Mariand
estaba ahora con German en su apartamento, sentados en la mesa de la cocina, ya
era otro día, la plática que tuvieron ayer, no había concluido, la chica morena
de cabellos marrones, ojos de igual color, se estaba confiando mucho en las
palabras de Gabriel, en efecto no ha vuelto a ver a esa rubia de fiera
personalidad con él, eso la alegraba mucho, todo estaba resultando como quería,
más sin embargo, a un no podía ganarse nuevamente el corazón del moreno, ¿En que
estaba fallando? En cuanto a físico y encanto para ella no le hacía falta nada
para re conquistarlo, ¿Entonces que era?, algo molesta frunció sus pobladas
cejas y desvió la mirada cruzada de brazos, sentada en una
silla.
Mientras
German la observaba de frente, soltó un suspiro pesado, Mariand estaba
obsesionada con “recuperar” a Gabo, que ni se ha dado cuenta de lo que siente el
por ella, quizá era distraída, quería demostrarle que él era el indicado para
ella.
—Yuya. —la llamo German sin dejar de verla
algo serio.
—¿Si?
—¿No
crees que ya fue mucho tu plan de “recuperar” a Gabriel Montiel? Eres muy bonita
para ese tipo feo, no me agrada que hagas todo esto para llamar su atención,
hasta estas pareciendo una aferrada y rogona —dijo sin titubeos y la miro
fijamente.
—¡Cállate!
—Grito la castaña molesta y se puso de pie viéndolo fijamente—¡¿Tu que vas a
saber?!
—No
necesito saber que pasa, para ver las cosas Mariand Castrejón, estas
obsesionada.
—¡Entiende
que lo amo!
—No
lo creo, tal vez estas confundiendo tu plan con tus sentimientos Mariand, déjalo
ir.
—Nunca
—dijo y se dejó caer en la silla ya tranquila—Por cierto, ya tengo que
irme.
—¿Así?
—Si
—se puso de pie—Tengo que arreglarme porque ire al departamento del Crew a
celebrar el cumpleaños de MI novio —sonrió mostrando sus dientes y se aproximó a
la puerta de salida—Así que..
—Sí,
ya se, entonces te veo luego —camino y salió por la puerta sin despegarle la
vista—¿Estas feliz?
—Claro,
esa gata callejera ya no estará más en la vida de mi amor ¿Por qué no habría de
estar feliz?
—>>Por
qué el que te ama soy yo<< pensó —Ah, ¿si verdad? tienes razón, bueno, si
tu estas feliz —bajo la mirada—Yo también —se retiró sin
despedirse.
Yuya
le restó importancia y cerró la puerta, soltó un grito de felicidad tan agudo y
molesto para los oídos.
—¡Si
por fin Grey a desaparecido de la vida mi Gabriel! —dio brinquitos como si fuera
una niña jugando a saltar y se fue a su habitación a arreglarse mientras
tarareaba una canción.
German
escucho los gritos agudos de Yuya desde a fuera, se había quedado de pie a la
mitad del pasillo algo desanimado, después de escuchar los gritos de alegría,
soltó un suspiro pesado >>Mi hermosa Marian Castrejón, ¿A un lo notas? Lo
que siento por ti es tan real, como tu obsesión hacia ese Youtuber
mexicano<<.
.
.
.
Ella
nunca había hecho esto, se sentía que no estaba siendo ella ¿Por qué estaba
haciendo esto? Ahora que lo pensaba bien le resultaba algo estúpido, la idea más
loca que se la ocurrido en su joven vida, ¿Pero que más podía hacer? Juro no
volverlo a ver siendo ella misma, entonces ahora lo hará aparentando siendo otra
persona, totalmente opuesta a ella, aunque por dentro seguía siendo la misma,
obvio, solo estaba siguiendo sus sentimientos, las acciones se harán por si
solas, espera que después no se arrepienta de esto.
En
la plaza Loreto, firma de autógrafos de “Werevertumorro”,Grey, vestida de
colores pasteles, su cabellera rubio pálido, sostenida en dos relajadas coletas
sobre su pecho, con su bufanda que cubría todo su rostro, solo dejaba ver esos bellos ojos azul brillante, ya sin
el ahumado negro que siempre se hacía, casi al natural, sus piernas temblaban,
cada que veía que la fila de espera avanzaba más y más, sosteniendo el regalo
guardado en una bolsa, cerro sus ojos por unos instantes, y comenzó a pensar,
pensar, era algo que no podía evitarlo, siendo tan analítica y calculadora,
>>Grey ¿Qué carajos estás haciendo? Pareces una idiota enamorada tratando
de darle un presente al chico que te gusta, como si fuera una morra de
secundaria, pero el, fue siempre lindo conmigo y yo lo trate como una mierda,
realmente, si me voy a despedir de el, quiero ver su rostro, por última
vez<<.
Mientras
seguía esperando, al parecer enfrente de ella estaban unas fans, dos chicas de
unos quince años, las dos con el cabello oscuro, pero una lo tenía corto, al
parecer la del cabello largo no le gustaba ni era fan del Youtuber, solo
acompañaba a su amiga, siendo la rubia sigilosa escuchaba su
conversación.
—¿Karen
por qué te gusta ese Youtuber?, me parece aburrido sus videos —dijo la “amiga”
de cabellera larga y cruzada de brazos viendo a su amiga con
desaprobación.
—¿Ya
vas a empezar Roció? Entiende que me gustan mucho sus videos son muy graciosos,
es humilde, simpático y guapo.
—¿Guapo?
—Cuestiono Roció y soltó una carcajada— Creo que ya exageraste en esa parte
Karen, ese tal Gabriel no es nada guapo, parece un
chango.
—Karen
rio un poco sin enojarse contesto— Bueno si creo que tienes razón, pero igual es
simpático.
Ambas
rieron divertidas.
La
canadiense frunció el ceño molesta, totalmente en desacuerdo de sus palabras,
>>Mocosas de mierda, se burlan de Gabo ¿llamándolo chango?, estarán muy
bonitas ellas, él es lindo<< gruño, pero no se movió, contuvo sus ganas de
molerlas a golpes, ya que si lo hiciera la sacarían de la firma y tal vez Gabo
la descubra por la manera de pelear y hablar.
Paso
el tiempo y casi seguía su turno, su corazón latía fuerte, descontroladamente,
trato de tranquilizarse, no le gustaba para nada sentirse así cada que lo sentía
cercas de ella, aún estaba un poco en desacuerdo con sus sentimientos, pero era
difícil luchar consigo misma, >>El amor te hace débil<< Pensó
mientras veía como Gabriel le firmaba a la dichosa “Karen”, >>¿Yo amo a
ese idiota? Tch, lo sabía, me he vuelto más vulnerable y débil, enamorarse, es
algo que nunca creí que iba a pasarme pero…<< Mientras que el moreno le firmaba a Karen, la
amiga (Roció) le tomaba foto con el moreno, él sonrió apuntando a Karen con su
dedo índice,>>Oh..<< La rubia
abrió sus ojos impresionada, esa sonrisa, era la más radiante, tierna y
cálida que jamás había visto, podría no ser muy atractivo pero solo ella podía
ver más a allá de su físico, ver que en el fondo era tan lindo ,sus pálidas
mejillas se sonrojaron, sus ojos brillaban más que nunca, su lengua quedo muda,
y justo ya era su turno.
El
guardia de seguridad le abrió paso frente al moreno, ella caminando algo
insegura, llego justo a él, tomando sus distancia, separados solo por la pequeña
mesa de en medio de los dos, él le sonrió, ella antes de decir algo la bolsa se
resbalo de sus manos, cayendo al suelo.
—Ah,
cuidado —dijo algo desconcertado el moreno.
—>>Mierda<<
se agacho para recogerlo y ya de pie lo vio encogiéndose de
hombros.
—¡Qué
onda, ¿Cómo estás?! —estiro su mano para saludarla.
—Su
mano algo temblorosa correspondió el saludo, apenas y pronuncio—H-hola
Gabo.
—Gracias
por venir ¿eh? —soltó su pequeña mano y
la miro de pies a cabeza sonriendo >>Que extraña su ropa pero, es muy
atractiva<< la miro fijamente a los ojos como hechizado, hasta que su
corazón dio un pequeño brinco, toco su pecho >>¿Q-que me pasa, por qué me
pongo así con ella si no la conozco?<<.
—Yo…
—La
voz de la chica lo saco de sus pensamientos— ¿Si?
—Eh..
—preparo su garganta para fingir una voz más dulce y aguda, como la de los
personajes femeninas de los Animes.
—¿Quieres
que te firme algo? —le pregunto sonriendo.
—Ah,
bueno —saco de su bolsa una pequeña libreta color rojo, abriéndola—Si
claro.
—Bueno
—tomo el marcador negro y empezó a firmar en la pequeña libreta— ¿Cómo te
llamas?
—Gre-
—se trabo y trago saliva >>Vamos di otro nombre, el que sea— “Neko-chan”
—>>¿Qué?<<.
—Ah,
¿disculpa? —le cuestiono algo confundido viéndola a los
ojos.
—Así
me dicen mis amigos, es un sobre nombre, Neko en Japonés significa Gato —explico
tocando un poco su frente, sentía todo su rostro
arder.
—Oh,
bueno —termino de firmar y volvió a mirarla a los ojos, —¿Son tus ojos verdad?
—>>Ash,
esa pregunta, la he escuchado toda mi vida<<— Si, son mis
ojos.
—Órale,
pues están padres —le sonrió sin dejar de verla.
—Gracias
—sonrió una pisca y lo vio fijamente a los ojos >>¿Por qué sus ojos
siempre brillan de esa manera? Tan cálida, b-bueno ya, me hecho muy estúpida,
tengo que darle el regalo<< pensó ya que, el guardia la miraba como
diciendo: “¿Ya acabaste?”, la canadiense saco de la bolsa transparente la caja
negra decorada con un listón del mismo color, con la mano temblando lo vio y
dijo—Sé que, hoy, es tu cumpleaños Gabriel así que, felicidades —pronuncio con
una voz algo dulce entregándole el regalo en sus
manos.
—¡Ah,
sí! —sonrió aceptando el regalo— No pues muchas gracias ¿eh? También gracias por
venir —se puso de pie y le alzo los brazos >>Siento que la conozco, esos
ojos…<<.
—De
nada —apenas y sonrió, notando que el chico quería abrazarla para despedirse
>>Esto, no puede estar pasando<< algo cohibida se acercó a abrazarlo
correspondiendo
Muchos
dirán “es un abrazo, no significa nada” están equivocados, ellos aún no se han
besado pero Grey sentía tantas cosas cuando él la abrazaba, ahora mismo podía
sentir los latidos de ambos, como él era más alto que ella en estatura, su
pequeño y pálido rostro tocaba el pecho del joven, sin darse cuenta aspiro
cerrando sus ojos el perfume que traía puesto, olía muy bien y viendo su barba
muy bien cortada lo hacía tan masculino, separándose de él y viéndolo a los
ojos, el hizo lo mismo pero no dijo nada, sus cabellos oscuros peinados aun
lado, sus pobladas cejas mas no toscas, sus carnosos labios, ese peculiar lunar
arriba de su comisura, se veía tan atractivo, así es, para ella él era
atractivo.
Grey
sabía que tal vez esta era la última vez que iba a verlo, por eso, quería
grabarse cada detalle de su rostro, sus gestos, su sonrisa, para así guardarla y
no olvidarla jamás, ella acerco sus
pequeños y rosados labios a uno de los oídos del moreno y le susurro unas
palabras desde el corazón— Este día en el que naciste, fue el mejor del mundo,
gracias por a ver nacido y traernos risas brillantes, que en este oscuro mundo
hacen falta. —pronuncio con voz entrecortada pero sonando con la mayor
sinceridad del mundo.
—¿Eh?
—apenas y dijo Gabo algo desconcertado, nadie, le había dicho esas palabras nunca
>>¿Quién eres? Será que…<< se apartó de ella sosteniéndola de
los hombros y la miro a los ojos—G-gracias —sus mejillas se
sonrojaron.
Se
quedaron así por unos segundos más hasta que el guardia toco a la canadiense del
hombro y ella supo que era hora de retirarse, por supuesto había más gente
esperando, se apartó de Gabo y
dijo.
—Bueno,
que tengas suerte en todo, a-adiós —tomo su libreta roja y se retiró a paso
acelerado.
—¡Ah!
—extendió su mano hacia ella sin moverse sintiéndose impotente y los demás fan
lo vieron con extrañeza, se vio muy sospechoso, Gabriel se sentó de nuevo en su
silla guardando silencio, no debe mostrar interés en alguien en especial,
>>¿Q-que fue eso? Es, es extraño, ¿Quién era ella, Neko-chan? Que sobre
nombre tan raro, y no conozco a nadie que habla con tanta…profundidad, como si
en su mente abundara la poesía y literatura, y esos ojos , ella, ¡ella era
¿Grey?!<<.
.
.
.
Grey
fue directo al trabajo, había pedido permiso para llegar un poco tarde, entrando
a los vestidores se quitó su “disfraz” y se puso su uniforme blanco, al final
ajustando su cinta negra a su pequeña cintura,
>>Debo, superarlo, ya lo vi por última vez, ahora tengo que seguir,
seguir con mi vida y nada más<< pensó muy segura y salió de los vestidores
directo a entrenar a sus alumnos.
.
.
.
Pasaron
horas, hasta que dieron las 4:00pm,Gabriel ,después de la firma de autógrafos,
compro algunas cosas para el video que iba a realizar la semana entrante, al terminar llego al
departamento donde se encontraban los demás del Crew, esperándolo para la
sorpresa, saco las llaves, introdujo la seleccionada abriendo el seguro, girando
el picaporte, abrió la puerta entrando, cuando sintió que alguien lo abrazo por
el cuello, era su mejor amigo Ricardo.
—¡Gabo,
al fin llegas güey,
feliz cumpleaños! —dijo feliz y despeinaba su cabello como un
“cariño”.
Todos
salieron de su escondite, estaban todos sus amigos, su madre, su hermano,
algunos tíos y primos, la mesa estaba llena de regalos y de comida, en la barra
de la cocina, alcohol y todo para preparar bebidas, todos se empezaron a
acercar, abrazarlo y felicitarlo, al final fue su
hermano.
—¡Carnal,
feliz cumpleaños, estás haciéndote viejo! —soltó una risa y golpeo ligeramente
la espalda de su hermano.
—Ya,
Alex, a todos gracias —se apartó de su robusto hermano mayor y miro a todos
sonriendo.
—Vamos
a comer, muero de hambre güey
—dijo Federico tocando su barriga reclamando.
—Si
ya hace güey
—continuo Félix.
—A
ver, a ver primero que se siente el cumpleañero —dijo Luis y le abrió paso a
Gabo a una silla.
—¡Uuh,
cuanta educación! —pronuncio agudamente Gabo algo divertido y unos rieron, tomo
asiento y miro los regalos, bolsas y cajas de todos los colores, azul, amarillo,
verde, rojo, ningún regalo era de color negro, recordó el regalo que le dio esa
chica hasta ahora misteriosa >>Ella estaba vestida de colores rosados pero
la caja era negra, que extraño<< sus pensamientos fueron interrumpidos por
una voz melodiosa y aguda, simplemente
molesta.
—¡Feliz
cumpleaños! —Sonrió mostrando sus dientes Yuya, acercándose a él de un lado y
sobre sus manos sostenía un pastel rosado con corazones—Este pastel hecho con
todo mi amor para la persona más chula que conozco.
Los
familiares aplaudieron y los del Crew gritaban cosas para molestar a
Gabo.
—¡Ya
llego la novia!
—¡Ya
bésala!
—¡Pero
que cursis!
La
chica de cabello castaño dejo el pastel en la mesa y abrazo a Gabo
—¡Felicidades,
mi Werever, mi amor! —dijo sin soltarlo.
—M-mariand,
me asfixias —apenas y pronuncio apartándole algo molesto >>Mamá debió a
verla invitado, qué más da<< .
—¡Gabriel!
—lo llamo su madre del otro lado de la mesa—¿Cómo se dice? —le pregunto y con
sus ojos señalo el pastel.
—El
moreno hizo sus ojos en blanco y miro a Yuya obligado— Gracias pero, ¿Por qué el
pastel rosa?
—¡Hijo!
—lo regaño su madre algo molesta.
—Olvídalo,
solo gracias —Termino el moreno y desvió
la mirada.
—De
nada —sonrió.
Gabo
no estaba con los ánimos como para estar en una tipo fiesta, pero después de
todo era su cumpleaños y sus familiares y amigos querían celebrar su día junto
con él, eso no podía rechazarlo, pero en sus adentros sentía su corazón un
vacío, faltaba algo muy importante, en este día a su lado, así es, el amor de su
vida, que como un gato, rasguño su corazón y se alejó para no
volver.
Pasaron
horas y horas, el día había concluido, aunque no deja de sospechar en la chica
vestida de rosa ¿Realmente era Grey? Si es así ¿Por qué se disfrazó de lo
opuesto a ella? No podía estar seguro de nada pero si ella no se ha cruzado en
su camino hasta ahora es porque realmente no quiere verlo de nuevo, ¿quizás
debería hacer lo mismo?.
.
.
El
amaneció algo cansado ya que no pudo dormir bien, al bajar las escaleras en
pijama, se encuentra con Luis algo emocionado y este lo abraza sin saludarlo
antes.
—¿Q-que
pasa güey?
—le cuestiono Gabo algo confundido y correspondió un
poco.
—¡Me
caso güey,
me caso! —le grito muy feliz.
—¿Qué,
con quién? —le pregunto sonriendo una pizca.
—¿Cómo
que con quién? Con mi novia Luz —dijo sacando algo de su
pantalón.
—Ah,
sí con la que llevas ¿Cuánto? Siglos, toda la vida creo ¿no?—dijo algo
divertido.
—Sí,
muy gracioso, mira —le entrego en sus manos una especie de carta con listón
morado—Esta es la invitación para mi boda que será
mañana.
—¿Tan
pronto?
—Sí,
Luz ya está ansiosa y pues yo algo nervioso pero sé que todo saldrá bien y
¿sabes? Quiero que todo el Crew este ahí.
—Sí,
bueno, me alegra por ti —sonrió y recordó borrando sus sonrisa— Al menos tú, ya
tienes a el amor de tu vida junto a ti
—¿De
qué hablas güey?,
tú tienes a Yuya —le dio un codazo divertido.
—¿Podrían
dejar de mencionarla? Ella y yo ya no somos novios.
—Ella
dice que si..
—¡Pues
porque está loca! —grito histérico.
—Bueno
ya, no te alteres —alzo sus manos algo sorprendido.
—Perdón
es solo que, ahora mi cabeza está hecha un nudo y necesito re ordenarme —dijo y
lo miro— Estaré mañana ahí ¿eh? En tu día —sonrió— Cuenta
conmigo.
—Gracias,
sabía que aceptarías.
—¿Y
dónde están los demás?
—Pues
cada quien se fue a hacer sus cosas individuales ya que hoy no nos toca grabar
juntos.
—¿Dónde
está el wero?
—No
lo sé, ¿Por qué no le hablas?
—Sin
responder saco su celular y le marco retirándose de Luis, llegando a la
sala.
Ricardo
iba en su auto manejando, mientras en un semáforo de encontraba en rojo, se
dispuso a contestar, colocando su oreja en la bocina del
celular.
—¿Hola?
—¿Wero
dónde estás?
—Ah,
voy a comprarme algo de ropa y después iré a casa de Caeli
¿Por?
—Ah
>>Creí que iba a verse con Grey para hablar de algo<<— No, por nada,
solo curiosidad —colgó.
—Guardo
su celular y continuo manejado >>Gabo, perdóname por
mentirte<<.
Ricardo
continuo manejando hasta que llego a la colonia donde vivía Grey, un lugar tan
descuidado, tétrico y desolado, al ver tal ambiente, quizás es por eso que Grey
es tan fría y oscura, ya que en este triste ambiente creció, ella no era mala
persona, y él estaba seguro de eso.
Gabriel
era su mejor amigo, quiere ayudarlo en su “complicada relación” además de que
nunca lo había visto tan loco por una chica, ni si quiera con Yuya fue así, tal
vez realmente estaba completamente flechado por esa mujer de ruda apariencia y
belleza oscura, sabe que en el fondo Grey lo quiere aunque no lo exprese ni lo
diga, solo necesita un “empujón” para que le abra su corazón a su mejor amigo,
estaba dispuesto a apoyarlos a ambos.
Al
llegar estaciono su auto cercas de allí, caminando a la entrada, toco el timbre,
y la puerta fue abierta por Grey, con un pantalón gris rotos de las rodillas,
una blusa negra de una banda de rock japonés, unas botas oscuras, su cabello
hecho un desastre, sin maquillaje, abrió sus ojos
impresionada.
—¿Wero?
—Dijo algo confundida—¿Qué haces aquí?
—Bueno
yo…
.
—¡Te
dije que lo cobrarían hoy! —se escucharon los gritos de la madre de Grey de
fondo junto con el sonido de un plato rompiéndose.
—¡Deja
de lanzarme los platos! —Grito el Sr.Martin a su histérica esposa— ¡Ya lo pagare
mañana!
—¡Vete
a la mierda ya no podrás pagarlo mañana!
.
—Ah..
—hablo Grey algo avergonzada—Sera mejor que hablemos en el parque, dijo con
fastidio haciendo sus azulados ojos en blanco por unos segundo y cerró la
puerta.
—Eh,
si —la siguió por detrás encaminándose
al dichoso parque.
Al
llegar se sentaron en una banca algo descolorida pero antes de que Ricardo
tomara asiento la rubia lo detuvo tomándolo del
brazo.
—Espera.
—¿Qué
pasa? —se giró a verla confundido.
—Hay
un chicle pegado aquí —dijo y lo despego del lado del asiento en donde se iba a
sentar el chico de piel blanca y lo tiro lejos.
—Ah,
gracias —dijo y se sentó.
—La
rubia tomo asiento y se cruzó de brazos viéndolo de reojo—¿A qué viniste
Wero?
—Grey,
vengo a decirte que, veras, Luis se casara mañana con Luz, tendrán una boda
y
—¿Y
eso a mí que jodidos me importa? —le pregunto algo
agresiva.
—No,
no es eso, espera.
—Guardo
silencio observándolo atenta.
—Todo
el Crew va ir, y eso incluye a Gabo.
—¡Espera!
—lo detuvo tocando su hombro y mirándolo.
—¿Si?
—P-primero
quiero saber ¿Cómo paso su cumpleaños ayer?
—Pues,
bien eso creo, le hicimos una pequeña fiesta en nuestro departamento
y..
—¿Sonrió
mucho?
—Sí,
algo
—¿Abrió
los regalos?
—Si
todos los que le dimos
—>>¿Abrió
mi regalo?<< — Oh, qué bueno.
—Veo
que te interesa como paso su día — sonrió mirándola
complacido.
—Sí,
es, solo, quería saber, solo eso.
—Bueno,
te decía que mañana estaremos en la boda de Luis y deberías ir y hablar con él
¿no crees?
—¿Para
qué? Solo causare problemas, además de seguro ira cejotas y no quiero discutir
de nuevo con ella, ya que al final yo siempre termino siempre como la mala del
cuento.
—Yo
estaré ahí, hare lo posible para dejarlos solos
—Olvídalo
Wero
—Saco
de su bolsillo del pantalón, la dirección del salón anotado en un trozo de papel
y se la dio en sus manos—De todos modos te daré la dirección por si, cambias de
opinión.
—Lo
miro y encerró el papel en su mano haciendo puño sin decir
nada.
—Por
ahora me imagino que quieres estar sola, así que me iré —se puso de pie y se
retiró.
Grey
solo se quedó viéndolo irse y después vio el papel con la dirección escrita
>>Tal vez estaba equivocada y no fue el destino quien nos hizo conocerlos
solo fue una casualidad, sin embargo, con él, he sentido cosas que nunca había
sentido, y ha hecho cosas nadie había hecho por mi<< pensó y alzo sus ojos
al cielo nublado anunciando próxima lluvia, >>Gabriel…de verdad..¿Tú eres
mi destino?<<.
.
.
Por
otro lado
Ya
era más tarde, las 10:00pm de la noche, Gabriel se encontraba en cerrado en su
habitación, de pie mirando fijamente el regalo de color negro, que le dio la
chica en la firma, no podía olvidar ese abrazo tan significativo y que puso a su
corazón latir como loco, era muy extraño, además, esa caja negra lo hacía dudar,
nunca le habían dado un regalo con el paquete completamente de un negro
profundo, soltó un suspiro pesado, tomo la caja en sus manos, se sentó en la
orilla de la base de su cama y quitando el listón negro, lo
abrió.
—>>¿Qué
será?<< pensó algo ansioso y vio un collar al parecer de plata
>>¿Eh?<< saco la pequeña cadena de la cajita y lo observaba
detalladamente usando sus manos >>Esto…no pudo ser regalo de un fan
normal, debió costar mucho dinero<<
seguía pensando, todo esto era sospechoso, giro su cabeza a la caja que
estaba a un lado de él, viendo que dentro tenía una pequeña carta, lo saco, si
lo era, pero no traía dedicación ni nombre, como si fuera
anónima.
—¿Una
carta?
Su
rostro expreso confusión, pero algo curioso la abrió y empezó a
leerla.
“Gabriel,
feliz cumpleaños, lo sé, que ¿Patético no? Felicitarte a través de una carta,
pudiendo dejar un mensaje por el celular, o algo más moderno y sofisticado, pero
simplemente no podría expresar lo mismo, si lo que pienso lo escribo con un dedo
tocando una pantalla fría, no, solo sintiendo la textura de la pluma en mis
dedos y ver la pigmentación permanente de la tinta, puedo hacerlo, bien, no
quiero que sientas lastima por mi ¿Quedo claro? Estoy bien, muy bien, quise
darte esto porque, siento que en algún momento fui egoísta y cruel contigo, pero
ahora mi mente esta en paz, espero y vivas, vivas muchos años más, por qué no te
odio, me agradas, sé que me crees rara ¿Pero sabes? tú también lo eres y a mí me
gustan las personas raras, esas que bailan con la vida sin importarles quien los
esté mirando, esas que se ríen de sí mismos, con tal de sacarte una sonrisa, así
como tú.”
.
.
Termino
de leerlo y una pequeña risa salió de su boca junto con una sonrisa dibujada en
sus labios, derramo una lagrima y automáticamente se la limpio usando su muñeca
>> ¿Esa chica eras tú verdad…Grey? Y esta carta, nadie más pudo haberla
escrito, más que tu, pero realmente, esto, ¿Esto es el
adiós?<<.
.
.
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