Era el día de la boda de Luis Torres,
integrante del tan aclamado W2MCrew,una tarde nublada con proximidades de
lluvia, el invierno ya estaba llegando y eso era claro, la noticia de su boda
impacto a muchos fans de estos, pero a la vez se alegraron por él, en las redes
sociales ya dejaban sus mensajes de felicitación, aunque la boda aun no daba
inicio, faltaban tres horas, muchos de sus conocidos empezaron a prepararse, en
el departamento del Crew todos comían, ya que después irían a la
boda.
—No puedo creer que Luis se case —dijo Cristian
algo sorprendido mientras comía.
—Lo mismo digo, neta Luis, nunca lo esperamos de ti
—hablo Félix sonriente.
—Sí, creíamos que Cristian se iba a casar primero
—rio el Wero.
—¿Enserio? pues mira, yo salí mas lanzado —dijo
Luis apuntándose a el mismo orgulloso—Todos tienen que ir de gala ¿eh? Y con un
regalo.
—Si, si ya nos lo dijiste miles de veces
—respondió con fastidio Isra.
Todos sentados en una mesa grande, comían,
charlaban y bromeaban, solo alguien no estaba allí, así es, Gabo, de nuevo
estaba desaparecido, pero nadie se preguntaba dónde estaba, prefería dejarlo en
paz y ver si después se le pasara lo que sea que tenga, el más preocupado era el
Wero,le había hablado varias veces por el celular pero no respondía las
llamadas, estaba realmente preocupado, obviamente, porque era su mejor
amigo.
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Mientras en la casa de Grey, era su día de
descanso, encerrada en su habitación como siempre, veía un capítulo de Death
Note, mientras comía una barra de chocolate, aun lado de ella estaba su nuevo
gatito blanco que defendió anteriormente de unos malcriados niños, al que ella
llamo “Rin-chan”, el pequeño felino recostado en el suelo tapizado de alfombra
negra, relajado con sus ojos cerrados y aparentemente dormido recargado en una
pierna de Grey, había entrado en calor con el calor de su dueña, ya que afuera
hacia frio, aunque las manos de ella eran eternamente frías, la rubia le
acariciaba abajito de su hocico, pero no despegaba la vista de la televisión,
hace tiempo que no veía anime, estaba su cabeza tan llena y estresada por
“tonterías” como decía ella, ya no quería pensar en él, en ese hombre que fue
capaz de arrebatarle su pasión por escribir y reinar en su cabeza, sabía que hoy
era el día de la boda de Luis en la cual Gabo iba a ir, ya había sido invitada
por el Wero, pero aun así ella rechazo, no quería verlo, eso se decía cada que
el poco atractivo rostro del moreno se le venía a la mente, quería distraerse,
tenía que distraerse, su corazón estaba siendo muy necio, no quería escucharlo,
realmente no quería sentir nada.
Después de una hora, decidió salir a buscar
inspiración al parque el cual había quedado húmedo por la fuerte lluvia, que
ahora estaba muy tranquila, apenas y se podía sentir las gotas de agua, ya que
estaba sola en casa, porque sus padres salieron por asuntos económicos, ella
cerró la puerta con seguro, guardando las llaves en el bolsillo de su pantalón,
al igual que algo de dinero, normalmente ella llevaba el dinero en sus bolsillos
ya que le parecía más seguro que llevarlo en una bolsa, camino por la calle
vistiendo un pantalón rasgado gris de mezclilla, con botas con agujetas color
vino, una camiseta negra y tapada con una tipo gabardina negra de cuero algo
degastada, su cabello apenas y cepillado, sin nada de maquillaje, en sus ojos
siempre se podía ver el cansancio, melancolía, la profundidad que transmitían,
ese azul brillante y a la vez opaco te hacia
estremecer.
Caminaba por las calles, decidió no ir al parque ya
que había personas y parejas ahí, no quería ruido, creo que se estaba
arrepintiendo, recordó que en su colonia nunca hay silencio para la inspiración,
paso por la parada de autobús desolado, automáticamente recordando cuando Gabo
la espero por horas, debajo de la lluvia y el frio, su azulada mirada vio al
cielo, tornado de gris, cayendo diminutas gotas de agua en su exquisita cara,
recordando también aquella ves que el mexicano la cubrió de la lluvia con su
chaqueta, siguiéndola hasta su casa, para asegurarse de que llegara a salvo, sus
ojos brillaron, bajo su mirada, observando el suelo, donde corría ligera agua,
de nuevo recordando:
—Ahora quiero que me digas tu ¿Estás diciéndome la
verdad?
—¡Si, te
lo juro! —grito casi poniéndose de arrodillas.
—Bien, entonces lame el piso —le
señalo.
—¿Qué?
—sorprendido.
—Si realmente me estás diciendo la verdad, entonces
lame el suelo y te creeré. —alzo las
cejas.
—P-pero…
—Tranquilo acaba de llover, el suelo esta “limpio”
—comento casi riéndose.
—Tch…no mames —pronuncio en un tono casi inaudible
y la miro con determinación— ¡Esta bien, lo hare! —frunció el ceño aceptando el
reto >>Todo para que pueda creerme, que es verdad<< se agacho
cerrando sus ojos apretándolos, sacando su lengua, la aproximaba al suelo
húmedo, ya de rodillas.
La rubia lo observaba a su distancia algo
sorprendida ¿realmente era capaz de hacerlo? Vio como el moreno toco con la
punta de su lengua el suelo y apunto de relamer la chica lo jalo hacia arriba
alejándolo así del suelo
—¡Hey!¿ que pretendías hacer? —Lo miro cara a cara
sujetándolo de un brazo-
—P-pues —la miro confundido— Lo que me pediste ¿no
dijiste que si lo hacía me creerías?
—Bueno si, pero ¿Serás idiota? ¡Olvídalo!
¿Sí?
—¿Eh?
—Te creo —
lo miro a los ojos seria.
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Ese suceso se le vino a la mente y soltó una
pequeña risa, sonriendo levemente
—De verdad es un “idiota” —se cruzó de brazos, su
corazón empezó a latir rápido, ella toco su pecho ahora frunciendo el ceño
>>De nuevo esta sensación,tch…¿Qué me pasa? Creí a verme prometido
olvidarlo, ¿Cómo es posible que sienta esto si ni siquiera lo he visto en
persona de nuevo?<< cerro sus ojos
y camino a paso acelerado algo molesta, choco con alguien, abrió sus ojos como
plato—¿ G-german?
—Ah, Grey —respondió algo sorprendido—¿Qué haces
afuera?, esta siendo algo frio.
—Me dio la gana salir—respondió en seco y desvió la
mirada.
—>>Ah, sí, yo le dije que me gustaba, tch,
debo de seguir con esta farsa<< Grey, ¿recuerdas lo
que…
—¿Tu confesión?
—Si
—La rechazo.
—¿Eh, p-pero porque, acaso estas enamorada
de…Gabriel? —le cuestiono actuando algo
triste.
—Sus mejillas se tornaron de rojo y al ser blanca,
se le notaban más, frunció el ceño y pateo el tobillo del pelinegro— ¡Cállate,
eso no es verdad!
—¡Ah! —se quejó— B-bueno pero .. —>>Tch, pero
que mal genio<<— ¿Entonces?
—N-no estoy interesada en nadie, no, no siento
nada, por nadie, no estoy enamorada…—se
tocó la frente y se jalo sus blancos cabellos estresada, abriendo sus ojos como
plato, alterada, estaba alterándose, Gabriel de nuevo se le vino a la mente,
elevo más la voz—¡Ah, no, no es verdad, yo no lo amo, yo no estoy enamorada,
mierda yo no quería enamorarme, yo no quería sentir! —grito efusivamente y
asustada.
—Grey, tranquila…—dijo algo sorprendido German y
preocupado al saber que gente podía
salir al escuchar sus gritos, toco su hombro—¿Qué te
ocurre?.
—¡Suéltame no me toques! —aparto su mano
agresivamente molesta, despeinada, con ojos cristalinos y salió corriendo,
alejándose.
—La vio irse confundido >>Vaya..creo que se
volvió loca<<.
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Grey corrió y corrió, saliendo de su colonia, como
si corriendo dejara atrás todos esos momentos que paso con Gabriel al igual que
lo que la hecho sentir, realmente en unos instantes quería arrancarse su corazón
y tirarlo a la basura, se sentó en una barda de la calle en zona peatonal, mirando
al suelo, abrazándose a sí misma, de su bolsillo de la gabardina saco el trozo
de papel que le dio Ricardo donde estaba escrita la dirección del salón e
iglesia donde sería la boda de Luis, tragó saliva y soltó un suspiro
>>Y-yo realmente quiero verlo otra vez,necesito,hablar con él, decirle lo
que siento, mi orgullo solo me está volviendo loca, no estoy escuchando a mi
corazón, solo me la he pasado pensando, debo actuar, odio ser inexperta en el
amor, pero debo intentarlo, quiero expresar mis sentimientos<<
inconscientemente ,se subió a un autobús y fue en camino, no sabía lo que hacía,
no sabía en que estaba pensando, solo estaba haciendo lo que en toda su vida
nunca hizo además de pensar; Actuar.
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Ricardo con una leve sonrisa subió a su auto junto
con su novia Caeli quien sonriente vestía un vestido color salmón, su cabello
recogido, muy elegante al igual que su novio, Ricardo llevaba puesto un traje
negro, en el camino a la iglesia, se encontraba ahora preocupado
pensando
—>>Grey, tienes que encontrarte con él,
necesitan hablar, no puedes dejar las cosas así<< pensaba mientras no
despagaba su vista enfrente.
—Ricardo —lo llamo Caeli mirándolo de lado y
tocando su hombro—¿Qué pasa?
—Es que, estoy preocupado por
Grey.
—¿Grey?
—Si
—Ah es esa chica grosera y friki que tiro mi pastel
de cumpleaños.
—Fue un accidente ¿no me digas que crees todo lo
que Mariand dice de ella?
—Pues…
—Te falta conocerla mejor —dijo afirmando
seguro—
—¿Conocerla? Es una chica demasiado agresiva y
busca problemas, ni si quiera parece tener emociones o que se preocupe por los
demás, da miedo.
—Lo mismo pensaba yo, pero ¿sabes? La conocí mejor
y me di cuenta que es una mujer muy fuerte e inteligente, realmente con mucho
carácter ¿no crees que es la mujer ideal para
Gabo?
—Tal vez, pero Gabo es novio de Mariand, de hecho
ella me dijo que iría a la boda con él, iran
juntos.
—¿Qué? —cuestiono impactado Ricardo volteo a
verla.
—¿Te impresiona? Tranquilo y no despegues la vista,
podemos chocar.
—¡Es que no puedo creerlo! —La miraba sorprendido—
No creo que Gabo sea tan idiota para hacer
eso…
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.
Grey justamente caminaba por esa misma calle donde
manejaba Ricardo, ya casi llegaban a la iglesia, ella se giró quedando de pie en
la banqueta, pero una niña, como de 10 años jugaba con una muñeca en medio de la
calle, pero caminaba a paso lento para el otro lado, al parecer se dirigía a su
casa, pero estaba caminando demasiado lento, el auto iba a arrollarla, Grey
abrió sus ojos asustada, y grito.
—¡Niña, ten
cuidado!.
—La niña se giró a verla y se asustó, Grey parecía
demacrada—¡Aléjate bruja! —grito queriendo
llorar.
—Tch..mierda —mascullo frunciendo el ceño sin
despegar la vista del auto.
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Caeli iba sentada hablando con Ricardo, cuando giro
su mirada, vio a la niña en medio de la calle, se alteró y toco a su novio del
hombro.
—¡Ricardo, la niña, vas a atropellarla! —le
advirtió algo alterada.
—Ricardo apenas y reacciono, ya cuando vio de muy
cercas el rostro de la niña—¡Ah! —grito asustado y piso el freno, vio como
alguien tomo en sus brazos a la niña y la saco del camino, dando un gran salto
cayendo en el suelo del otro lado de la calle, en la
banqueta.
—¿Qué fue eso? —pregunto Caeli algo
impresionada.
—N-no lo sé pero…—se asomó abriendo la ventana, la
que salvo a la niña era una mujer, salio del auto y Caeli lo siguió por
detrás.
La pequeña lloro, obviamente del miedo, su caída
había sido amortiguada por el pecho de la chica, ella cayó de espaldas, usada
como escudo.
—¿E-estas bien? —le pregunto Grey, respirando
agitadamente, sin soltarla.
—S-si,g-gracias señorita—dijo apenas asustada y
tiesa viendo la azulada mirada melancólica de la
rubia.
Ricardo estaba de pie viendo a cierta distancia
pero veía y escuchaba todo al igual que su novia de pie a un costado de
él.
—¡Hey, mocosa! —Se puso de pie apartándola—Ten más
cuidado —se cruzó de brazos viéndola con
desaprobación.
—Bruja —dijo molesta al ver que la rubia le
grito.
—¡Pues esta bruja te salvo el trasero! —grito
riendo muy levemente y con su mano acaricio la cabeza de la
niña.
—La pequeña solo bajo la mirada apenada dejando que
la chica acariciara.
Caeli tomo la mano de su novio y lo volteo a ver
impresionada.
—¿Q-que esa no es Grey?
—Ricardo la vio para luego mirar a la rubia
impactado—Si lo es —dijo bajando la mirada y rio
divertido.
La madre de la niña salió de la casa apurada,
puesto que anteriormente escucho los gritos de su
hija.
—¿Qué paso? —corrió y abrazo a su hija
viéndola.
—Mamá tenía miedo —dijo y sollozaba sin soltar su
agarre.
—Señora —la llamo en tono firme Grey —Cuide más a
su hija, estaba a punto de ser arrollada por un imbécil que maneja con los ojos
cerrados—dijo frunciendo el ceño.
—¿Qué? —dijo Ricardo de lejos y Caeli rio un
poco.
—¿Eh? —Confundida la señora y un poco molesta—¿Y tú
quién eres para..
—Mamá, ella me salvo —dijo la
niña.
—¿A-a si? ah …b-bueno —vio a la chica fijamente
>>No aparenta ser una buena persona, pero..<< —Gracias —agradeció
sonriendo leve—¿No te lastimaste?.
—Solo unos rasguños —contesto la rubia sin
inmutarse— Eso no es nada para mí.
—Bueno, se cuida ¿eh? Ojala existieran más personas
como usted, señorita—Afirmo la adulta y se retiró tomada de la mano de su
niña.
—¡Adiós! —Se despidió la niña de Grey alzando su mano y agitándola energicamente—¡Adiós, señorita con ojos de
gatito!.
—La rubia solo sonrió muy, pero muy levemente y se
despidió agitando su mano y alzándola.
—Grey salvo a la niña —dijo Caeli impresionada
volteando a ver a su novio.
—¿Qué decías de ella? —dijo divertido
recordándole.
—Tch cállate —le dio un
codazo.
—¿Ves? Es buena
persona.
—P-pues si —desvió la
mirada.
—Grey dio media vuelta y los vio, notando que la
veían fijamente sin moverse—¿Qué hacen aquí? en esta calle no es la fiesta de
ricachones en alfombra roja —les dijo algo divertida, ya que visualmente la
pareja no concordaba con la calle tan
desolada.
—Tch ..bueno —el Wero susurro a su novia cercas de
su oído—Igual no deja de ser, pues, de ser
Grey.
—Su novia solo asintió algo
cohibida.
—¡Grey! —La llamo el Wero ya por fin acercándose—
Gracias por quita a la niña antes de que..
—¡Oh! —Lo apunto algo molesta— ¿Eras tú el imbécil
que no piso el freno?
—Si lo hice pero..¿Oye, como que imbécil? —Sacudió
su cabeza—Como sea, Grey
—¿Qué?
—Vamos en camino a la iglesia y…si quieres venir
puedes hacerlo.
— ¿Quieres venir? —le pregunto Caeli sonriendo un
poco, viendola de mejor manera a la
canadiense.
—Sé que quieres ver a Gabo y hablar con el —afirmo
el Wero.
—Se puso nerviosa—¿Q-quien dijo que quiero verlo
eh? —tartamudeo y desvío la mirada.
—Vaya.. —pronuncio impresionada Caeli abriendo sus
ojos marrones, al ver la reacción de Grey—De verdad te gusta Gabriel
¿verdad?.
—Tengo que irme —dijo la canadiense, les dio la
espalda y empezó a caminar.
—¡Grey deja de negarlo! —le grito
Ricardo.
—Ya Wero, déjala —le aconsejo
Caeli.
—Es que Patricia, me molesta que sea tan orgullosa,
ya que lo admita—se quejó viendo a los ojos a su
novia.
—Mejor vámonos —lo jalo del brazo llevándoselo
consigo.
.
.
Gabriel Montiel, se encontraba ya en la iglesia,
sentado en una pequeña parte del extenso asiento de madera, alrededor de él,
personas conocidas y otras no tanto, conservaba un semblante serio, con la
mirada baja, con sus dedos tocaba una fina cadenita que colgaba en su cuello,
así es, era el collar que Grey le había regalado, alzo la mirada y vio que más
adelante estaba el altar, de Dios, María y todos los demás santos, su madre, era
su familiar más religioso, y siempre le ha dicho que cada mujer importante que
conocía, le conducirían a la mujer de su vida, ¿Qué era lo que quería Dios para el cómo esposa? Tal vez todo
este tiempo, se aferró tanto a Grey, enamorado completamente, demostrándole lo
mucho que le encantaba, pero tal vez ella no lo quería, nunca se lo expreso, sin
duda era tan fría, aun que, no podía dejar de pensar en ese obsequio que ella le
dio, que ahora llevaba puesto en el cuello, ¿Qué trataba de decirle? Era tan
complicada.
Aun lado de él estaba Mariand, más feliz que nunca,
no se borraba su sonrisa, desde luego, había conseguido alejar Gabo de Grey más
aparte, era la acompañante de Gabo para la boda de Luis, llevaba un vestido azul
pálido largo, pero para muchos podrían jurar que era un vestido blanco, su
cabello luciendo un peinado perfectamente hecho, con accesorios y zapatos finos,
muy bien producida de maquillaje, casi parecía un maniquí, a pesar de ser linda,
eso no era suficiente para Gabo, si era linda, pero ¿Qué más? Francamente su
personalidad tan falsa , caprichosa e infantil, no le agradaba para nada a Gabo,
pero es la única que le ha “expresado” su amor, ¿Tendría que aceptarla?, sus
pensamientos fueron interrumpidos por Mariand, quien muy sonriente, se acercó a
él dándole un pequeño beso en la mejilla y recargando su cabeza en su hombro.
—Gabo, no estés triste, no me gusta verte así,
te ves mejor sonriendo —dijo mientras
acariciaba la mano del joven moreno—Te ves muy chulo en traje
¿sabías?
—Ya Yuya, déjame —aparto su mano y movió su hombro
incomodo sin borrar su semblante serio y sin dejar de tocar su cadena con los
dedos.
—Frunció el ceño molesta— ¿Qué te pasa? Estoy muy
contenta y tú me amargas el día
—No dijo nada siguió mirando al suelo, sentado
ignorándola por completo.
—¡Ya olvídala! —Le grito molesta viéndolo de
lado—Ella no te ama, entiéndelo.
Varias personas voltearon al escuchar los agudos y
chillantes gritos de la morena confundidos, Yuya se percató de esto y dijo
sonriendo
—Ah —pronuncio nerviosa y saco disimuladamente su
celular dorado—E-estoy viendo una novela aquí y jeje no es nada —decía nerviosa
y sin borrar su sonrisa— Ignórenme ¿sí?
Todos de nuevo se voltearon, dándole la espalda,
por suerte la misa aun no iniciaba, Mariand por su bien guardo silencio, estaba
quedando mal, ante la gente, vio de reojo a Gabo, tan desanimado y serio que se
puso de pie retirándose algo molesta, obviamente regresaría con él para la misa
pero por ahora estaba enojada así que decidió
alejarse.
Los del Crew estaba ahí, reunidos, estaban de pie,
platicaban pero se preocupaban por su amigo
Gabriel.
—¿No ha llegado el Wero? —dijo
Isra.
—No, pero acaba de llamarme y dice que está a punto
de llegar, dice que casi en el camino atropella a alguien —hablo
Cristian.
—¿Qué es enserio? —le cuestiono impresionado
Felix.
—¿Qué, estaba manejando en modo GTA o qué?
—pregunto divertido Federico y todos rieron.
Fuera de la iglesia, por una ventana donde se veía
a los invitados ,estaba Grey algo escondida por un poste que estaba adornado de
flores blanca y pedrería, al ser pequeña era fácil perderla de vista tras esa
enorme decoración, desde ahí, veía exactamente donde estaba sentado Gabo, él se
puso de pie y se encamino con el Crew que por suerte, estaban muy cercas, no
despegaba la vista, había cambiado su número de teléfono, con sus pequeños
dedos, marco el número de Gabo, coloco la bocina del teléfono en su oreja
esperando a que contestara.
Mientras Gabo les hablaba ya más tranquilo, su
celular sonó.
—Ah, esperen —les dio la espalda sacando su celular
y contestando la llamada, poniendo la bocina del teléfono en su pronunciada
oreja—¿Hola?
Grey desde lejos, afuera, detrás de la ventana,
asomándose viéndolo desde la distancia, quedo muda, no sabía que
decir.
—¿Hola? —siguió insistiendo el moreno algo
desconcertado y después de unos segundos, se fijó bien, viendo que era un número
desconocido y colgó >>¿Quién era?, que raro, no reconocí ese
número<<, de nuevo toco su cadena con los dedos,
afligido>>Grey..<<.
Ella soltó un suspiro guardando su celular y quedo
de pie tocando su frente, sintiéndose una cobarde y
pensando
—>>¿Qué estoy haciendo, porque no pude decir
nada,tch,me siento como una estúpida, además no sé a qué vine, no puedo entrar,
no estoy invitada.
—¡Ah, Grey! —La llamo el Wero llegando y tomado de
la mano de Caeli.
—Se giró a ver la pareja sin decir
nada.
—¿Qué haces aquí afuera?, te pueden
correr.
—Les dije que trabajo de decoradora para la boda—
dijo sin inmutarse.
— ¿Y te creyeron?.
—Caeli solo observaba viendo de pies a cabeza a la
canadiense >>Parece un pequeño gato abandonado, estando aquí afuera y solo
viendo hacia adentro<<.
—Ya me iba —dijo Grey y camino pasando a un lado de Ricardo y este
la detuvo tomándola del brazo.
—Espera, viniste ¿Por qué quieres hablar con
Gabriel verdad?
—Tch.. —Chasqueo—¿ Y que si vine a eso? No estoy
invitada.
—Y tampoco estás vestida para la ocasión —dijo
viéndola.
—Ella solo hizo sus ojos en
blanco.
—Grey debes hablar con él y terminar lo que ustedes
dos ocasionaron —le hablo
Ricardo.
—¿Y qué
ocasionamos?
—Distanciarse —concluyo el Wero viéndola
serio.
—Grey —le hablo Caeli algo seria— Vi lo que hiciste por
esa niña, yo…no sé cómo te atreviste a salvarla, arriesgarte a que tu
salieras lesionada, eso fue, admirable —le
sonrió.
—¿Gracias? —Alzo una ceja algo confundida
viendo a la chica de cabello
castaño—Creí que me odiabas.
—No —Negó riendo— Yuya es la que te odia, yo solo
no te conocía bien pero, puedo ver que lo que creía de ti no era completamente
cierto, eres una buena persona.
—¿Tú crees? No lo creo, solo, solo hago lo que
muchos deberíamos hacer, ayudar, a los que lo
merecen y no dejarse engañar por nadie.
Ricardo solo sonrió, definitivamente Grey era la
mujer perfecta para complementar a su mejor amigo.
—Bien, Grey —le hablo Ricardo decidido—Iras a
hablar con Gabo ahora mismo.
—¿Qué? —cuestiono algo
desconcertada.
—¡Si, vamos, ah espera, Grey —Dijo Caeli mirando a
la canadiense—Deja te arreglo o no podrás entrar, de hecho traigo un vestido en
la camioneta, que me habían traído de USA, iba a ponérmelo pero no me gusto el
color, para cuando me di cuenta ya estaba comprando otro vestido —recordó riendo
y mostrándola su vestido de color purpura.
—Si, y adiós a mi dinero —susurro Ricardo al
recordar.
—¡Vamos! —Caeli tomo de la mano a Grey para
llevarla a la camioneta.
—¡E-espera! —grito Grey algo confundida y
nerviosa.
—No te preocupes, siempre cargo con mi maquillaje y
…
—¡No, no me refiero a
eso!
.
.
Desafortunadamente Caeli y Ricardo no asistieron
,pero si llegaron justo cuando el Padre casaba a Luis y a Luz,Grey por su parte
no quiso entrar, estaba encerrada en el auto de Ricardo viendo su rostro
reflejado en el retrovisor, se sentía demasiado nerviosa, al parecer estaba más
nerviosa que la misma novia, ¿volver a verlo, así no más,? Después de todo lo
que hizo para evitarlo ahora ella lo está buscando y siguiendo a él, que ironía,
bajo la mirada y viendo su vestido negro, algo no le gustaba, saco su navaja que
llevaba en su gabardina y empezó a hacer pequeños cortes debajo del vestido,
dándole lo que se podía decir “su toque”.
Al terminar la Misa, todos los invitados salieron,
en dirección al salón de fiesta, todos subían a su automóviles, en el camino
Mariand trataba de buscar a Gabo,lo había perdido de vista, cuando sintió como
tocaron su hombro, dio media vuelta, era
German.
—¿Qué haces aquí? —le cuestiono algo
extrañada.
—Luis me había invitado, pero creo que llegue tarde
a la misa —dijo algo desanimado viéndola a los
ojos.
—Ah, sí, pues de todos modos no te perdiste de nada
estuvo aburrido —pronuncio haciendo sus ojos en
blanco.
—Estas preciosa Mariand —dijo sonriendo y mirándola
desde abajo hasta arriba.
—Lo sé —dijo sonriendo una pisca— Gracias —alzo su
barbilla tocando su cabello castaño —abrió sus ojos como plato recordando— Tengo
que irme.
—¿A dónde vas? —la tomo de la
mano.
—A buscar a mi novio, Gabo —afirmo tratando de
hacer que la soltara.
—Te acompaño.
—Bueno —empezó a caminar, pero iba tomado de la
mano de German, puesto que él no la soltaba.
.
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En la camioneta del Wero, su novia; Caeli estaba
con Grey explicándole como caminar en tacones, la rubia estaba sentada mientras
observaba a la joven morena caminar de un lado a otro, estaban solas, puesto que
Ricardo, estaba con los del Crew hablando con los Novios de la
boda.
—Mira ¿ves? Así debes de caminar —dijo mostrándole
su caminar y se detuvo—Bien —se asomó por dentro del asiento de copiloto y tomo
una caja de cartón, sacando unos zapatos negros—Creo que estos te
quedaran.
—¿De dónde sacaste esas cosas? —le cuestiono Grey
viendo los zapatos como si fueran de otro
mundo.
—Son zapatos, y, le pedí a una amiga por teléfono
que me los trajera y dejara en la camioneta —le entrego los zapatos a la rubia
en sus manos—Vamos, póntelos.
—Ella bajo la mirada viendo el calzado y se los
puso—¿Crees que…?
—¿Eh? —se giró a verla la chica de pie mirando a la
joven caucásica.
—Él siempre me ha visto con botas, ¿Crees que note
que ahora estoy usando tacones? —le pregunto algo apenada desviando la mirada
pero frunciendo el ceño.
—Oh, claro, y si no lo nota pues es un, bueno los
hombres no se fijan en esas cosas —recordó la
chica.
—Sí, creo que tienes
razón.
—¿Quién te viera Grey? Está muy bonita, deberías
usar un maquillaje más como ese que te hice.
—Me da igual, mientras no sienta que llevo una
máscara.
—Caeli solo rió—Anda quiero verte caminar, veamos
si aprendiste.
.
.
El Wero hablaba con su mejor amigo, Gabo, estaban
de pie afuera de la puerta de la iglesia.
—Ya no estés triste, me quitas el ánimo —le reclamo
su amigo de piel blanca.
—Perdón, es que, tú sabes, no puedo sacármela de la
cabeza —desvío la mirada el moreno, serio.
—Sí, sí, pero descuida, te llevaras una sorpresa
¿eh? —golpeo ligeramente el hombro de su amigo usando su
codo.
—¿De qué hablas, cual sorpresa? —le pregunto Gabo
confundido.
—Ya lo veras —le
sonrió.
Después, Ricardo llego a su camioneta, para llevar
a su novia y a su amiga, al salón donde sería la comida y celebración, es decir;
La fiesta, él iba manejando contento, logro que la rubia aceptara ir, Caeli iba
a un lado de su novio, Grey iba atrás, mirando por la ventana, estaba empezando
a llover, veía las gotas de agua como se escurrían en el vidrio, ella noto que
la ventana ya estaba empañada, con un dedo dibujo la cabeza de un gato y luego
la de un perro al instante se imaginó la sonrisa de Gabriel a través de la
ventanilla, una pequeña sonrisa se dibujó en sus pequeños y rosados labios, si,
está bien, por fin lo admitía, no importa cuánto tiempo lo oculto y lo evito,
estaba enamorada, sin darse cuenta, solo paso, ella se lo negaba pero su corazón
lo supo primero.
.
.
Ya en el gran salón decorado de flores y adornos de
mesas, llegaron los novios, todos aplaudieron, sentados en las mesas de
invitados, Luis se subió a lo que simulaba ser un pequeño escenario junto con su
esposa Luz, en un micrófono diciendo.
—Muchas gracias por acompañarme en este día tan importante en mi vida, de verdad estoy
feliz..
En lo que él hablaba, los del Crew estaban
distribuidos en diferentes mesas, todos con sus novias, bueno, descartando al
pobre de Felix, Cristhian estaba en una mesa con su novia Dany, Federico en otra
con su novia Nadia e Israel con su novia Dali, solo faltaba Ricardo, aun no
llegaba.
Gabriel estaba en una mesa apartada, sentado con
unos amigos y por supuesto Yuya estaba de empalagosa con él, abrazándolo del
brazo, sentada aun lado de el.
—Basta Yuya, déjame —le decía Gabo con fastidio
tratando de quitársela de encima, los demás solo guardaron silencio ignorándolos
y comenzando a hablar entre ellos.
—No hago nada malo, solo estoy siendo
cariñosa.
—>>Parece una garrapata, pero su voz, jaja es
como una garrapata con voz de ardilla<< pensó mientras la veía sin interés
pero divertido >>No se parece en
nada a Grey, ella, ¿Qué animal seria?<< Se dijo el mismo recordándola
>>Es muy fiera y agresiva pero a la vez tierna, y su mirada, tiene unos
ojos hermosos, es, como un gato<<.
.
.
Afuera del salón, llego Ricardo en la camioneta
junto con Caeli y Grey,las dos bajaron,Ricardo tomo de la mano a su novia y
Caeli miro de reojo a Grey.
—Vamos Grey —le indico la
entrada.
—La rubia sentía su pulso acelerado—¿S-saben?
M-mejor no, mejor me voy, ya lo pensé mejor
y..
—Grey, estas muy guapa, te ves bien y por favor deja de pensar tanto.—le recordó Ricardo y Caeli
la tomo del brazo.
—Anda Grey, vamos. —le sonrió la youtuber de
cabello marrón.
La Canadiense solo desvío la mirada no muy
convencida, Caeli y Wero se la tuvieron que llevar casi arrastrando hasta la
entrada , donde ella se soltó fácilmente de su agarre y se incorporo, suspiro
profundamente, mirando fijamente la puerta
principal.
—Bueno, entrare primero yo —dijo Caeli volteando a
ver a su novio—Ricardo, recuerda debes entrar con Grey, porque parece que no
puede moverse, esta asustada así que apóyala —se “despidió” de beso del chico de
piel blanca— Te esperare adentro —dijo sonriendo y entro cerrando la
puerta.
—Grey —se giró a verla Ricardo—Anda —le indico la
entrada.
—N-no…
—¿No qué?
—N-no quiero
que..
—¿Tienes miedo?
—No
—¿Miedo de hablar con
él?
—¡No claro que no, yo no le temo a nada! —le grito
molesta frunciendo el ceño—¡Tienes razón, tengo que hablar con ese idiota
que…que…—bajo la voz y susurro— Que me enamoro sin darme cuenta —frunció el ceño
y molesta abrió la puerta de una patada, lo cual hizo que Ricardo se impactara
viendo a ver si nadie lo noto, por suerte no, la música estaba alta, nadie
escucho nada.
Grey camino a paso firme, aunque no mucho, ya que
los tacones le estorbaban >>Tch..¿Cómo carajos llegue a tal punto de usar
estos tacones de mierda?<< Pensó molesta, Ricardo la siguió por detrás,
adelantándose, para llegar con su amigo Gabo.
El moreno estaba a un sentado en la mesa, al fin,
ya no se encontraba Mariand de pegada con él, supuestamente había ido al baño,
el vio que llego Ricardo y le sonrió muy
leve.
—Ah,ya llegaste ¿Por qué tardaste
tanto?
—Güey, No sabes todo lo que pase para traértela
¿sí? —le reclamo algo cansado.
—¿Qué? —se puso de
pie.
—Pero hago esto porque eres mi mejor amigo y tú y
ella deben de resolver las cosas de una
vez por todas —le palmeo el hombro viéndolo y se
retiró.
—¿De qué hablas, explicam…? —Quedo mudo, al voltear
su mirada y ver a Grey frente a él, alejada unos cuantos
metros.
Dios sabe lo hermosa que es ¿verdad? él también lo
sabe, ¿Entonces por qué la pone frente a sus mortales ojos? Solo viendo su
azulada mirada tan penetrante lo hacía estremecer, ¿acaso era de nuevo el
destino que los unía? No, era más que eso, era tan bella, lucia como un ángel,
no, más que eso, era una bellísima diosa con “camuflaje” negro, enfrente de
él.
—>>Te veo, veo tus ojos Gabriel, si, reflejan
tristeza, lo se, te he lastimado<< Pensó con sus ojos algo cristalinos,
sintiéndose sentimental.
No podía decir nada al igual que Grey tampoco dijo
nada, solo lo veia fijamente como si con su mirada quisiera decírselo todo, esta
vez los ojos de la chica estaban diferentes, brillaban, estaban llenos de luz,
de vida, reflejaba como estaba su alma y corazón ahora, Gabriel temblaba, pero
se incorporó, sin dejar de verla, en ese instante, solo pudo
pensar.
—>> Sin duda, eres como un Gato, porque si me
acerco, te alejas, pero si estoy herido te acercas, como si quisieras compartir
el dolor, por eso eres tan
importante<<.
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