayudarlos
—No, hija puedes correr peligro.
—Descuida —camino a la salida y
se giró para verla sonriéndole— Tengo la voluntad y fuerza de mi padre —dicho
esto se giró y corrió saliendo.
Quedo callada y rezaba para que
su hija llegara con vida, era tan miedosa, decidió quedarse dentro de la celda
de su hija.
.
.
El joven de cabello castaño,
llego donde todos estaban disparando y otros con cuchillos clavándoselos en la
cabeza a los come-carne, eran demasiados como más de treinta, Carl comenzó a
disparar acercándose más a la primera verja, sin detenerse, Maggie y Glenn
atacaban con cuchillos, los padres de Jade con el arma AK-47, Carol y Beth con
escopetas,Hershel igual, Rick con una calibre 22 y Daryl les disparaba con sus
flechas.
El chico del sombrero, por un
momento se preguntó por Jade, ya que no la veía por ahí con los demás ¿le habrá
pasado algo? Se estaba preocupando de verdad ,tal vez los caminantes ya la mordieron,
no lo sabe, noto que la primera verja de protección se estaba rompiendo, los
come-carne empujaban y empujaban, con su peso, estaban logrando que se
rompiera, se les estaban terminando las municiones, necesitaban ir por mas, lograron
eliminar a muchos pero a un quedaban unos veinte cuando mucho, casi todos se
fueron para recargar, solo se quedó Carl, Rick, Daryl y Beth, el joven castaño
dejo de disparar, para buscar con la mirada a la joven rubia, pero nada, se
empezó a ponerse nervioso
—¡Papa! —lo llamo preocupado—¿
Donde esta Jade?
—¿Jade? —se giró a verlo recordándola—
No lo se
—Tch…—desvió la mirada.
El joven castaño giro su mirada y
vio a Jade por una esquina de la entrada, al parecer vio todo, Carl noto que la
rubia abrió una de las salidas
“secretas” por una verja, saliendo del lado derecho de la prisión, cargando su
mochila rosa y su violín, ¿Qué estaba haciendo, escapar? Quien sabe, pero algunos caminantes la
escucharon correr y se estaba acercando a ella.
— ¡Jade!
—grito Carl asustado y corrió en dirección a la salida para seguirla.
—¡Carl! —lo llamo su padre y este
le hizo caso omiso.
Los demás ya habían vuelto, notando
la escena, todos, absolutamente todos vieron como esa joven rubia se colocó a
un lado de la manada de caminantes, alzo un brazo sosteniendo el arco y con la
otra, la caja de resonancia, comenzando a tocar, con mucha fuerza,
apasionadamente y rápido.
Todos se cuestionaban ¿Qué estaba
haciendo?
—¿Por qué no se va?, la van a
morder —comento Maggie.
—Hay que ayudarla —hablo Glenn.
—No —les respondió Rick— Creo que
sé lo que planea.
—Es muy lista —concluyo Daryl y
los demás quedaron confundidos.
Rick miro la escena, poniéndola a
ella a prueba y por primera vez dejando la confianza completamente en su hijo, por
supuesto que no duraría mucho para que mandara la orden que de dispararan los
demás, Carl vio que la melodía del violín, hizo que los come-carne se alejaran
de la verja, todos fueron atraídos por la música que se escuchaba tan fuerte,
llena de odio y coraje, eso se podía sentir en la melodía.
Carl abrió sus ojos como plato, contemplando, estaba
paralizado, como esa niña que era tan miedosa y sensible llego a hacer esto, enfrentarlos así como así,
Jade empezó a caminar rápido, los estaba alejando de la prisión, el castaño
reacciono y siguió a los caminantes que lo ignoraban por completo, todos
seguían a Jade, esta no parecía asustada, en su mirada se veía el odio, el
coraje, seguramente por lo que le hicieron a su padre , sus orbes verdes vieron
a Carl, ella frunció el ceño y estando ya como a nueve metros lejos de ahí, de
su mochila saco rápidamente dos mini-granadas, que guardo hasta la fecha, sacándoles
el seguro y las lanzo a los come-carne, estas explotaron junto con ellos, salpicando
carne y tripas podridas, ella manchándose de sangre, pero no le importo, aun
que quedaron varios, Rick sorprendido dio la orden de disparar, Carl se había
alejado de las explosiones ,viendo que quedaban ya muy pocos y estaban siendo
ya aniquilados por los demás que se salieron de la prisión para que las balas
los alcanzaran, un caminante llego a espaldas del joven de ojos azules, Rick le
advirtió
— ¡Carl, detrás de ti! —le grito
y sin dejar de disparar corrió hacia a el, tratando de llegar a tiempo.
El castaño se giró y el caminante
se le echó encima, siendo obviamente más pesado que él, logro derribarlo y trataba de morderle el
brazo ,la pistola resbalo de sus manos y trato de recuperarla al mismo tiempo
que detenía la intención del caminante, pocos segundos él caminante recibió un
balazo en la cabeza, se salvó, Rick se dejó caer al suelo cansado y aliviado,
el chico hizo a un lado al caminante y tomo su pistola girándose a ver quién
disparo ,fue Jade, lo miro seria, los demás habían acabado con los que quedaban,
la rubia se acercó a él lentamente colocando el violín a su espalda y
sosteniéndolo con un brazo.
—Carl —lo llamo con un semblante serio.
—Jade — la miro Carl cautivado.
—la rubia alzo su mano y le tiro
una bofetada en la mejilla a Carl con un semblante serio.
—¿Eh? —apenas y reacciono tocando
su mejilla un poco enrojecida, sorprendido, quedo mudo.
—Gane —pronuncio la rubia y sonrió
mostrando sus dientes.
—El chico abrió sus ojos como
plato sorprendido, lo había olvidado, ese momento en el que..
.
—Es que antes de
disparar no debes soltar el gatillo —le explicaba señalándole las partes de la
pistola, casi abrazándola—No pierdas de vista al objetivo, tienes que perderles
el miedo, justo en la cabeza es donde debes disparar.
—Uh —sonrojada— Bueno,
lo intentare —apuntando al caminante tiro del gatillo y fallo.
—Uhh mal tiro —exclamo
algo divertido, le quito la pistola y apunto al caminante disparándole en la
cabeza.
—Miro sorprendida.
—Se giró a verla—Gane.
—Rio dulcemente— Déjame
intentarlo esta vez no fallare.
—De acuerdo — le
entrego la pistola.
—Poniendo toda su
atención en la cabeza del caminante, disparo y esta vez sí lo logro, pero no fue
precicio,le dio en el cuello, pero consiguió matarlo y se giró a verlo—
¡¡Ganee!! —emocionada.
—N-noo eso no cuenta
—casi haciendo berrinche— Ya no estaba jugando —dijo indignado.
—¿Entonces cuando
ganare yo el juego? —le pregunto inocentemente.
—Cuando logres matar más
de 10 caminantes y —pensaba— Y me tienes que salvar el pellejo de ser mordido
—quería ponérselo difícil, según él sabía que no iba a pasar nunca.
—Ah, ¿es enserio?
bueno ¡algún día yo te salvare y seré fuerte como tú —le sonrió y brincaba
emocionada.
—Solo rio un poco.
.
Recordó la “apuesta” y esa bofetada, sintió como si había
pasado en cámara lenta, esta vez ella “Gano”, Jade lo miro con desdén, cargando
su violín con su mochila en la espalda, dijo
— La próxima vez, obedece a tu padre Carl, casi te muerden —
dijo viéndolo de pies a cabeza y se retiró con una sonrisa.
—¡Carl! —Se acercó su padre a su
hijo y lo abrazo— ¿Estas bien?
—Si…—bajo la mirada— Gracias
a…—frunció el ceño— Estoy bien papa.
—Qué alivio —se alejó le sonrió leve.
.
.
Paso un día ,lograron reparar la
verja casi destruida, Rick dejo que Jade y su madre se quedaran permanentemente
en su equipo ya que habían demostrado ambas, en diferentes ámbitos sus
habilidades para un equipo ,Carl se había ido con Hershel un poco alejado de la
prisión por el bosque, ya que habían cultivado una planta que daba tomates
rojos, la tierra en esa área era muy fértil por eso decidieron cultivar las
semillas ahí, ahora solo el medico se encargaba de cosechar los frutos, mientras
que Carl hacia guardia con la pistola en sus manos y apuntando a todos
lados,secoriandose de que no apareciera un caminante.
—No tienes que estar aquí Carl,
pude venir aquí solo —le comento Hershel mientras recolectaba.
—Tenia que hacerlo, no hay
problema —lo miro tranquilo para luego mirar el suelo, había sol, en la tierra
había una tenue luz verde, se agacho a escarbar, quería saber ¿Qué era? Era muy
curioso, con sus dedos toco algo que se sentía como una piedrita, le quito la
tierra—¿Qué es esto? —hablo en voz alta y Hershel logro escuchar.
—Se asomó— Ah es una piedra Jade,
no había visto una en años, es raro que aparezcan por estar tierras, tienes
suerte muchacho.
—Sonrió leve e impresionado
miraba la pequeña piedra de color verde— Este color —miro la piedra como si
fuera lo más interesante del mundo— Tiene el mismo color que los ojos de Jade.
—Si es verdad —comento Hershel.
—Si, se lo daré a ella, estoy
seguro que le gustara —dijo sin pensar que el medico escuchaba.
—¿Un regalo? —le pregunto.
—Ah —reacciono avergonzado—
Bueno, si solo es para agradecerle por ayudarnos ayer, con….con lo de los
caminantes —hizo una mueca de susto, sin querer pensó en esa chica.
—Lo miro conmovido— Si quieres
dárselo será mejor que lo pulas un poco —se acercó y le palmeo un poco la
espalda.
—Si, lo hare —le sonrió muy
levemente.
.
.
Carl había quedado fascinado con
la idea de regalarle algo a Jade, para darle las gracias por haberlo salvado, que
ironía ¿no? Ahora él quería darle las gracias, Beth le aconsejo que hiciera un
collar con la piedra, ya que Carl solo iba a dárselo así, con ayuda de la rubia
lograron incrustar la pequeña piedrita a una cadenita pequeña para hacerlo como
collar, ya que Beth le dijo al joven castaño que a la mujeres les gustaban la
joyería.
Estaba atardeciendo, era el
momento perfecto, Carl iba muy decidido a entregarle el lindo collar a Jade, su
corazón latía muy rápido, sus manos temblaban, sentía mariposas en el estómago
pero por dentro se sentía feliz, si en efecto, estaba enamorado de ella, después
de todo lo que paso apenas se había dado cuenta, la rubia se encontraba por la
entrada de la prisión mirando el atardecer, llevaba su mochila rosa pero el
hijo mayor de los Grimes, le restó importancia, se acercó a ella y la llamo.
—Jade.
—Se giró a verlo con serenidad— ¿Carl?
—Y-yo —bajo la mirada un poco y
se acomodó su sombrero— Quiero agradecerte por lo que hiciste por nosotros.
—Bueno tenía que ayudarlos, les
debía al menos eso, de las tantas veces que tú y los demás me salvaron a mí y a
mi madre. —le respondió y tomo su mochila caminando a la entrada de la prisión.
—¿A dónde vas?
—Por mi madre, les avisare que ya
nos vamos.
—¿Qué, te vas de la prisión?
—Sí, ya no quiero estar más aquí — dijo y comenzó a caminar.
— Le siguió los pasos— ¿Pero qué piensan hacer saliendo de
aquí?, halla afuera la cosa no está fácil
— ¿Y? ese es mi problema ¿Por qué de pronto te preocupas por
mí?
— Quedo mudo, estaba sorprendido, parece que se le formo un
poco de carácter después de lo vivido—No puedo dejar que se vallan.
—¿Por qué? —se giró a verlo con una leve sonrisa.
—Porque, si te vas yo.. — la miro y empezó a temblar.
—Estarás feliz, ya lo se
—No, yo..digo — se acercó—
Tu ganaste ahora el “juego” —soltó una pequeña risa.
—Si —sonrió— Esta vez yo te salve el pellejo, admítelo —
Dijo divertida
—La miro sorprendido y poco a poco una sonrisa se dibujó en
sus labios, soltó una risa— Si creo que me lo salvaste Jade, gracias pero ¿Por qué la bofetada?
—Te lo merecías, corrías peligro y no obedeciste a tu padre,
solo querías lucirte ¿no es asi? — respondió tranquila.
—No es eso, si no que después de un largo tiempo, tengo
miedo de..—la tomo de la mano y la miro a los ojos.
—Todos tenemos miedos Carl, por eso debemos enfrentarlos.
—Tenía miedo de perderte —respondió sin inmutarse ni
titubeos.
—Pero si.. —Sonrojada— No soy nada tuyo.
—Si lo eres, antes mi sueño era solo sobrevivir, seguir con
esto hasta que acabara todo pero —la miro directamente a los ojos— Mi deber
ahora es cuidarte—término siendo directo y la abrazo.
—Sonrió levemente complacida, cerró sus ojos correspondiendo
el abrazo.
—Perdóname por no haberte consolado cuando se fue tu padre,
Jade, fui un cobarde.
—E-esta bien —derramando lágrimas— Mi padre nos dejó, en ese
momento me sentía tan sola, desconsolada y triste, con la esperanza de que
algún día, la vida me sonriera de nuevo —respondía entre sollozos pero no
dejaba de sonreír—
—No quiero verte llorar jamás Jade, hare que así sea—continuo
sonriendo muy sutil y se alejó
lentamente de ella, saco el collar de su bolsillo entregándoselo en sus manos—
Toma.
—¿Es para mí? —lo miro con
asombro.
—Solo asintió con la cabeza.
—¡¡¡Ah!!! Esta hermoso gracias
Carl —sus gritos agudos resonaron el lugar, varios lograron escuchar tal
escandalo— ¡Ahh es una piedra jade!! —grito viendo el collar tan divino.
—Si, combina con tus ojos ¿no? Pensé
que te gustaría —la miro de pies a cabeza con un rostro inexpresivo.
—¡¡Ah, Carl, Carl, te amo, te amo!!
— grito y se cubrió la boca avergonzada.
—¿Qué? —Reacciono como asustado—
¿Hablas enserio?
—Si —admitió sin sentir vergüenza
ya.
—Rio levemente— Yo también —dijo siendo directo y la tomo de la mano.
—volvió a gritar escandalosamente
y se lanzó a abrazarlo, pegando su mejilla con la de el.
Se dejó abrazar sintiéndose
apenado y poco a poco sus mejillas se enrojecieron pero aun teniendo su
semblante serio sintiendo como la rubia acariciaba su mejilla con la de él, Glenn
y Maggie bajaron de las torres de vigilancia y vieron la escena, al acercarse
comentaron.
— ¿Qué esos no son Carl y Jade? —cuestiono la mujer de
cabello corto, tomo a su esposo del brazo— sonrió.
—Ahí esta Jade, con razón se
escuchaba tanto escándalo —dijo Glenn algo sorprendido y rio un poco.
En eso salió Daryl,Beth y su
líder, ¿Cómo no escuchar los grito de alegría de la rubia, Jade era demasiado
armoniosa, acercándose a los cuatro.
—Beth y yo somos novios —declaro
Daryl y todos voltearon a excepción de los más jóvenes.
—¿Enserió? —pregunto sorprendido Rick.
—No lo puedo creer —comento
Glenn.
—Hay que decirle a los demás —dijo
Maggie sorprendida pero feliz por su hermana, corrió adentro y llevándose a
Glenn consigo.
—Vaya Daryl—hablo el líder— Nunca
pensé que tú y Beth.. —fue interrumpido.
—Pues créelo hombre ¿Tienes algún problema? —le pregunto algo
agresivo Daryl.
—Beth solo sonrió amablemente y
sonrojada.
—No, tranquilo está bien —dijo el
líder y le palmeo en la espalda a su “hermano”.
—Rick —le hablo Beth— Tu hijo,
parece que Jade ha sido la razón de porque se escucha su risa —le dijo
emocionada y apunto a la pareja más joven.
—El líder se giró y quedo
boquiabierto— ¡CARL! —le hablo muy sorprendido.
El chico reacciono asustado y
aparto a Jade, girándose a ver a su padre
—¿Qué pasa papá? —lo miro algo
asustado.
—Se acercó a ambos y los abrazo— Disfruten
por favor, cada momento ¿si?
—Claro —contesto Jade sonriendo y
correspondiendo el abrazo.
—Carl —le hablo el hombre a su
hijo.
—¿Si?
—Quiero que rías y seas feliz, disfruta
de tu vida hijo, cada momento —se alejó de ellos y los miro conmovido.
—Lo hare —se giro a ver Jade sin soltar su mano—
Junto con ella —sonrió.
—Y Jade —pronuncio tranquilo el líder y se dirigió a la
chica.
—¿Si Sr.Grimes? —sonriendo.
—Gracias por a verle devuelto la risa y la alegría a Carl.
—No, no fui yo —negó con su cabeza— Es solo que ahora Carl, está
disfrutando de su vida y la vida se disfruta más junto con los seres que amas.
—Es verdad —Rick sonrió y se retiró lentamente, junto con la
pareja de atrás.
La rubia de ojos color verde jade,
salto abrazándolo y junto sus labios con los de él, cerro sus ojos sonrojada y feliz,si,era
muy atrevida e impulsiva en ese aspecto, Carl abrió sus ojos como plato,
quedando en shock,poco a poco la abrazo por la cintura y se aferró a ella,
dejándose llevar, cayo rendido ante ella, era como ver un cubo de hielo siendo
derretido por los cálidos y amarillos rayos del sol, se sentía como lo más
extraño del mundo, pero también lo más maravilloso, se enamoró completamente de
ella y sin darse cuenta, enamorarse, era algo que nunca había experimentado y
mucho menos sentido, incluso en esta guerra de “el más fuerte sobrevive” ,su
sueño anterior era solo sobrevivir, seguir vivo, incluso después de perder a
seres queridos, de pasar su niñez con guerras y viendo muertes, su adolescencia
al parecer iba ser igual solo que ahora estaba completo, ahora tenia una razón mas y muy importante para seguir viviendo, proteger su nuevo sueño.
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siguela
ResponderEliminar:) hola,gracias por leer,no es un fanfic, es un ONE SHOT y no tiene continuación un One shot es una breve historia que solo se escribe una vez COMO UN CUENTO mas o menos :3 igual gracias por leer espero y te halla gustado SALUDOS (Y)
EliminarDe nada!! podrias hacer una historia de chandler riggs???
Eliminarjaja mm no,de hecho solo tenia inspiración para hacer esta pequeña historia,que espero y te halla gustado :) igual gracias por leer
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