La pareja interracial se
encontraba ya adentro de “Centro de convenciones Tlatelolco” que a pesar de no
ser muy grande, aun así se podía ver que cabía muchos aficionados a los mangas
japoneses, anime, cosplay, videojuegos etc..,ellos se encaminaron en la larga
fila que era para comprar los boletos de entrada, Grey se notaba emocionada
viendo con algo de entusiasmo a los cosplays de diferentes personajes que
pasaban alrededor, caminando con la personalidad de sus respectivos personajes.
El moreno sentía en su interior un
profundo alivio al notar que, por ahora, no lo reconocían, pasaron minutos,
después de comprar los boletos y apenas acercándose a su novia.
—Listo —sonrió viéndola a los
ojos—Aquí están los.. —No termino de hablar puesto que la rubia lo tomo del
brazo jalándolo hacia la entrada y llevándoselo consigo.
—¡Si, si, ya entremos! —le grito
ansiosa.
—¡Ah, bueno, va! —apenas y
pronuncio viéndola de reojo algo impresionado.
Al entrar la canadiense
rápidamente empezó a acercarse a los puestos de los vendedores paseando sus
ojos azules, viendo la “mercancía” toda original, traída desde Japón, hasta que
algo llamo su atención.
—¡Oh, Mira! —le señalo la chica a
su novio.
Gabriel se sentía algo extraño
puesto que estar en un lugar como ese lleno de personas, la mayoría usando
pelucas de colores u orejas de gato, gorritos de panda, el olor a papel y
plástico recién sacado de cajas y cajas, aroma a comida extranjera y a la vez
olor a dulce, de fondo se escuchaban conversaciones enérgicas de chicos
reunidos con amigos, platicando de cosas que él no entendía, era toda una
mezcla de cosas de las que definitivamente no estaba acostumbrado, pero al
mismo tiempo le parecía interesante y divertido, sobre todo lo hacía feliz ver
a su novia emocionada, el quien impresionado, lentamente se acercó a ella, pero
manteniendo una sonrisa.
—Una máscara de Ryuk, el
shinigami de Death Note —le hablo emocionada.
—Pues, da algo de miedo ¿no? —le
comento Gabo tomando la máscara en sus manos, viendo el rostro plasmado de ese
escalofriante y peculiar personaje—Bueno, si lo quiere entonces..
Antes de darse cuenta, Grey, ya
le había pagado al vendedor quien ahora guardaba la máscara en una bolsa de
plástico negra y se la entregó a la joven de piel caucásica.
—¡Grey, espera ¿Qué-..!
—Vámonos —dijo sin inmutarse la
rubia llevándoselo de la mano.
—Espera —continuo el moreno sin
dejar de seguirle el paso—Se supone que yo debo comprarte lo que tú quieras y …
—¿Así? —cuestiono algo
desconcertada pero sin despegar su vista de los puestos para comprar, esquivando
a la gente que se atravesaba en su camino, no dejaba de caminar.
—¡Sí!
—De acuerdo, lo siguiente
material que yo quiera me lo compras, ahora sí, es una orden —dijo con una leve
sonrisa—Ya estoy hablando como Ciel phantomhive —recordó divertida y Gabriel la
miro sin entender.
Pasaron los minutos, cada vez se hacía
más tarea, eran ya las 4:00pm,cuando llego el momento en que Grey moría de
hambre, así que se encaminaron, al área donde vendían comida, por supuesto no
vendían comida “común”.
—Gabriel —la canadiense, sacudió
su hombro “chocando” con el de él, para que se volteara a verla.
—¿Si mi preciosísima gatita, que
quieres comer? Supongo que una ensalada o un emparedado—se giró a verla
totalmente embelesado.
—¿Estas bromeando verdad? en
primera aquí solo venden comisa asiática, pon atención ¡hey! —Le hablaba y con
su pálida mano palmeo la mejilla del moreno—Deja de verme tanto y pon atención.
—Sacudió su cabeza y se incorporó
escuchándola.
—En segunda —continuo—Quiero un
tazón lleno de Ramen picante—le
apunto con su dedo índice, el puesto que estaba atendiendo un asiático,
vendiendo tazones con ramen.
—Oh, claro, si estas a dieta, es
bueno un tazón de sopa.
—Eso es solo para comenzar—Dijo
Grey riendo un poco, casi malévolamente por debajo y en un tono casi inaudible.
Grey, tenía hambre y cuando la
tiene, no hay fuerza humana que la detenga, la joven de ojos azul brillante escogió
una mesa para dos personas, que era la más apartada de todas las demás, a pesar
de estar en un lugar público, ella siempre trataba de estar lo más apartada de
la gente, llego a la mesa sentándose y colgando su bolsa en la silla muy cercas
de ella, esperando a su novio, Grey saco su celular y aprovechaba tomando fotos
a cosplay que pasaban caminando por ahí o a lo que le llamara la atención sin
moverse de su lugar, Gabo venia ahora, cargando en sus manos una bandeja con
comida encima llego, la puso sobre la mesa y automáticamente sentándose usando
la otra silla.
—¡Vaya, que locura! —Exclamo el
moreno un poco cansado—Nunca había…
—¿Comprar comida asiática? —quizá
atinar la rubia.
—No, comprar tanta comida solo
para dos personas —comento impresionado.
Cuatro Onigiris con diferente relleno, dos tazones de ramen, un plato completo de comida china y dos rollos enteros de
sushi, era lo que se veía sobre la mesa para comer.
—Pues vete acostumbrando ¿eh? Porque
yo soy así, no estoy con estupideces de ensalada o una pechuga de pollo, yo
hago ejercicio, cargo peso, necesito comer mucho, para tener energías —dijo muy
convencida alzando su puño cerrado con determinación.
—¡Ah, órale! Ninguna mujer me había dicho eso
antes. —respondió el mexicano abriendo sus ojos exaltado.
Sin decir ya
nada, Grey, se dispuso a comer, primero empezando con el tazón lleno de ramen, tomando grandes bocados usando
unos palillos chinos de madera fina.
Por su lado, Gabriel,
algo desconcertado, tomo los palillos inseguro pues no sabía usarlos muy bien, en
el camino a la convención su novia le había explicado con sus propias palabras
como se utilizaban pero un así se le estaba complicando mucho usarlos. Unos
segundos después la canadiense se dio cuenta y detuvo sus actos, hablándole al
moreno con la boca medio llena de comida.
—¿Hey, así
eres de tonto? —Le pregunto terminado de tragar la comida en su boca, para
continuar hablando ya más claro—Realmente no sabes usarlos —Quiso reírse.
—Bueno, pues
si —acepto algo avergonzado al sentir la pesada mirada de la chica—Es que esta
algo difícil, no sé cómo le haces yo..
—Maldición ¿y
te haces llamar mi novio? —alardeo y acercándose su silla a la de él, tomo la
mano morena del mexicano y entrelazó sus dedos con los de él, tomándolo por
sorpresa.
—Ah..Grey —apenas
pronuncio levemente sonrojado para luego soltar una risa—¿Me vas a enseñar? A qué
bueno, gracias ¿eh?
—Sí, ahora
guarda silencio y pon atención —le aclaro mirándolo de reojo para luego
continuar—Mira debes poner primero estos dedos aquí.. —comenzó a explicarle
paso a paso en momentos en la veía fijamente y ella al notarlo desvió la mirada
apenada.
Después de eso
continuaron comiendo y la rubia hablaba de los animes que había visto, del
evento de Cosplays que iba ver en unos momentos ahí, el moreno, solo la escuchaba
atento, mirándola fijamente, admirando su belleza.
—Y deberían de
calificar mejor la actuación, no solo el vestuario.. —fue interrumpida.
—Lo siento
Grey.
—¿Por qué?
—No había
notado tu vestimenta —sin dejar de sonreír la seguía viendo—Estas muy bella y
sexy.
—Ella se
sonrojo, al ser tan pálida de piel, su rostro se había tornado como un rojo
cereza al escuchar la palabra “sexy” —¿A que ha venido eso, por qué dices esas
cosas ahora? —cuestiono frunciendo el ceño apenada y con su puño lo golpeo por
su hombro.
—Mientras que
el solo soltó una pequeña risa y sonrió, tocándose el área golpeada—Ya, ya mi
amor, no te enojes.
—Grey noto que
en su cuello llevaba aquel collar , que le regalo ella por su cumpleaños,sonrió un poco,como conmovida.
.
.
.
Mariand, devastada
y totalmente indignada por el continuo rechazo de Gabriel hacia ella, no podía
estar con su mente tranquila ni ella en paz, hasta que el sintiera el mismo
dolor que “sintió” ella en cierto momento, así que sin pensarlo, planeo algo
malévolo, que estaba más allá de cualquier broma que podía hacer una persona
común, su víctima, era Grey.
German se
encontraba sentado en un cómodo sofá, mirando de frente a aquella chica de
cabello castaño y grandes ojos marrones, cuyas cejas resaltaban de lo gruesas y
tupidas que era, el al escuchar su plan, no hizo más que decirle “es una buena
idea” aunque en su interior sabía que lo que tenía planeado Mariand o mejor
dicho Yuya, no era ni gracioso, ni legal, pero mientras él la viera satisfecha
seria su fiel cómplice, después de terminar la charla y planear todo, él
pelinegro la tomo de la mano y la miro a los ojos.
—Mariand—le
hablo tragando saliva.
—¿Qué pasa? —le
pregunto algo confundida.
—Eres la mujer
más hermosa que he visto en mi vida.
—Eso ya lo sé.
—Rió—También
con la que mejor me he llevado, yo, como al parecer ya no tengo que fingir que
me gusta Grey, creo que al fin puedo decirte con libertad —sonrió—Que te amo.
—Abrió sus
grandes ojos marrones y sin poder decir algo, solo pudo pronunciar su nombre—German..
—Yuya.. —se acercó lentamente a ella casi queriendo darle un
beso pero ella aparto su rostro.
—No se..que
decir —desvió la mira notando que él no soltaba su mano—Esto es muy repentino, acabo
de salir de una relación y …no me siento lista como para responder a algo asi.
—Prométeme que
terminado esta “venganza”, cuando estés tu satisfecha y en paz, me responderás,
con la mayor sinceridad, Yuya, al menos por una vez se sincera con alguien y no
mientas.
—Yo.. —lo miro
fijamente y soltó un suspiro—Lo prometo, seré sincera.
—Sonrió
conmovido.
.
.
La
Sra.Martin,o mejor dicho “Sandy”, se sentía lo más enojada y decepcionada de su
única hija, nunca Grey, le había ocultado algo, siempre le decía todo lo que
iba a hacer, jamás sintió que le mintiera puesto que ella siempre era tan
crudamente franca, sin embargo esta vez al parecer no es así, no tenía idea de
que su hija tuviera un novio y mucho menos uno famoso, su hija tenía que
explicarle ya sea hoy o mañana, noto que Grey no contestaba las llamadas así
que decidió dejarle mensajes por voz, en parte desahogándose, si, al igual que
Grey, su madre tenía un fuerte, muy fuerte carácter y un genio incorregible, además
de que su padre trataba a Grey como un chico, sus padres y su educación, eran
las razones por las cuales la canadiense era asi, asi como es.
Sandra, molesta,
termino de enviarle mensajes, y se dispuso a continuar con sus ejercicios para
después volver a sus tareas domésticas, esperando la llegada de su hija para
poder reclamarle, sintiendo todo el derecho del mundo y control en la vida de
la joven rubia, todo por ser su madre.
.
.
Pasaron las
horas y Grey estaba con mucha energía, salieron del famoso “concurso de Cosplay”
que era en una zona cerrada dentro de un salón, que parecía casi como de
teatro, ella le tomaba fotos a las personas que iban disfrazadas de diferentes
personajes ya se de películas, series, anime, caricaturas, y también cuando
veía algo que le gustaba o quería, se lo
pedía a su novio, quien sin pensarlo se lo compraba, en momentos
personas lo reconocían y Gabo aceptaba tomarse foto con ellos, y cuando la
gente comenzaba a acumularse, hacían lo posible para escabullirse y perderlos
de vista, ella iba ahora caminando viendo los puestos, Gabo de vez en cuando
veía a su alrededor pero no despegaba la vista de ella ,estaba esperando a que
sonriera, pero no una sonrisa pequeña o con los labios cerrados,si no una
sonrisa grande mostrando sus dientes, una sonrisa sincera y deslumbrante, desde
que la conoció, siempre ha querido verla sonriendo deslumbrante mente más sin
embargo ella era tan dura y fría, hasta el momento no ha podido hacer que
sonriera de verdad, pero no iba a darse por vencido.
Grey detuvo su
paso quedándose quieta viendo a cierta dirección, Gabriel igual se detuvo y la
miro algo confundido, llevándosela a un área donde no le estorbaran a la gente.
—¿Qué pasa? —le
pregunto curioso, esperando su respuesta pero la rubia no respondía, así que se dispuso a averiguar ¿Qué era lo
que estaba viendo?.
El giro sus
ojos al frente, y puedo ver una pila de peluches colgados a la vista de todos, parecían
como “premios” de un juego, Gabo vio los peluches, de diferentes y adorables
personajes, hasta que llamo uno la atención, era un gato peculiar, blanco con
detalles morados y usaba unos guantes verdes, con largas garras, y ojos azules.
—¡Ah! —reacciono
algo divertido—Mira Grey, ese peluche de gato se parece a ti.
—¿Qué? —se giró
a verlo, reaccionando con los ojos bien abiertos.
—Sí, ese que está
ahí..
—Ya se cual
dices y se llama Gatomon —respondió sin dejar de verlo.
—¿Gatomon?.
—Así, así me
decían mis ex compañeros de secundaria. —dijo recordando.
No dijo nada.
—>>Al
parecer él también lo sabe sin si quiera conocer a este Digimon<<—Veras,
Gatomon es..violento, desconfiado y normalmente callado, por eso me decían asi,
además de que siempre me dicen que mi cara y ojos parecen de un gato.
—Pues tienen
razón —rio divertido—Pero también eres genial, inteligente, fuerte , única y
hermosa.
—Se sonrojo
frunciendo el ceño sorprendida, desviando la mirada—¿P-pero que dices? ..
—Sonrió—¿Lo
quieres? —dijo apuntándole el peluche del gato.
—Se voltio a
verlo—Pues.. —bajo la mirada y se giró a verlo enojada—¿Quieres comprarlo para reírte
de mi cierto?
—No, claro que
no Grey ¿Cómo puedes pensar mal hasta de tu propio novio? —le sonrió y rio—Ven —la
tomo de la mano y se la llevó consigo hasta llegar a ese puesto.
—Qué onda —saludo
sonriendo el moreno al sujeto del puesto quien tenía puesta la gorra de Mario
bros.
—Hola joven, ¿quiere
jugar al “tiro con arco” y ganarse un premio para su linda novia? —le pregunto
mirando a Grey.
—Eh, no
gracias ya…—dijo la canadiense, insegura pero Gabo la interrumpió.
—Si, claro —asintió
seguro el youtuber.
—¡Bien, pase por
aquí! —dijo el vendedor y le abrió paso para integrarse al juego, pasando por
una gran mesa que parecía una barra de madera.
—Grey se golpeó
ligeramente su frente pensando >>¿Qué estás haciendo? Nunca has jugado
estos juegos<<.
—Bueno—hablo
el hombre con canas— El juego consiste en dar tres veces al punto negro es
decir el centro de esta imagen de Justin Bieber, tienes que darle justo en la
nariz, cada flecha cuesta 15 pesos ¿eh? Y cuando logres dar tres veces al
centro con las flechas, puedes escoger el premio que quieras —dijo señalándole
los peluches.
—Ah órale, suena
fácil —exclamo con determinación.
—Gabo —se acercó
la rubia un poco hasta donde alcanzo susurrándole—Nunca dije que quería el
peluche ¿Qué carajos haces?.
—Pues ganarte.
—¿Qué?.
—Si este gato
“eres tú” entonces no será fácil ganarlo, eso me motiva a jugar esto, al final,
prometo ganarte ese peluche, por qué sé que de todos modos te gusta ese
Digimon.
—Abrió sus
ojos impresionada >>Gabo..<< y frunció el ceño —¡¿De que estás
hablando, acaso estás loco?!
—Un poco si —se
giró a verla unos segundo y le sonrió.
El mexicano
pago los tres turnos de flecha, preparándose para apuntar,sosteniendo el mango
y acomodando bien la flecha en el estabilizador, soltó la flecha, y le dio a
Justin en la frente.
—¡Ah, rayos, casi
le doy, estuve cerca! —rió.
—Solo debe concentrarse
—le dijo el vendedor atendiendo a otros
compradores.
—La rubia lo
veía, definitivamente no iba a escucharla, le parece extraño y a la vez
gracioso lo que le dijo:”Si este gato
eres tú, entonces no será fácil ganarlo, eso me motiva a jugar esto”
>>Gabriel, estás loco, pero me parece que sabes exactamente que realmente
si quiero el gato, entonces…<<—Vamos Gabo, quiero ese peluche así que más
vale que ganes —dijo divertida.
—Te lo voy a
ganar vas a ver —contesto sin girarse a verla, concentrándose en el juego.
Pasaron los
minutos y Gabo, seguía jugando, ya había logrado una vez darle al centro, pero
aun no podía terminar los tres tiros, Grey se estaba desesperando, así que.
—Ya Gabo, no puedes
con ese juego, deja eso, mejor vámonos.
—No, voy a
ganártelo, ya verás.
—>>Maldito
terco<<.
Paso una hora,
ya eran las 9:00pm y por motivos de seguridad la convención ya estaba cerrando,
la gente se comenzaba a retirar, el hombre que atendía el puesto, puso a sus
ayudantes a guarda las cosas, se giró a ver a Gabo algo mortificado y le hablo.
—Joven, en
tres minutos vamos a quitar el puesto así que si ya no quiere jugar..
—No espere, solo
me falta un turno, ya casi lo logro.
—Suspiro—Está
bien.
Mientras Grey
escuchaba los mensajes de Voz de su madre, la mayoría no entendía lo que le
decía y el 70% le gritaba maldiciones.
—¡Chingada
madre Grey, puros problemas me das!.. —escuchó en uno de los mensajes.
—¿Problemas, cual
puto problema le he dado? —se cuestionó y al instante recibió una llamada
entrante, sabía que era su madre Sandra, así que soltó un suspiro contestando.
—¿Sandy?
—¡¿Cuál Sandy?
pendeja, soy tu madre! —grito resonando en la bocina.
—¿Qué carajos
el pasa madre, se está tomando sus pastillas contra la migraña? —le cuestiono
rudamente desconcertada al escuchar a su mamá tan histérica.
—¡No te hagas
la que no sabe nada, ¿Por qué chingados no me dijiste que tenías novio? y uno
que parece famoso!
—Eso…eso
no..¡no es verdad! ¿Cómo te…?—sonaba nerviosa.
—Ven
inmediatamente a la casa, ahora.
—¿Ahora? —dijo
girándose a ver a Gabo que aún seguía jugando—Es que…
—¡Ahora, muévete,
o te mato! —se escuchó el grito y colgó la llamada.
—Mierda —mascullo,
guardando sus celular Y se acercó dónde estaba Gabo jugando—Gabriel, ya deja
eso, llévame a mi casa ahora, mi madre,bueno…tengo que hablar con ella y..
—Espera, todavía..
—¿Todavía que?
Olvida ya eso, olvida el peluche no me interesa, es una estupidez, si estas
tratando de impresionarme no lo estás haciendo solo estás haciéndome enojar.
—No es tanto
por el peluche.
—¡¿Entonces qué
es?!
Los
trabajadores escucharon, pero no decidieron meterse, el vendedor mejor se alejó un poco y en unos
instantes iría a pedirle que se retiraran.
—Aunque —continuo
Gabo sin girarse a verla, hablaba en voz alta para que lo escuchara—Sé que
quieres el peluche aun que lo niegues, pero…—rió por debajo—Quiero demostrarte
que soy dispuesto a hacer lo que sea, hasta la cosa más ridícula e insignificante,
por ti.
—Quedo muda
>>Eres un idiota<<.
Hubo un
momento de silencio, Gabriel ya no dijo nada, la rubia se enojo,se estaba
haciendo tarde y su madre la estaba esperando, quería averiguar cómo es que su
mamá se enteró de que tenía un novio, además ya estaban cerrando todo el lugar
solo faltaban algunos puesto entre ellos,en el que estaban ellos, Grey se le había
acabado la paciencia,lo que comenzó como un “juego divertido” para ella
exigiéndole que le ganara el premio, comenzó a parecerse estúpido y sin sentido.
—Llevas más de
una hora de pie ¿No estás cansado?
—No respondió.
—¿Me vas ahora
a ignorar? Bien, me largo a la mierda de aquí —exclamo molesta y se retiró
dejando en el suelo, unas bolsas que contenía cosas que el le compro.
Grey camino
hasta la salida, no se veía tanta gente, ya se estaba haciendo más tarde, bajando
las escaleras de la entrada dirigiéndose a la parada de autobús.
—Está loco, realmente
se tomó eso muy enserio —decía en voz baja caminando a pasos fuertes y
firmes,hasta que detuvo su andar, que dando de pie, pensando más a fondo
>>Gabo,de verdad…¿estás dispuesto a hacer lo que sea por mí?<< toco
su pecho >>Eres raro<<.
Sintió que
tocaron su hombro se giró y automáticamente alzo su pierna para tirar un
patada, como siempre,ella estaba a la defensiva, cuando vio que era
el,sonriendo y sosteniendo el peluche de Gatomon con un brazo, el esquivo su
patada y rápidamente la abrazo.
—No trates de
usar la violencia conmigo, o hare esto —le dijo al oído a la apretó ligeramente
contra él, fortaleciendo el abrazo.
Grey no dijo nada,
se dejó abrazar, hasta que correspondió un poco, después de unos segundos, él
se separó de ella sonriendo le entrego el peluche.
—¡Sorpresa! —grito
divertido y frunció el ceño, imitándola y usando su dedo índice lo coloco justo
en medio de la cien fruncida de la rubia, tratando que, de algún modo, deshacerlo,
de nuevo sonrió, poniéndole el peluche en un brazo para que lo sostuviera, la
miro y dijo —¿Ves?, te dije que lo iba a ganar para ti.
—Gabriel —lo
miro, sintió el dedo índice del joven en su ceño y comenzó a relajar sus
facciones, sosteniendo el gato de peluche.
—Recuerda que
yo soy tu “Perro” y siempre haré lo que sea por ti.
Hubo unos
segundos de silencio, el cielo nocturno se oscureció, poco a poco las gotas de
agua comenzaron a caer, estaba empezando a llover, la pareja se estaba
empapando, Gabo la veía fijamente sin esperarse algo sorprendente, solo quería escuchar
algo de ella, un “gracias” ,“lo lograste, amo a este peluche”, algo así, pero
no.
Impresionante
mente e inesperadamente, porque así era ella, Grey después de pasado un minuto
de silencio comenzó a reírse, pero no
reírse como usualmente se reía, si no reírse fuerte y deslumbrante mente, a
carcajadas, tan ruidosa, su risa resonaba en el lugar hasta parecía que se
escuchaba eco, Gabriel abrió sus pequeños ojos como plato, y medio abrió sus
labios, totalmente impresionado, impactado, desconcertado, todo eso junto hasta
que sintió su corazón acelerarse.
—Grey..¿Q-que
te ocurre? —apenas pronuncio totalmente confundido, no había dicho ningún
chiste, ni una cara graciosa ni había hecho una payasada, ¿entonces por qué reía?.
—Me estoy
riendo tonto —hablaba entre risas—Jugaste más de una hora de pie, por un
peluche y me demostraste que de verdad eres mi “perro”, ahora de verdad si te
creo, Gracias —termino y siguió riéndose.
Su corazón se aceleró mucho, al
verla reír, era como ver los más hermoso del mundo frente a sus ojos, Dios, esa
risa escandalosa y contagiosa, el maquillaje en sus ojos azules ahora risueños ,
estaba corriéndose por sus mejillas, su rostro pálido ahora tornado de rosa, por
reír tanto, aun así, lucia absolutamente hermosa, era algo que en ocasiones pensó
que nunca iba a ver, pero ahora lo está presenciando, para el,su sonrisa es la mas hermosa del mundo,la mas sincera que ha visto,después el también empezó
a reír, de la felicidad de verla a ella tan feliz que hasta se está riendo, tanto
tiempo y al fin lo logro, no de la forma que él esperaba pero lo consiguió, no
estaba muy seguro si ella se reía de lo que hizo o de él, lo único que le
importaba era.. >>¡La hice reír, si!<<. Celebro en sus adentros y
en el exterior le sonrió y de nuevo la abrazo.
—Dejo de
reírse respirando, al faltarle aire—Nunca pensé que harías esta tontería por mí.
—Pues, ni yo, pero
lo hice y no me arrepiento, estoy feliz, al fin pude hacerte reír Grey y me he dado cuenta de que tienes la sonrisa mas bella,quiero ver esa sonrisa de ahora en adelante,yo haré que sonrías siempre —le respondió
divertido y muy feliz sin importarle que se estaban mojando en la lluvia.
Grey uso su
chaqueta para cubrir el peluche de la lluvia, él la tomo de la mano y la llevo
a un árbol que estaba cercas para después acorralarla, la miro fijamente y su oscuro
cabello estaba mojado al igual que su ropa pero no le importo si más adelante
iba pescar un resfriado, solo la quería seguir viendo sonriendo, lentamente se acercó
a ella cerrando sus ojos y le planto un beso, ella algo intimidada solo cerro
sus ojos y con sus pequeños labios rosados correspondió, a pesar de estar bajo
un árbol se seguían mojando, Grey en sus adentros no pensó en que algún día iba
a dar un beso ,bajo la lluvia.
Más tarde el
moreno, la llevo a su auto, tapándola con una chaqueta extra que estaba en su
auto que obviamente era de él, al parecer Gabo había ya metido las bolsas donde
le compro lo que ella quiso en la convención y le abrió la puerta de co-piloto,
entro sentándose con su pálido cabello húmedo, el entro asegurando las puertas,
cerrando las ventanas, prendió la calefacción
y arranco el auto, en dirección a la casa de Grey.
Al llegar a la
casa, el auto se estaciono cerca de esta pero no justamente en la puerta de
entrada, Grey bajo del auto notando que la calle donde vivía, como siempre, estaba
desolada, había dejado de llover, ya solo el ambiente era húmedo y frió,
Gabriel después de unos segundos bajo del auto, y se hacer a ella y le ladro,
imitando el ladrido de un perro, lo cual hizo que la chica soltara una risa, el
moreno inmediatamente saco su celular y rápidamente le tomo foto.
—Ella sintió
y vio el flash —¿Hey que fue eso? —le
pregunto la rubia confundida.
—Perdón, es
que quería una foto tuya riéndote, porque, le quiero enseñar a todos mi mayor
logro —dijo emocionado y le sonrió.
—Soltó un
suspiro y se acercó a él colocando su pequeña y pálida mano en la mejilla del
moreno—¿Por qué eres así?
—¿A-así como? —cuestiono
viéndola fijamente a los ojos, levemente sonrojado al verla tan cercas.
—Así, de
tierno —respondió y le dio un beso en la mejilla, alejando su mano—Gracias, me
la pase muy bien y me divertí mucho hoy, nunca había ido a una convención con
compañía, estaba acostumbrad a air sola, pero creo que es más divertido ir acompañada.
—Iremos
siempre que quieras —le afirmo tomándola de la mano—Siempre tendrás mi
compañía.
—Le sonrió.
—Bueno, creo
que tienes que irte ya, si no tu madre…
—Lose —se puso
seria—Adiós —se despidió dándole un beso en la mejilla y cargando las bolsas y
el peluche, se encamino a paso acelerado a su casa.
—El solo la
vio irse y después se subió a su auto retirándose, mientras manejaba, saco su
celular marcando un número, esperando a que respondieran.
—¿Gabriel? —se
escuchó la voz de Yuya, contestando.
—Si
—¿Qué es lo
que quieres?
—Necesito que
mañana me digas a qué hora podemos vernos.
—¿Y Como por
qué? Ya tienes a tu estúpida novia pelos de elote, ¿para qué…?
—Tengo que
hablar muy seriamente contigo.
.
.
.
.
“Para él, su sonrisa es la más hermosa del mundo, la más sincera que ha
visto”.
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