jueves, 12 de noviembre de 2015
Capitulo-13: Sin saber
Sin inmutarse ni expresando miedo en su bello
rostro, la chica canadiense la observaba frunciendo el ceño, siempre desde que
la conoció, no le daba buena espina la Youtuber, no importaba que tan hipócrita
y falsa era en sus videos, ella podía ver su verdadera persona, detrás de esa
mascara de “Niña buena”.
Mariand se aproximó más a ella tomando su distancia
y viéndola de pies a cabeza, dijo.
—Vengo a hacerte una advertencia —sin dejar de
verla se cruzó de brazos.
—¿Tú me vas a advertir algo a mí? —Finge rostro de
sorprendida—¡No puede ser! —Exclamo en voz alta tocándose las mejillas con los
ojos bien abiertos, para luego volver a su postura normal y transformando su
cara otra vez normal, es decir, seria.
—Maldita sarcástica, hablo enserio —pronuncio
molesta con esa voz tan chillona.
—Tu voz de mierda no me intimida para nada cejotas,
así que escúpelo de una vez, ¿qué carajos me quieres “advertir”? —con sus dedos
hizo señas de comillas al decir sus últimas
palabras.
—Los chicos del W2M Crew, ya me contaron que
estuviste en su departamento y Gabriel regreso golpeado y herido, todo por tu
culpa.
—S-sí, es verdad —recordó tragando saliva y alzando
su barbilla.
—¿Y descaradamente me dices que si? Tú, no tienes
remedio, eres tan bruja que ¿te gusta verlo siempre lastimado? —finge
preocupación en sus grandes ojos
marrones.
—Mira, yo quise ser amable y explicarles las cosas
a ese grupo de idiotas y me corrieron del departamento, si los vuelvo a ver otra
vez y me empiezan a insultar no tendré piedad y lo mismo va para ti cejotas
—Dicho esto la mira seria y continuo— Si solo viniste a decirme algo que ya se
—dio media vuelta—Me largo —empezó a caminar dándole la espalda pasando a un
lado de ella.
—¡Alto! —Grito y se giró a verla— ¡Aun no he
terminado pordiosera! Quiero advertirte que te alejes de Werever..digo —se
sacudió— De Gabriel, no quiero verlos juntos nunca más en mi
vida.
—¿Te equivocas y lo llamas “Werever”? ¡Ja!
—Pronuncia con ironía— Esta claro que solo lo ves como una celebridad ¿no? —se
acercó lentamente a ella y la encaro fulminándola con su mirada— Eso ve y díselo
al idiota de Gabriel, yo no tengo la culpa de
nada.
—¿Crees que soy tonta? Sé que te gusta —desvió la
mirada un poco para luego dar dos pasos
atrás.
—¿Q-que mierd-..? E-eso no es verdad —tartamudeo
enojada y desviando su azulada mirada.
—Entonces estás de acuerdo conmigo ¿no?
—No
—¿Por qué no? Me acabas de desmentir que te gusta,
debes estar de acuerdo con lo que digo, enserio tú y el no tienen nada en común,
son muy diferentes, tu eres una pordiosera busca problemas, creyéndote
escritora, das lastima —la miro muy creída la
latina.
—Cállate —mascullo y bajo la
mirada.
—¿Crees que puedes golpearlo o que otros lo hagan
por ti, cuantas veces quieras? No es un juguete ¿Quién te crees? —la
empujo.
—No me toques —le advirtió seria y no la movió ni
un centímetro, era más que obvio que Mariand era muy
débil.
—¡Deja esa actitud de amargada, me tienes harta!
—La empujo con más fuerza—¡No entiendo que hay de interesante en ti!
—La rubia la tomo por el cuello usando una mano y
con la otra encadeno sus dos aperladas manos como esposándola, apretando con
fuerza la fulmino con su melancólica
mirada.
—¡Y tú ya me tienes hasta la chingada, mongolita!
—grito con ira y sin detener sus actos.
—Ah..agh —no podía decir nada, le estaba doliendo
el cuello.
—No sabes con quien te estas metiendo, tu fastidias
a todos con tu voz de mierda que suena a flauta descompuesta, tú actitud de
“niña buena” más falsa que tu nariz, a mí no me vas a hablar como te dé la gana,
¿me oíste puta? —le soltó las manos y con un solo brazo la tiro al suelo, como
si fuera una muñeca de trapo.
—¡Ah! —Se quejó Mariand de su dura caída y se
tocaba el cuello mirándola molesta pensando >>Maldita bruja, si es
fuerte..<< — Te odio —dijo sin más.
—¿Me odias? Qué bueno, porque yo te odio más, así
que el sentimiento es mutuo.
—la chica aperlada intento levantarse, pero Grey se
lo impidió colocando de golpe su pie encima de ella, sobre sus costillas,
usándola como alfombra.
—Yuya trataba de levantarse pero era
inútil.
—Vamos, insúltame, ládrame, es todo lo que sabes
hacer, perra —sin dejar de verla una pequeña sonrisa se asomó en sus
labios.
—¡Sergio! —grito la castaña y su hermano, desde su
auto muy cercas de ahí, por suerte escucho su
llamado.
El joven pelinegro se asomó a través de la ventana
del vehículo, notando tal escena, al mismo tiempo se asustó >>German tenía
razón<< pensó negando con su cabeza, él también le había dicho a su
hermana que no hiciera esto, ahora debe de ir a “salvarla” ya que la rubia era
capaz de tomarla como un costal de Box,al parecer no había presencia de personas
a fuera, por suerte, es probable que en la colonia donde vive la rubia, es
normal que se escuchen gritos y que halla
peleas.
—Mariand…—dijo algo nervioso y salió del auto
corriendo por el auxilio de su hermana
menor.
—Deja de gritar y defiéndete, me estoy aburriendo
—comento Grey y sintió como tocaron su espalda con la intención de empujarla,
teniendo reflejos, dio un pequeño giro, esquivándolo, liberando al fin a Yuya,
esta rápidamente se puso de pie y se colocó detrás de su hermano
asustada.
—Sergio, esta salvaje me quiere golpear —dijo la
aperlada a “Fichis”.
—Tranquila Mariand, por eso te dije que no hicieras
esto—le acaricio la cabeza calmándola y se giró a ver a la rubia enojado—¿Cuál
es tu problema? Eres un peligro andante.
—¡Y tu un pedazo de mierda junto con tu falsa
hermana que se hace la victima! —grito demasiado enojada, colorada hasta el
cuello, con su puño cerrado, le tiro un fuerte golpe en la barbilla, al chico
con gorra casi volteando su cabeza.
Mariand algo sorprendida se acercó a Sergio
tocándolo del hombro
—¡Hermano!
—exclamo asustada y miro a Grey con furia,
no tenía idea de que la rubia era capaz de pelear con quien sea— ¡Ya
basta!
—Tu cierra el hocico —le contesto cruzándose de
brazos—¡Querías que me enojara pues lo lograste, escuchen par de imbéciles, no
se metan conmigo, porque no respondo ni a llantos o
suplicas!.
—Eres un monstruo —mascullo el único hombre,
tocándose la herida, la veía fijamente—No creas que por que eres mujer, no voy a
golpearte —se incorporó.
—Y no creas —respondió la canadiense— Que por que
yo sea mujer no me voy a defender—saco del bolsillo trasero de su pantalón roto
una navaja casi del tamaño de su palma y los apunto con el —¿Quieres probarme?
.
—Eres una…—mascullo Sergio apunto de responderle
pero Mariand lo detuvo tomándolo del
brazo.
—Ya Fichis, mejor
vámonos…
—Pero..
—Por favor —Le hizo ojitos y un
puchero.
—Soltó un suspiro—Esta bien —dijo y echándole una última mirada a la
chica vestida de negro molesto se retiró encaminándose al auto con la herida y
sus labios también un poco lastimados.
—¡Grey! —La llamo Mariand, la rubia le había dado
la espalda— Esto no se quedara así, yo me encargare de alejarte de mis
objetivos, no dejare que nadie se interponga en mi
camino.
—Tch —negó con la cabeza y se giró a verla alzando
las cejas desafiante— Bien, Inténtalo. —termino pasándolos de lado
retirándose.
La chica de piel canela, la vio retirarse para
después junto con su hermano regresar a su casa, sobre todo para atender la
herida de su hermano mayor.
Durante el camino Yuya le conto todo a German por
teléfono, este molesto con Grey,le dijo que le ayudaría ahora más que nunca con
su plan, por ahora la castaña mando a German a ver a Grey, que la hiciera pensar
que él está de su lado y así fue, más tarde German fue a verla, sentado junto
con ella en una banca del pequeño parque cercas de su casa, el pelinegro se
cubría un poco la cara con la mano, cuando pasaba una persona, era muy probable
que lo podían reconocer, mientras escuchaba la larga historia que la canadiense
le conto, lo que paso en su cita con Gabriel, lo que le dijeron sus compañeros
del Crew y lo que paso horas atrás con
Mariand.
—Vaya —suspiro algo intrigado— Que fuerte —se cruzó
de brazos y desvió la mirada >>Pero que “paja”(lata), con esta güerita<<
pensó molesto en sus adentros.
—N-no sé qué hacer.. —comento seria y veía el suelo
como si fuera lo más interesante del
mundo.
—Pues por lo que yo veo..amm.. —se rasco la nuca
>>Maldita perra, me tienes harto<< pensó y continuo con su
actuación—Sera mejor que te alejes de Gabo, Grey es lo
mejor.
—¿Si verdad? Eso me digo yo misma todo el tiempo
—le dio la razón.
—Mariand es muy caprichosa, te lo digo yo por que
la conozco, y no va dejarte en paz hasta que ya no te veas con
Gabriel.
—Es una inmadura, yo no tengo la culpa de que….el,
sea tan…
—¿Persistente?
—Sí.
—De hecho lo es pero créeme, en algún momento se va
cansar, si sigues rechazándolo va llegar ese momento en que te dejara en
paz.
—Lo sé, nadie es tan idiota como para seguir
rogando hasta el final.
—Si…—>>Hasta aquí voy bien, creo que la
convencí de no verlo más<<—Bueno veo que ya decidiste que hacer
¿no?
—S-sí..no quiero verlo, solo me causa problemas
—trago saliva,>>Tal vez si dejo de verlo, mis pensamientos, olvido sus
palabras y lo que siento,
desaparezca<<.
—Buena decisión —sonrió falsamente >>Ya no te
interpongas en el plan de Mariand
maldita<<.
.
.
.
Por otro lado, en el departamento del Crew, se
encontraban en la hora de la comida, eran las 3:00pm, después de haber terminado
de trabajar en un nuevo capítulo de una de sus tantas series, en este caso
“Pelusa Caligari”, todos estaban sentados alrededor de la mesa, comiendo pizza,
todos degustaban de sus rebanadas mientras platicaban, Federico sentado junto
con ellos saco de bajo de su asiento una lata de
cerveza.
—Ne yo no
voy a tomar refresco wey, eso es para jotos —le dijo a Cristian quien comía aun
lado de él.
—¿No traes más wey? — le cuestiono mirándolo de
lado.
—Rio divertido— No solo tengo una y es para mí
—continuo comiendo y le dio un trago a la lata llena de
cerveza.
—¡Hey Felix no te acabes todo! —lo regaño Luis
levantándose un poco de su asiento viendo al moreno de baja estatura devorando
como loco.
—Ya no exageres hay para todos —respondió y sin
dejar de comer.
—Que puto asco wey, traga primero la comida y
después habla —siguió Luis con cara de asco y se volvió a
sentar.
—Ya tranquilos chicos —dijo el Wero con una leve
sonrisa girando su mirada aun lado de él se encontraba Gabriel, quien no había
comido nada, sentado con la vista baja con un semblante muy serio—Gabo.. —lo
llamo palmeando un poco su brazo.
—No
responde.
—¿Qué te
pasa?
El moreno, estaba tan confundido, no dejaba de
pensar en ella, no sabe cómo ella va reaccionar con la “sorpresa” que le ha
preparado, quiere demostrarle a esa joven caucásica que realmente la quiere,
sentía todo una mezcla de emociones, le temblaban un poco las manos ,saco su
celular y entre las fotos guardadas, observaba la que le había tomado, con su cámara, a la foto de
la rubia de pequeña que estaba enmarcado, lo hizo la vez que fue por primera vez
a su casa, una leve sonrisa se dibujó en sus labios, él quería ver de nuevo esa
sonrisa como se plasmaba en esa foto, pero de la Grey ya actual, estaba seguro
que un día lograría ver esa sonrisa de nuevo, es uno de sus más grandes sueños
de su vida, su mejor amigo lo miraba preocupado, de nuevo, volvió a palmear un
poco su brazo.
—Gabo..
—A-ah ¿sí? —se giró el moreno apenas a verlo
reaccionando.
—¿Estas bien?
—S-si —desvió la
mirada.
—De nuevo piensas en ella,
¿verdad?
—Suspiro profundamente— No puedo
evitarlo.
—Te entiendo pero, no debes descuidar tu
alimentación amigo, come algo.
—Sí, lo sé —miro su comida sin inmutarse
>>Debo calmarme, no debo pensar tanto ya..n-no debo
preocuparlos<<.
—Gabo come —casi le ordeno su mejor amigo de piel
blanca.
—¿Por qué tenía que ser pizza? —le cuestiono algo
serio.
—¿Qué?
—A mi exnovia le gustaba la
pizza.
—Ah —recordó Ricardo, que antes andaba con
Yuya—Bueno, Luis y Feliz fueron los que escogieron que
comer…y
—¿No pudieron comprar mejor….sushi, comida china
o….? —interrumpido.
—Eso es comida asiática ¿no?
—Si
—>>Seguramente es comida que le gusta a
Grey<<— A la otra compraremos comida de esa si quieres —le
sonrió.
—Bueno, de todos modos gracias por…preocuparte
—dijo en voz baja.
—¿Hey que tanto murmuran ustedes!?—se asomó
levantándose de la mesa Federico.
—A nada importante —respondió el Wero
nervioso.
—De Grey —dijo Gabriel sin inmutarse y mirando a
todos para luego ver fijamente a
Federico.
—G-gabo.. —le hizo una mueca el Wero, recordando
que el resto del Crew no le agrada para nada
Grey.
—¿De la vieja loca esa? —recordó Federico algo
divertido.
—¿De nuevo esa tipa Gabriel? —le cuestiono Israel
al otro extremo de la mesa.
—Ya hemos escuchado mucho de ella —dijo
Cristian.
—¿Y? —aplico énfasis el Líder, moreno con
barba.
—Gabo, tenemos algo que decirte acerca de ella —le
hablo Luis algo serio.
—¿Qué es? —les pregunto Gabriel mirando a todos y
estos pararon de comer, nadie se movía, se encontraban
callados.
—Mira wey, no queremos que te ofendas —se puso de
pie Luis y recargo sus manos sobre la mesa mirándolo fijamente— Pero después de
lo que paso ayer, ver como llegaste, todo por ella, nos queda claro que, es un
problema —termino y miro a los demás.
—Wey, neta esa vieja no nos da buena espina, se
nota que es insensible y es demasiado ruda —comento Federico sentado cruzado de
brazos.
—Se ve que tiene malas influencias —dijo Isra y
continuo comiendo sin dejar su semblante
serio.
—Esa Grey no es de confiar amigo, mujeres como ella
son de las que uno se tiene que alejar —continuo Felix mirándolo con
compasión.
—E-están equivocados.. —negó con su cabeza Gabriel
y fue interrumpido.
—Mira wey entendemos que te guste, por qué pues si
esta bonita y…si esta buena, es como de esos juegos que te encuentras en las
tiendas y solo queda uno por su calidad pero…
—interrumpido.
—¡Ve al grano pendejo! —grito Federico con
desesperación.
—¡Ah ya está bien! —alzo un poco sus manos el
mujeriego del Crew haciendo gesto de: “hay que genio” — El punto es que ella, es
peligrosa.
—¿Qué? —pronuncio el moreno de orejas grandes
haciendo un gesto de extrañeza— ¿p-peligrosa?¡ Claro que no! —alzo la
voz.
—Es la verdad wey —aclaro Luis—Esa chica es muy
peligrosa, mírate, ¿no ves como quedaste después de salir con ella? Imagínate si
sigues saliendo más seguido, ¡nos quedaremos sin “líder” cabrón! —expreso con ironía y algo
molesto.
—Tiene razón —pronunciaron todos en unísono a
excepción del Wero quien estaba muy
callado.
—Es que ustedes no entienden —se puso de pie Gabo y
los miro a todos con decepción— Ella parece ser dura y fría pero si la conocen
mejor, si de verdad se dan el tiempo de conocerla y ver más a fondo esos
ojos…—bajo la mirada con una pequeña sonrisa— Esos ojos hermosos, tan profundos
y misteriosos —emitió una pequeña risita—Jamás había visto tales ojos.. —dijo en
un tono casi inaudible por un momento olvidándose de que todos lo veían y
escuchaban, levanto su mirada y se incorporó sacudiendo un poco su cabeza,
aclaro su garganta y continuo—P-pero como dije, no saben lo que están diciendo,
de verdad, conózcanla mejor —insistió.
—A mí me agrada —hablo al fin el Wero poniéndose de
pie y colocándose a un lado de Gabriel—Yo la vi cuando llego aquí con él, ella
lo trajo cargando hasta el sillón y después lo curo de sus heridas, no me lo
dijo pero yo vi que estaba muy agradecida
con el —dijo serio.
—¿¡De verdad!? —se giró a verlo el moreno tomándolo
de los hombros sonriendo.
—Si —le correspondió la
sonrisa.
—¡Oh! —exclamo emocionado y los demás los vieron
confundidos.
—El punto es wey…que no nos agrada —concluyo
Luis.
—El Youtuber mexicano se giró a verlos algo
molesto— Eso dicen ahora, pero verán que después les demostrare lo contrario
—termino sus palabras y se retiró del lugar algo
molesto.
Todos quedaron callados, descartando a Ricardo, los
demás no estaban de acuerdo en que su amigo anduviera con esa chica que la
consideraban; peligrosa y creadora de problemas y sobretodo peleas, aun así si
Gabo, les dijo que la conocieran mejor ¿tendría razón? Quien sabe por ahora
todos se encargarían de mantener vigilada a esa misteriosa y extraña mujer, esa
que al parecer ha vuelto loco a su “Líder” del Crew.
.
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Por otro lado
Gabriel, quien algo molesto por los comentarios que
hicieron los integrantes del Crew sobre Grey, no le parecía la actitud que
estaban tomando con ella si aún no la conocen más a fondo, nunca se imaginaria
que sus amigos estarían en ese plan, en su auto conducía tratando de
concentrarse para que no pasara otro
accidente como con el que tuvo con la rubia, que curiosamente fue por ese
incidente que la conoció, estaba en camino al gimnasio de artes marciales,
planeaba ir a buscar de nuevo a Grey, era obvio que “darse por vencido” no era
parte de él.
Al llegar estaciono su auto cercas de la entrada, a
pesar de que había un ligero sol, se podía sentir el aire helado que mecía las
grandes ramas de los árboles que eran parte de decoración y rodeaban el gran
salón desde el exterior, pisando ahora una banqueta de suelo pavimentado, trago
saliva algo nervioso, quizás esta vez la vea o quizás no, pero no perdía nada
con intentarlo otra vez, subiendo las pequeñas escaleras que conducían a la gran
puerta de cristal, acercó, aún más su rostro para ver si podía ver algo a través
del cristal transparente, al parecer no se presenciaba nadie, la puerta estaba
abierta, girando el picaporte se adentró al
lugar.
En una pequeña oficina que se encontraba aun lado
de la dichosa cabina, la rubia había introducido en un pequeño microondas de ahí
conectado y encima de un pequeño mueble de madera, calentaba una sopa
instantánea “Ottogi” de res, esperando a que terminara de hervir, al escuchar
los tres chillidos del aparato indicando que el tiempo ha terminado, abre la
pequeña puertita sacando su alimento y aspirando el aroma que desprendía el
plato lleno de sopa, se sentó en una silla, colocando el plato sobre una mesa de
vidrio y comenzó a devorar la pasta con unos palillos chinos de madera, su
degustación fue interrumpida por unas voces que escucho muy cercas de
ahí.
—¡Oh Werevertumorro! —grito emocionado el Sr.Martin
quien venia del baño encontrándose nuevamente al joven moreno, por el salón de
entrenamiento.
—Ah, qué onda, d-digo, buenas tardes Sr.Martin
—tartamudeo un poco pero no borro su
sonrisa.
—Déjate de cordialidad, dime Albert —le palmeo el
hombro, el adulto de cabello rubio y
cuerpo fornido.
—Ah, b-bueno es un gusto volver a verte Albert —lo
saludo de mano.
—Igualmente, ¿vienes a ver si esta mi hija
verdad?
—Rio nerviosamente y se rasco la nuca mirando al
suelo— P-pues si la verdad…quiero saber si está
aquí.
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—>>¿Eh, de nuevo vino?<< se cuestionó
impresionada la chica, poniéndose de pie y asomándose por una pequeña ventana de
la oficina.
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—Veras..emm Grey ahorita no está, se fue a comprar
algunas cosas que yo le encargue —dijo para luego disimuladamente ver a su hija
con desaprobación y su hija viéndolo desde muy cercas le respondió frunciendo el
ceño.
—Ah…—dijo ingenuamente—Bueno, gracias —agradeció
algo desanimado despidiéndose y empezó a caminar hacia la
salida.
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—>>S-se está hiendo, Grey, detenlo<< se
decía ella misma en sus adentros, su corazón de nuevo empezó a latir
aceleradamente, su cuerpo temblaba y sus piernas no le respondían
>>V-amos..M-mierda, mis piernas no me responden, sé qué..me prometí a mí
misma no verlo más pero..¡agh mierda!<< quería detenerlo, su corazón le
estaba diciendo que le gritara, que fuera a detenerlo, pero su cuerpo no
respondía, sobretodo su orgullo no cedía su pesado y necio
orgullo.
.
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Perdida en sus pensamientos, el Sr.Martin le hablo
a Gabo, deteniéndolo antes de que saliera por la
puerta.
—¿S-se le ofrece algo? —pregunto algo confundido
Gabriel viéndolo fijamente.
—Tengo que hablar
contigo.
—Ah…bueno
—Sígueme —lo guio a las afueras del
gimnasio.
Afuera del salón, aun lado en un lugar algo cerrado
por una cerca, había solo una mesa de madera con dos sillas, como para hacer un
picnic o simplemente comer ahí, sentados frente a frente, debajo de ellos
césped, a su alrededor grandes árboles que sombreaban y hacían que el ambiente
se sintiera más frío, el adulto rubio lo miro
fijamente.
—Gabriel —lo llamo
serio.
—¿Si?
—¿De verdad quieres a mi
hija?
—Sí, demasiado
Sr.Martin..
—No es la primera vez que vienes aquí por ella
—dijo con la voz un poco ronca y se enderezo un poco de su asiento y continuo—
Veras, Grey, ahora la he notado muy extraña, en las clases se le olvidan varios
detalles, se mal pasa en comidas, a veces esta distraída y por esa razón hace
poco un alumno logro noquearla.
—¿Qué? —exclamó
sorprendido.
—Sí, eso nunca había pasado, nadie había podido
lastimarla en ninguna clase o entrenamiento, me sorprendí mucho y por ahora,
creo que no quiere verte. —dijo siendo
directo.
—Ah,y-ya veo.. —desvió la mirada y pensó
>>¿Sera por qué me le confesé tan repentinamente?<
—Claro que si, Grey es complicada, lo sé y
—recargo su espalda en la silla y se cruzó de brazos sin dejar de
verlo.
—E-ella me, me ha dicho que es una escritora, veo
que le gusta mucho escribir y yo la neta admiro mucho su pasión, por qué creo
que eso no cualquiera lo hace…
—Si, desde niña escribía cuentos en sus cuadernos
,hasta la fecha, un día me dijo que quería publicar un libro, yo le dije que eso
no servía de nada, justo fue cuando la corrieron del puesto de cajera por
golpear al supervisor que..
—interrumpido.
—¡Wow, espere, ¿Qué dijo? !—abrió sus ojos como
plato.
—Que la corrieron de su puesto de cajera, por qué
golpeo al…
—No, no antes de
eso
—Ah, ella me dijo que quería publicar un
libro.
—¡Eso es, la ayudare en eso! —Se puso de pie
emocionado—¡Yo voy a hacer que Grey Martin publique su primer libro! —Alzo un
poco el puño entusiasmado— Gracias Albert —le agradeció sonriendo y mostrando
sus dientes.
—E-este de nada, creo…—dijo algo
confundido.
—Cuando tenga la aprobación de una editorial, le
llamare —dijo decidido.
—Sí, deja te paso mi numero —sonriendo saco su
celular y se lo dicto.
—Tengo que irme —se puso de pie—Dígale que le mando
saludos ¿va?
—Si yo le digo…pero muchacho —lo
miro.
—¿Si?
—De verdad piensas hacer esto, ¿Ayudarla a cumplir
ese sueño?
—Yo haría lo que fuera por ella Albert,
quiero…¡quiero verla sonreír de nuevo! —dijo mirándolo y sin borrar sus
sonrisa—Ya me voy, cuídese ¿si?—se despidió y se retiró del lugar con mucha
energía.
—Asi adiós.. —Le contesto viéndolo retirarse muy
conmovido—Es un buen muchacho —dijo en un tono mas
bajo.
.
.
La canadiense desde una ventana veía al moreno
retirarse del lugar en su auto, soltó un suspiro y se dejó caer de sentón en el
piso >>Grey…eres una cobarde << soltó un pesado suspiro y miro el
suelo como si fuera lo más interesante del mundo >>Gabo…si supieras, por
ti he estado toda estúpida, ¡es tu culpa idiota, yo no quería sentir, mierda yo
no quería! Pero tu….a pesar de todo, sigues
aquí.<<.
.
.
German, había visitado efímeramente, la casa de
Grey, quien solo se encontraba su madre, siendo esta muy parlanchina, totalmente
lo opuesto a su hija, se quedó conversando con él, entre su charla salió Grey,
la Sra.Martin le dijo lo mismo que Albert a Gabriel, que Grey hace tiempo dijo
que quería publicar un libro, esto lo guardo como una nota muy importante para
decirle a Mariand, después de un rato se retiró, encaminándose ahora a la casa
de la Youtuber, con información valiosa.
Gabriel por su parte fue a muchas editoriales,
estos ignoraban su propuesta y solo le ofrecían a el publicar un libro, lo cual
este se negaba, hasta que llego convencer a la editorial Grupo Planeta,
acordaron en traer la obra y la misma autora mañana a las 7:00am,el moreno feliz
término el trato y salió del gran edificio con una sonrisa, lo había logrado,
tenía un poco de suerte al parecer, o quizás fue simplemente por su influencia lo que hizo que cedieran, ahora solo faltaba avisarle al Sr.Martin,
sacando su celular, mientras manejaba su auto hacia el departamento, esperando a
que el adulto contestara.
—¿Hola? —contesto el adulto rubio mientras cenaba
con su familia.
—¡Albert, ya conseguí una cita para Grey, mañana a
las 7:00am,en la editorial Grupo Planeta! —dijo
emocionado.
—¿Q-que tan pronto? —le cuestiono
impresionado.
—¡Sí!
—el adulto hizo cara de sorprendido mientras su
esposa seguía comiendo y Grey lo veía
extrañada.
—Deja de le dicto la dirección
—comento.
—Ah, sí..
Al terminar de dictarle, el moreno se despidió ya
que tenía otras cosas que hacer, pero no podía estar más feliz, Albert, colgó y
guardo su celular en el bolsillo trasero de su pantalón con un rostro
sereno.
—¿Quién era? —le cuestiono su única hija mirándolo
con serenidad.
—Ah,eh..veras creo que al fin, se cumplirá tu "sueño"
de publicar un libro hija,la editorial Grupo planeta te quiere ver a las 7:00am
en sus oficinas de edición, te deseo suerte, pero todo gracias a..
—interrumpido.
—¿De verdad, es neta? ¡Oh mierda que suerte! —se
puso de pie con una leve sonrisa y
emocionada.
—Si, quien arreglo la cita fue Ga…—de nuevo lo
interrumpe.
—Debo de organizar toda mi novela para mañana
—desvió la mirada recordando para luego subir hacia las escaleras y antes de
irse a su habitación, le hecho una última mirada al Sr.Martin—¡Gracias papa,
eres chingón! —alzo su pulgar con una muy leve sonrisa para luego terminar,
subir a toda prisa las escaleras.
—¿Es verdad eso Albert? —Le pregunto su esposa
sentada aun lado de él.
—Sí, es verdad pero.. —>>No termine de
decirle que es Gabriel quien logro que esto
sucediera<<.
.
.
La joven canadiense se encontraba ahora recostada
en su cama, revisando y organizando toda su novela, pasándola en “limpio” para
después ir a imprimirla, ella no podía creer que su padre haya logrado que una
editorial se interese por una de sus obras, nunca le había pasado algo así,
nunca había tenido suerte en nada, pero al parecer esta vez la vida le ha dado
una oportunidad, sentía mucha emoción por dentro mas no era buena expresándolo
corporalmente, aunque tal vez el destino quiera dar una jugada en la tabla de
ajedrez y la sorprenda y no de la buena
manera.
.
.
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.
.
Gabo…si supieras, por ti he estado toda estúpida, ¡es tu culpa idiota, yo no quería sentir, mierda yo no quería! Pero tu….a pesar de todo, sigues aquí.
ResponderEliminarAwww <3 .... Oye que pedo? En lugar de Hostigar a Grey deberian intentar alejar a Gabo ya que el es el que se acerca a ella no Grey a el jajaja Yuya me desespera.... Espero el siguiente...