Mariand Castrejón, la Youtuber mujer más importante
y famosa de todo latino américa, se encontraba en su habitación sentada en un
escritorio, al parecer ahora vivía en
una casa propia, sola, manteniéndose de lo que gana en youtube, que por cierto
ganaba bien, la castaña con voz similar a una ardilla, revisaba en su laptop, su
canal de videos, notando que su número de suscriptores había aumentado ,llegando
a los 7 millones, pero era poco, lo era para Mariand, quería más, su gran
ambición era fuerte, leyendo comentarios en sus videos recientemente, como estos
:”¿En
verdad sales con Werevertumorro?”, “ella
es muy guapa para el”, “Yuya ya dinos si
estas saliendo con el werever, queremos saber”,
“Si, si andan, revisen sus redes
sociales, Yuya siempre sube fotos en Instagram y en su twitter de ellos dos”,
”Ya me hice tu fan Yuya, ¡haces linda pareja con él, yuyaxWerever
forever!”.
Así
miles y miles de comentarios igual a estos, se presentaban en la caja de comentarios de cada uno de sus
más recientes videos, los fans estaban de su lado, una pequeña risa maléfica se
asomó en sus labios, alzando sus espesas y prominentes cejas, feliz, pero no
satisfecha.
—>>Por
ahora todo va bien, espero y esa gata callejera no se interfiera con mis
objetivos<< pensó para darle un pequeño trago a su bebida de frutas y sin
dejar de ver la pantalla de su enorme computadora, continuo pensando >>Por otro lado, esta
Gabriel, creo que él tiene la culpa mayor de mis molestias, no deja de
encontrarse con Grey, pero no puedo pelearme seriamente con él, necesito que
parezca que sigue siendo mi novio<< Se tocó la barbilla pensativa
>>Mmm veamos, si hoy siguiéramos siendo “realmente” novios cumpliríamos 8
meses,….¡oh eso es! Le hare un pequeño detalle por nuestro…emm, aniversario, eso
y con mis inevitables encantos, hare que sea de nuevo mi novio, eso facilitaría
las cosas, si es un gran plan, eres muy lista Mariand, recuerda que nunca debe
sospechar nada malo de ti<< pensaba en sus adentros y elogiándose sola,
rio un poco.
En
eso el timbre de la puerta de entrada sonó tres veces seguidas, Mariand se puso
de pie y bajo de las escaleras en dirección a abrir la puerta sabiendo ya de
quien se trataba.
—
¡Quiubo! (saludo) —el pelinegro alzo su mano alegre muy similar cuando empieza
sus videos.
—Pasa
—dijo algo seria sin quitarle la mirada a German.
—Gracias
preciosa. —Le sonrió y se adentró en paso tranquilo—Vaya, así que era enserio
que ibas a vivir sola ¿no? —se giró a verla.
—Si,
además mi hermano no dejaba de interferir con mis planes.
—Ya
sabes que yo estoy de tu lado.
—Eso
lo sé.
—Te
tengo información que podría interesarte —se sentó en un sofá azul sin dejar de
verla.
—¿Qué
es? —se acercó, poniendo sus manos atrás y lo observaba de pie.
—Primero,
¿Saldrás con migo a una cita?
—Ah
—volteo sus ojos— Si, si lo que quieras solo dímelo.
—Tranquila
—dijo divertido— Bueno, fui a casa de Grey, platique un rato con su madre y me
dijo que ella siempre ha querido publicar un libro
—¿Qué,
un libro? —abrió sus grandes ojos marrones como plato.
—Sí
y también, hace una hora, como a las 9:00pm, me había dejado un
mensaje
—Léemelo
—le ordeno.
—Claro —saco su celular y buscando entre los
mensajes enviados lo encontró y comenzó a leerlo— “German,
wey, no creerás esto, mi padre logro convencer a la editorial planeta que le den
una oportunidad a una novela mía, que chido ¿no? ¡Mierda! Mañana iré temprano a
ver si la aceptan, así que ya me voy a dormir, luego te cuento como me fue, y
deséame suerte no seas puto .l. “ .
—Ash..
—Pronuncio con desagrado Yuya— Ese mensaje tiene todo el sello de la gata
callejera.
—Si
este…—guardo su celular— ¿Cómo ves?
—Desvió
la mirada—Así que esa gata callejera ira mañana, a la editorial grupo planeta
—soltó una pequeña risa— Bien, iré yo también, pero la que saldrá con el
contrato seré yo —se apuntó sola— Además de arrebatarle a ella esa meta que
tiene, le demostrare a Gabriel que cualquiera puede escribir, no es la gran cosa
lo que ella hace—se cubrió la boca sin parar de reír, se incorporó y se giró a
ver a German— Seguro mañana temprano saldrá a esa cita, necesito que la
distraigas, para que llegue tarde.
—Ah,
c-claro, ¿iras tú también?
—Sí,
descuida, su libro nunca será publicado, por cierto, gracias por esa
información, ya puedes irte.
—Bueno,
pero —aplicando énfasis se puso de pie— ¿Y mi beso?
—Se
acercó a él y besándolo en los labios por unos segundos se alejó, mirándolo
satisfecha—Luego veremos en donde tendremos la cita, pero mañana no, por qué
estaré ocupada.
—De
acuerdo —dijo restándole importancia, mirándola embelesado y después retirándose
de la casa de la Youtuber en su auto.
.
.
.
En
el departamento del Crew, ya eran las 12:00pm,de noche,iniciando el mes de
Septiembre, raramente había muchas lluvias en estas semanas, siendo ya tarde la
lluvia no dejaba de caer en la ciudad de México, todos los integrantes del
grupo, se encontraban dormidos, puesto que mañana estarían todos ocupados desde
temprano como de costumbre, cada uno en sus habitaciones individuales, excepto
Gabriel, quien recostado en su cama, no podía dormir de nuevo, miraba la ventana
cerrada con las cortinas abiertas, siendo iluminado por la tenue luz de la luna,
viendo el millar de gotas cristalinas deslizándose por la ventana, creando
líneas delgadas de agua en diferentes direcciones, soltando un pesado suspiro
pensaba.
—>>Espero
y esta vez le demuestre a Grey que realmente..<< Saco de su bolsillo del
pantalón la pequeña nota que le había dejado la rubia cuando llegaron de su
“cita” y él estaba dormido >>Que la quiero..y mucho, quiero verla
sonreír<<.
Cerrando
sus ojos con la nota puesta sobre su pecho, escuchaba la lluvia caer, tanto
silencio, le era bueno para pensar, estudiar y analizar a Grey en todos los
aspectos, para cualquier persona que la conociera fácilmente se darían cuenta,
de lo complicada que es.
—>>Siempre
dice que yo no le importo, pero esa vez ¿Por qué curo mis heridas? Si realmente
no le hubiera importado, pudo haberse ido y ya, pero no, además, la nota, ¿Por
qué le importaba tanto que supiera, que sutilmente estaba agradecida conmigo?
Nunca me ha dicho la palabra: Gracias, pero me lo ha demostrado de otras
maneras, creo que hasta en eso, ella es muy especial<<.
Abrió
de nuevo sus pequeños ojos marrones, guardando el trozo de papel bajo su
almohada y de nuevo trato de recuperar el sueño, estaba decidido de que mañana
ira a su casa, a verla de nuevo, quiere ver su rostro sonriente por hacer su
“sueño” realidad.
.
.
Era
otro día, ya había amanecido ,el sol se asomó en el DF, sus rayos entraron por
una ventana de cortinas negras, trayendo luz a ese cuarto repleto de figuras,
peluches de anime, posters etc..,si, era el cuarto de Grey, quien recostada en
posición fetal, quiso abrir su ojos pero no lo consiguió, le molestaba la luz
pero eso no era suficiente para que despertara, de nuevo dormía, hasta que su
alarma del celular se encendió, sonando la canción: “Alumina” del grupo japonés
Nightmare, el celular además de que sonaba vibraba aun lado de ella, la joven al
fin abrió sus ojos y algo molesta apago la alarma, bostezando y saliendo de su
cama en pijama.
—Ah,
pinche despertador, estaba bien dormida —se frotaba un ojo con una mano y con la
otra sostenía su celular, mirando la hora: 5:40 am—¡¿Qué?, mierda ya es tarde!
—grito algo asustada y corrió a vestirse, ni siquiera tuvo tiempo de bañarse, ni
de maquillarse bien, su delineador estaba más descuidado de lo
normal.
Bajo
de las escaleras rápidamente y tomo un paquete de galletas guardándola en su
mochila repleta de Pins, junto con su carpeta morada, las llaves de la casa, una
navaja, un gas lacrimógeno, libreta, pluma y su celular, guardando todo en la
mesa de la cocina donde su madre hacia el almuerzo para su esposo.
—Grey..
—la llamo tranquilamente.
—Ignorando
su llamado continuo guardando todo, revisaba una y otra vez su novela ya
imprimida y engargolada— A ver, inicio, desarrollo..ah —leyendo las hojas
hablaba en un tono inaudible— Nudo y desenlace, si está bien —no paraba de
revisarlo y releerlo.
—Hija..
—de nuevo la llamo algo molesta su madre, pero no se movía de su lugar.
—¿Qué
hora es? —saco su celular viendo la hora: 6:10 am—¡Mierda! —grito molesta y
cargo su mochila en uno de sus hombros.
—¡Grey
Martin! —le grito ya muy enojada su madre y se acercó a ella cruzándose de
brazos.
—¿Qué?
—¿Cómo
que, qué? Te estoy llamando y no me haces caso niña.
—Desvió
la mirada—L-lo siento Madre—se trabo un poco—Pero ya tengo que irme —camino a la
puerta de salida.
—¿No
vas a almorzar?—le cuestiono siguiéndola por detrás.
—No
hay tiempo, ya se me hace tarde, luego regreso ¿si?.
—Bueno,
cuídate y no llegues tarde —le ordeno frunciendo el ceño.
—Si
adiós —abrió la puerta de salida.
—¡Hija!
—Le grito su padre llegando corriendo, al parecer apenas había bajado— ¿Ya te
vas?
—¡Si,
se me hizo tarde pero igual gracias Pa por la cita! —hizo una pequeña
reverencia, no podía ser más
Freak.
—¡Grey
pero si de la idea fue..! —lo interrumpió.
—¡Ya
me voy! —cerro la puerta.
—¡Ash,
esta niña, terca! —se quejó el Sr.Martin dirigiéndose a la cocina, nunca lo deja
terminar de decirle de quien fue originalmente la idea y quien arreglo realmente
su cita con esa editorial.
.
.
.
Corriendo
por el parque, se encaminaba a la parada de auto bus, cuando sintió que alguien
la tomo del brazo.
—¡Agh,
me lleva la chingada ,¿qué quieres!? —se giró la rubia y era German—Ah, eres tú,
¿Qué quieres? ya me voy a..
—Lo
sé, tu…em tu padre me dijo, ayer que vine a tu casa —mintió.
—¿Ah,
sí?
—Sí
y solo quiero desearte suerte.
—Se
incorporó y le dio un pequeño golpe en su hombro—Ya te habías
tardado.
—>>Maldita
perra abusadora<< se tocaba el hombro—De nada y también quería
decirte..amm —>>Piensa German, piensa en algo..¡lo que sea! Para
distraerla como me dijo mi amor<<— Ah…y-yo..
—Mirando
su celular— Ya tengo que irme —se giró para retirarse.
—>>Vamos
di algo<
—¡Adiós!
—se despidió y empezó a correr.
—¡Grey,
me gustas! —grito fuerte, luego se tapó la boca y cubriéndose el rostro, miraba
hacia los lados a ver si no había gente cercas, por suerte no, ya que era
temprano.
—Ese
grito fue suficiente para que la canadiense se detuviera y se girara verlo desde
cierta distancia confundida se acercó poco a poco— ¡¿Q-que dijiste?!
—P-pues,
lo que escuchaste —dijo y no sabía a donde mirar >>¿Pero que dije? Soy un
Amermeláo
(imbécil)<<.
—A
ti te gusta cejotas ¿no? ¡Deja de jugar! —frunció el ceño.
—No,
lo digo enserio —le tomo la mano—Me gustas.
—¿Desde
cuándo?
—¿S-siempre?
—tartamudeo.
—No
dijo nada solo lo miro algo sorprendida.
—Y
quiero saber si…¿quieres ser mi novia?
—¿Q-que
mierd..? n-no..
—¿No?
—N-no
d-digo no sé, esto es muy repentino y se me hace tarde, te, te responderé
después —se soltó de su agarre y salió corriendo.
—Sin
detenerla, vio cómo se retiraba y toco su frente >>Bien hecho German, que
asombrosa idea se te ocurrió, ¿ahora qué le diré a Yuya? Tendré que continuar
con esta mentira<<.
.
.
Tomo
un autobús, algo desesperada, sentándose en los asientos de atrás, al rincón
para ver desde la ventana al exterior, ya había parado de llover, ansiaba por
llegar a tiempo.
Mientras
que Yuya también iba encamino a la misma editorial, pero iba en su auto siendo
conducido por su hermano Sergio, sin borrar una maliciosa sonrisa, llego,
exactamente a las 7:00am, bajando sola, cargando una bolsa negra de Chanel con
cadena dorada, vestida formalmente y su oscuro cabello, recogido, impecable, maquillada
perfectamente, sus dedos repletos de anillos de oro, sus zapatillas con tacón
resonaban al dar paso tras paso, entrando a la editorial, la atendió una
secretaria alta y delgada.
—Buenos
días señorita, ¿Qué busca?
—Ah,
vengo para la cita programada a la 7:00am en las oficinas de edición, sobre la
publicación de un libro.
—Claro,
pase le indicare donde es.
—Mariand
siguió a la trabajadora desde atrás con una sonrisa maliciosa, queriéndose
reír.
.
La
rubia veía la hora de nuevo: 7:39am,pero
que mala suerte tenia o era curioso que siempre se le hacía tarde en lo que
fuera, bajo del autobús y corrió en dirección a la dichosa empresa, viendo un
edificio grande decorado con espejos rectangulares, arriba se podía leer el
nombre y su logotipo, sin duda era ahí, entro apenas, caminando ya despacio,
algo cansada de no parar de corres seis cuadras hasta ahí, algo sudada, su
cabello hecho un desastre, su maquillaje ni hablar, la carpeta más cuidada que
su persona, sus botas con agujetas llenas de lodo, con su respiración agitada
miraba hacia los lados, no sabía a donde ir, se acercó a lo que parecía ser la
recepción, un hombre y una mujer atendían, se asomó un poco y se paró de puntas
ya que no alcanzaba a ver bien, la mujer estaba de espaldas.
—Hola
—Saludo la canadiense, tratando de ser amable.
—Buenos
días señ-..¡ah! —grito asustada al ver a la joven tan palida, su cabello y sus
ojos con el delineador escurrido, parecía un fantasma—P-perdón, me asusto
pero..
—¿Y
cómo no? —Hablo su compañero—Si parece bruj.. —fue interrumpido por su compañera
al recibir un codazo.
—I-ignórelo
Señorita, eh, ¿Qué se le ofrece?.
—Vengo
a una especie de entrevista para publicar un libro aquí.
—Oh,
bueno ¿sabes a qué hora te tocaba pequeña?.
—¿Pequeña?.
—Sí,
una pregunta ¿eres menor de edad?.
—No,
tengo 22 años señora —dijo fulminándola con la mirada.
—Ah,
bueno a un eres joven.
—Mi
entrevista era a las 7:00am.
—Revisaba
unos papeles— Ah, sí p-pero lo siento creo que ese horario ya está ocupado por
alguien mas
—¿Q-que,
por quién? —golpeo con sus manos, el gran mueble de recepción
enojada.
—Aquí
dice Mariand Castrejón.
—Tch,
maldita —mascullo, raspando sus dientes en un tono muy bajo—¡Dame eso! — le
arrebato los papeles a la recepcionista y corrió subiendo al
elevador.
—¡Hey
no puedes hacer eso niña! Le grito sin moverse de su asiento—Hugo —le hablo a su
compañero quien comía una hamburguesa despreocupado— Llama
seguridad.
—Ah,
sí , si —obedeció sin dejar de comer.
.
.
Grey
leyó el número y nombre de oficina, llegando a el, enojada abrió la puerta de
una patada, molesta, la castaña se encontraba ya firmando unos papeles con los
encargados de la editorial.
—¡Tu!
— la apunto desde su distancia.
—Ah
, Grey ya llegaste. —dijo sin dejar de firmar, con solo escuchar ese golpe de
puerta y grito sabía que era ella.
—¿Cómo
supiste de esto, quien te lo dijo?
—Gabriel
—mintió y se detuvo a verla divertida.
—¿E-eh?
N-no, no es verdad —bajo su mano y desvió la mirada— Él no lo haría.
—Rio
a carcajadas—¿De veras lo crees? No seas ingenua, de hecho él me recomendó que
viniera a presentar mi idea, aceptaron por supuesto, si no hubiera sido por él,
no estaría aquí.
—¿Qué
ocurre? —interrumpió un encargado.
—No
es nada importante —le contesto Yuya sonriendo— Ya termine de firmar —le entrego
los papeles y se puso de pie a ver a la canadiense— Grey, solo quiero decirte
que llegaste tarde y yo seré la que publique mi libro.
—¿E-eh?
—abrió sus ojos como plato.
—¡Si!
—contesto el “corrector te textos” o el principal licenciado en literatura, en
traje— Se llamara “Los secretos de Yuya” y el tema principal de Belleza y
cosméticos.
—¿Secretos,
que secretos “interesantes” puede guardar esta pendeja? ¿Belleza y maquillaje?
Que superficial —Cuestiono agresivamente, sin dejar de ver a la morena—¿Crees
que puedes escribir un libro solo porque si? ni si quiera sabes que significa
Escribir —aplico énfasis molesta.
—¿Y?
Yo publicare un libro, soy famosa, tengo dinero, y tu…pues —la miro de pies a
cabeza con desagrado y pena— Das lastima, señores —se giró a ver a los
trabajadores— Muchas gracias, me retiro, después hablaremos de la fecha de
impresión y publicación —todos asintieron con la cabeza y un gerente se acercó a
la rubia.
—Lo
lamentamos señorita Grey, pero usted llego tarde a la entrevista y llego esta
muchacha que al parecer es popular en Youtube, queremos exprimir sus capacidades
y aprovechar su influencia, así que le pedimos guarde la calma y se retire —le
indico la salida.
—Si
ya vete —le indico con la mano la castaña haciendo el: “Shu , Shu” como espantando un animal.
—¡Ah
pero que mierda! —grito furiosa e impulsivamente golpeo en modo karate nivel
experto, justo en el centro, una mesa de madera no muy gruesa, que era donde
estaba un teléfono donde llamaban a recepción, partiéndolo a la
mitad.
—¡Oh!
—gritaron algunos trabajadores alejándose
y los editores se molestaron.
—¡Mariand….
—grito y se acercó a la castaña a punto de golpearla, dijo—Puedes agarrar tu
puto libro de mierda y metértelo por el…!
—¡Ya
llego seguridad ¡ — grito un trabajador y abrieron la puerta para dejarlos
pasar.
—Los
guardias tomaron a Grey de los brazos y pies dejándola inmóvil.
—¡Suéltenme
idiotas! —grito y gruño sacudiéndose.
—Tendrá
que pagar el daño de la mesa —dijo un encargado.
—Yo
lo hare —dijo Yuya viéndola con altanería y a punto de irse—Es lo menos que
puedo hacer por ella, mírenla, pobrecita —la miro con lastima y fingió
amabilidad.
—Maldita
perra —mascullo la rubia— ¡No siempre vas a tener a gente que te cuide, un día
de estos te mandare al hospital! —siguió gritando maldiciones y los guardias la
llevaron a la salida principal, la aventaron al suelo pero la rubia con sus
manos amortiguo la caída, fue como cuando sacan a un gato de una tienda y este
cae de pie.
Estaba
cansada, hambrienta, se sentía sucia, quería de una vez bañarse y para el colmo
estaba siendo más frio, al parecer de nuevo iba a llover, era obvio que nunca
aceptarían de nuevo, nada de ella en esa empresa, ella sola se encargó de
quemarse ,a veces se arrepentía de ser un carácter tan explosivo, se encontraba sentada en una banca con su mochila arriba de sus piernas, mirando
al infinito, después de esto no podría volver a soñar en nada, se sentía tan
pésimo, la vida se ha encargado de poner tantos obstáculos, que ni los más
arduos entrenamientos que ha tenido en su vida, podría superar estas cosas,
sentía un nudo en su garganta y lágrimas reposadas en sus ojos que jamás
saldrían, paso su muñeca en sus parpados limpiándose con una manga para ya no
ver cristalino todo, alzo su mirada al cielo tornado de gris, con nubes más
oscuras, escuchándose los primeros truenos anunciando la lluvia, se sintió tan
impotente en esos momentos ahí adentro.
—Soñar
es una mierda —dijo suspirando profundamente.
Pasaron
los minutos y se encamino a la parada de autobús, comiendo el paquete de
galletas que se había llevado, iría a comer a algún lugar, si pudiera , ya que
como siempre, no tiene dinero más que para el pasaje, más tarde pago su boleto
subiendo al transporte sentándose en un asiento cercas de una venta, viendo
afuera,>>¿Gabo, fuiste capaz de hacer esto?, no te culpo, quien sabe tal
vez me lo merezco, o tal vez no, si no es así ¿Por qué no me llamas y me
preguntas como me fue? Si fue así ¿Estas esperando a que llegue a casa y vengas
a decírmelo en mi cara o a burlarte de mí? eres..extraño<<.
.
.
.
Me desespera lo tonta que es Yuya, y lo dulce que es Gabo jajaja estuvo bien el capitulo aunque pobre de Grey como le jode la cejona. :/
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